Manuel Silvosa, directivo encargado del área deportiva
“Estamos inculcando valores, y el respeto al contrario y al árbitro es uno de los más importantes”
Este veterano empresario, que presume de los muchos y buenos amigos que tiene en la Escuela, anuncia que se harán mejoras en la parte deportiva de la EDM
-
“En los seis años que llevo como directivo he visto una evolución grandísima de la Escuela en todos los sentidos”
-
“A parte de crear jugadores, también queremos crear personas, y para ello tenemos que dar formación, cada día un poco más”
-
“No queremos ganar un partido a costa de que algún chico del equipo solo pueda jugar un minuto o que se lleve a cabo un cambio en el 90”
-
“Por desgracia, tenemos que rechazar a muchos jugadores y entrenadores, porque no hay espacio para todos”
-
“Gracias a que la Escuela está muy bien estructurada y cada uno sabe los pasos que tiene que dar, es muy sencilla de llevar”
Alejandro Posilio
Lleva siete temporadas en la Escuela, y las seis últimas como directivo responsable del área deportiva. Con cinco décadas sobre su espalda, es gerente de la floristería Silvosa Hermanos, donde trabaja desde que dejó de estudiar en segundo de BUP. Un verano laborando en el vivero de su padre se enganchó a las plantas, y hoy se considera un buen profesional del sector, gracias a estudiar, visitar y analizar las empresas del ramo. Casado y con dos hijos, el chico en las filas del Aficionado B, está integrado en Moratalaz por los cuatro costados, pues es donde vive, trabaja y desarrolla su principal pasatiempo, el fútbol. También es un coleccionista algo compulsivo, pues guarda sellos, monedas, posavasos, mecheros… Y se declara seguidor del Real Madrid, pero nada acérrimo.
¿Cuándo y cómo llegaste a la EDM?
Esta es mi séptima temporada en la Escuela y sexta como directivo. La primera temporada entré como delegado en el Juvenil B, que entrenaba Nauzet. En ese equipo jugaba mi hijo, me ofrecieron ser delegado y acepté. Y al año siguiente Paco García, también vicepresidente, me introdujo en la directiva. Y aquí sigo.
¿Cuál era tu relación anterior con el fútbol?
Conocía al Moratalaz como club y a algunos de los que lo dirigían, como Miguel Ángel Manzano, que hoy sigue en la directiva. Pero no tenía relación con el club. Realmente la empecé cuando ya era Escuela.
¿Pero en esa época te gustaba el fútbol?
Sí. Empecé jugando al fútbol, curiosamente, en un equipo cadete del Urbis, que jugábamos en lo que ahora es la Dehesa. El club llevaba el mismo nombre que el campo. Este club se deshizo por problemas económicos. Junto con un grupo de amigos creamos un club de fútbol sala llamado Sport L’equipe, donde jugaba y, además, entrenaba a tres equipos: alevines, juveniles y veteranos. Con el juvenil conseguimos en una temporada no perder ningún partido y quedamos campeones de España. Como jugador, empecé en la categoría más baja y terminé jugando en Segunda División Nacional (división de plata) con el mismo equipo.
Has conocido las mieles de jugador, entrenador y ahora directivo. ¿Con cuál te quedas?
La que más me gusta es la de jugador; es en la que más se disfruta. Como entrenador tienes muchas recompensas y premios, pues tengo muchísimos recuerdos de los chavales que dirigía y que, a día de hoy, siguen siendo amigos míos. He vivido momentos muy bonitos.
¿Cómo definirías la experiencia después de siete temporadas en la EDM?
Ha sido muy positiva. En los seis años que llevo como directivo he visto una evolución grandísima de la Escuela en todos los sentidos: organizativo, directivo, deportivo, en todos los aspectos, sin excepción.
¿Cuál es tu labor ahora en la Escuela?
Soy el vicepresidente deportivo. Mi labor es llevar la coordinación deportiva, con Jorge Vallejo, como director general, con Jesús Gutiérrez, como director deportivo, y con los tres coordinadores, Dardo,Nauzet y Elias. Todo lo que sucede en la Escuela tengo que trasladarlo a la junta directiva. Es decir, soy la unión entre la directiva y la parte deportiva
¿Qué es lo que más te gusta de tu labor?
El trato que tengo con todas las personas de la Escuela. Considero que dentro de la Escuela tengo muchos amigos. Y eso es lo más gratificante.
¿Y lo que menos te gusta?
Cuando llega final de temporada y tengo que decirles a algunos chavales que pasan de juvenil a aficionado que, por desgracia, tienen que dejar la Escuela. Es un palo muy grande que me llevo, porque hay algunos chicos a los que estás viendo jugar desde hace muchos años. Y es una auténtica pena. Pero todo tiene un límite.
¿Cuál suele ser la reacción de los chavales cuando les comunicas que no pueden seguir jugando en la Escuela?
Todos, en general, se lo toman bien, aunque salen con una cara muy larga, apenados. Pero creo que después, cuando se lo piensan, es cuando se llevan el disgusto, porque la verdad es que es un disgusto enorme que te digan con 19 años que tienes que dejar de jugar al fútbol en tu equipo, en el que conoces a toda la gente. Considero que es un palo muy grande. Pero, por desgracia, no se puede hacer otra cosa.
¿Qué tienes que ver con el estilo de juego que se practica en la EDM?
Cuando entré de vicepresidente deportivo, Mariano, el presidente, me preguntó lo que yo cambiaría en la Escuela. Y una de las cosas que le dije es que me gustaría que todos los equipos jugasen de la misma manera, que se les identificara por su estilo de juego. Y poco a poco lo estamos consiguiendo. Hemos avanzado muchísimo y todos los equipos más o menos juegan de la misma manera. Y poco a poco vamos a conseguirlo más claramente. Otra de las cosas que le dije a Mariano era que me gustaría que hubiera un psicólogo en la Escuela, y también lo hemos conseguido.
¿Qué decisiones tienes que tomar?
Todas las que tienen que tomarse a nivel deportivo. Los coordinadores y directores me preguntan sobre casi todo y, siempre consensuadamente, decidimos. Solemos debatir sobre todos los temas, y después tomamos decisiones.
¿Tienen libertad de acción los responsables deportivos de la EDM?
Totalmente. Ellos deciden sobre muchos temas. Se pueden equivocar o acertar, pero estamos consiguiendo cada día más que me lo pregunten todo, para que lo consensuemos y no hagan cosas que estén en desacuerdo con lo que determina la junta directiva. Pero tienen total libertad para tomar decisiones.
En caso de un problema con un jugador o una familia, ¿quién tiene la última palabra?
Para todo, la última palabra la tiene siempre la junta directiva. Pero intentamos que cuando existe algún problema con un jugador o con un padre, se cumplan los pasos estipulados: primero se habla con el coordinador, después con el director deportivo, después conmigo y, finalmente, si hace falta, con la junta directiva. Son los pasos que se siguen para tomar decisiones importantes.
En la EDM se da mucha importancia a la formación. ¿Por qué?
Porque creemos que la formación es lo más importante. A parte de crear jugadores, también queremos crear personas, y para ello tenemos que dar formación, cada día un poco más. Por eso intentamos que nuestros entrenadores sean también formadores. Cada día lo solicitamos más a nuestros técnicos, que les enseñen a los chavales sobre lo que se van a encontrar en su vida diaria.
¿Las familias aceptan esto?
Sí, sí. Al final, cualquier padre se tiene que sentir orgulloso de que a su hijo, dentro de una escuela deportiva, se le inculquen valores que no sean solamente los deportivos.
Pero aquí se llega a escuchar algunas veces que la formación es más importante que los resultados. ¿Es verdad?
No es verdad al cien por cien. Lo explico. Realmente, a nosotros nos gusta que se consigan buenos resultados. Tanto a jugadores, entrenadores y directivos nos encanta que nuestros equipos estén en las mejores categorías. Lógicamente, donde más hincapié hacemos en que los resultados sean buenos es en los equipos A y B. En los demás no es que no nos importen los resultados, sino que lo que queremos también es que los chicos se formen y jueguen un mínimo de minutos, que puedan participar en todo lo que la Escuela tiene, desde preparadores físicos a recuperadores. Y creo que desde los equipos A a los F lo están consiguiendo. Lo que sí tenemos muy claro es que no queremos conseguir buenos resultados a cualquier precio. No queremos ganar un partido a costa de que un chico del equipo solo pueda jugar un minuto o que se lleve a cabo un cambio en el minuto 90. Eso no lo permitimos. Pero, como a cualquier persona, nos gusta ganar.
Otros clubes de nuestro nivel quizá obtengan mejores resultados y tengan a sus equipos en categorías superiores. ¿Eso es un reto para esta Escuela?
No, no es un reto para nosotros. Nuestro objetivo es formar jugadores y personas, conseguir que lleguen lo más lejos posible en el mundo del fútbol. Ojalá que muchos jugadores formados en la Escuela sean llamados por el Real Madrid y los demás grandes clubes para que logren llegar a ser alguien como jugadores. Nuestro logro es que cuantos más jugadores salgan de la Escuela para ser profesionales o semiprofesionales, mejor. Ese es nuestro reto.
¿Pero se podrían obtener mejores resultados si se fuera más estricto en el funcionamiento?
Por supuesto que sí. Lo único que tienes que hacer es decidir que juegan los mejores todo el tiempo que haga falta, que no se hagan cambios o que apenas se convoque a los peor dotados técnicamente. Eso, sin duda, llevaría a conseguir mejores resultados, pero en esta Escuela es inviable hacer eso, por lo menos a día de hoy.
¿La directiva está de acuerdo con el fútbol combinativo que se practica en la EDM?
Sí, totalmente, nos gusta y se aprecia. Es cierto que los directivos y muchos padres sufrimos cuando vemos sacar el balón desde nuestra área, pero es lo que queremos y lo que nos gusta. También te digo que hay muchos clubes que al finalizar el partido nos felicitan, incluso por email, por el estilo de juego que practicamos y por cómo jugamos al fútbol. Y eso es muy importante.
“Para poder tener más equipos hace falta que recuperemos la gestión de las instalaciones”
La pérdida de la gestión de los campos de la Dehesa y del Lili Álvarez supuso un quebranto importante para el desarrollo de la Escuela. El objetivo primordial es recuperarlos.
Ahora hay 35 equipos. ¿Si se pudieran tener más, se crearían?
Sí, si pudiéramos, pero nos falta espacio. De hecho, de cara al año que viene se va a formar un sexto juvenil. Tenemos 66 jugadores cadetes que pasan a juveniles, y para poder darles paso a todos vamos a crear un sexto equipo juvenil. Nos apretaremos un poco más. Para poder crear más equipos hace falta que recuperemos la gestión de las instalaciones. Así lograríamos más espacio y más horario para poder alojar más chavales.
¿Eso va a ser posible en algún momento?
Sí. Vamos a luchar por ello. Es nuestro principal objetivo en estos momentos, poder licitar por los campos, que vuelvan a ser nuestros para poder disfrutarlos todos los equipos y más. A partir de ahí, podremos ofrecer no solo mejores precios, sino que ampliaríamos el número de jugadores.
Todos los años se rechazan a niños porque no hay capacidad para cogerlos a todos. ¿Eso va a cambiar algún día?
Por desgracia, tenemos que rechazar a muchos porque no hay espacio para todos. Muchos de ellos vienen porque han oído hablar muy bien de esta Escuela y es una lástima no poder admitirlos. También nos pasa con los entrenadores, tenemos una infinidad de currículums de personas que quieren venir a entrenar aquí. Pero pasa lo mismo, de momento, no tenemos capacidad para admitirlos a todos.
¿Ese es ahora mismo el principal reto de la junta directiva?
Sí, ese es uno de los más importantes retos que tenemos. Otro es, como todos los años, incluir mejoras a nivel deportivo.
De momento, no, porque no hay nada definido ni decidido.
¿Es una Escuela con muchos problemas?
Realmente no. Son escasísimos lo problemas que tenemos que afrontar. Tenemos 700 chicos y los problemas que dan son escasos. Pueden pasar tres meses sin tener que solucionar un problema grave. Los problemas son mínimos. Creo que gracias a que la Escuela está muy bien estructurada y cada uno sabe lo pasos que tiene que dar, es muy sencilla de llevar.
¿Por qué en esta Escuela se castiga con más partidos de sanción que los que pone la Federación a los jugadores expulsados por desconsideración hacia el árbitro o los rivales?
Este también fue un reto que nos pusimos hace cinco años y cada día está dando mejores resultados. Esto hay que agradecérselo a Carlos Gil, que fue una de las personas que luchó por ello. A día de hoy, nos podemos sentir orgullosos de que con 700 jugadores hay muchas semanas en las que no tenemos ni un expulsado, apenas se producen acciones de menosprecio. Si estamos inculcando unos valores, el respeto al contrario y al árbitro es uno de los más importantes.
¿La EDM puede presumir del buen comportamiento de sus integrantes?
Sí, podemos presumir, porque todos saben que el que comete una infracción de este tipo, al final va a ser sancionado por la Escuela. Y para un jugador, lo más desagradable es que se quede sin jugar más de una semana.
¿Qué imagen tenemos fuera?
Muy buena. Te pongo un ejemplo de esta misma semana. El Aficionado B jugó contra el Siete Picos Colmenar y hemos recibido felicitaciones del equipo contrario por cómo juega el equipo. Nos felicitan muchos rivales.
“La recompensa a mi tiempo y esfuerzo es hacer muchos amigos”
Este gerente le dedica varias horas diarias a su labor en la EDM. La recompensa es el gran número de amigos que está haciendo.
¿Cuántas horas le dedicas a la Escuela cada semana?
No sé qué cantidad, pero muchas.No pongo ningún tipo de reparo en echarle las horas que haga falta. Por desgracia, mi trabajo no me permite estar más horas en la Escuela, pero de lunes a domingo estoy todos los días en contacto con Jorge, Guti y los coordinadores. Lo peor es que se las tengo que quitar a estar con mi familia. Pero lo hago con mucho gusto, pues disfruto mucho.
Además, tu empresa también es una de las que patrocina a la EMD. ¿Por qué?
Cuando antes era el Moratalaz, ya estábamos de patrocinadores. Tanto mis hermanos como yo hemos sido deportistas, y tanto mi padre como mi tío han sido patrocinadores de equipos de fútbol desde hace muchos años. Y ahora seguimos esa tradición. Nos gusta el deporte, es lo mejor que hay en la vida.
Como la recompensa no es económica, pues lo directivos no cobráis, ¿qué te llevas de aquí?
Muchos amigos. Esa es la mejor recompensa que tengo. Si me dieran dinero por formar parte de la directiva, no estaba. Lo hago sin ánimo de lucro. Lo hago porque me gusta estar implicado. Pero mi compensación es tener muchos amigos, desde la directiva hasta el último entrenador, incluidos muchísimos jugadores. Tengo una relación muy cercana con ellos.
¿Cuál es la mayor satisfacción que te has llevado en la EMD?
A parte de conocer a los directivos y a la parte deportiva, recuerdo que el primer año de delegado mi hijo metió un gol contra el Canillas, que iba primero, lo que nos ponía en posición de ascenso, y vino corriendo y me dio un abrazo. No lloré de milagro. Fue muy emotivo.
De momento, no he sufrido ninguna. Lógicamente, duele cuando un equipo desciende de categoría o cuando los jugadores tienen que dejar la Escuela. Pero frustración por haberme planteado algo y no haberlo conseguido, de momento, no he tenido ninguna.
¿Hasta cuándo en la EDM?
De momento, no pongo fecha. Estando como estoy a día de hoy, te diría que no me pienso ir nunca. Pero todo depende del grupo de directivos que hay actualmente. Hasta que ellos quieran estar, voy a estar con ellos, porque me encuentro súper a gusto. Tengo un grupo de amigos impresionante y no lo quiero dejar por nada del mundo. El día que todos decidan que no quieren seguir, me lo pensaré. De momento, no tengo fecha para irme.
¿Es difícil llegar a acuerdos en esta directiva?
No, para nada. Hay veces en las que estamos en desacuerdo, cada uno expone su opinión y se vota. La mayoría decide, y en caso de empate, el voto del presidente vale doble. Pero una vez que se ha decidido algo, incluso las personas que estaban en contra luchan a muerte por lo decidido. Es el futuro de la EDM, no es algo personal. Solemos llegar a consensos por el bien de la Escuela.
¿El presidente ha tenido que decidir muchas veces?
No, hasta hoy, nunca.
¿El día que lo dejes, que te gustaría que se dijera de ti?
Que, como otros muchos directivos que han pasado por aquí, he dejado mi granito de arena. Hay que darle las gracias a todas las personas que desde hace 50 años han luchado y están luchando por la EDM. Cada uno ha aportado algo. La Escuela es lo que es gracias a todos ellos. Lo único que quiero que recuerden de mí es que he aportado mi granito de arena. Nada más.