Hablamos esta semana con Jesús Celemín, técnico del Infantil C. Inició su andadura en los banquillos en un colegio madrileño y desde septiembre de 2020 trabaja en la Escuela. Primero como preparador físico y luego como entrenador, este joven que rebosa ilusión y partes iguales tiene toda una carrera por delante. El ascenso a Primera División Autonómica de esta temporada no será su único logro.
¿Cómo surge la idea de ser entrenador?
Me encanta todo lo que se genera alrededor de este deporte. Al dejarlo de practicar, quería seguir viviendo esas experiencias, pero esta vez como entrenador.
¿Cuál fue tu primera experiencia como entrenador y qué tal te fue?
Mi primera experiencia fue en un colegio en el que estuve durante dos años. La verdad es que les tengo que agradecer que me dieran la oportunidad de ser primer entrenador sin tener ninguna experiencia previa. Sin duda fue muy positiva. Una etapa de mucho aprendizaje para mí, en la que sobre todo destaco los recursos que incorporé para gestionar un grupo.
Acabas de conseguir el ascenso a Primera División Autonómica con el Infantil C. ¿Estaba entre vuestros objetivos al comienzo de temporada?
Para nada. Era un grupo de jugadores que ya conocía y sabía que los había muy buenos. Estuve con ellos como segundo entrenador en su etapa de Alevín de segundo año pero no pasaba por nuestra cabeza el ascenso.
Salvo hecatombe, vais a acabar como líderes del Grupo 4 de Preferente en el apartado de más goles anotados. Salís a una media de 4,8 por partido. Una verdadera locura.
La verdad es que de cara a puerta hemos estado muy acertados y me alegro porque la gran mayoría de los chicos han conseguido marcar un gol durante la temporada.
Pero sobre todo está temporada destacó mucho nuestra mejoría a nivel defensivo, ya que en pretemporada vimos que era uno de nuestros puntos débiles y en el primer partido de liga nos pasó factura.
El próximo sábado disputáis la última jornada frente al CD Unión Valdebernardo. Me imagino que a disfrutar y a celebrar, ¿no?
Disfrutar y celebrar lo hacemos siempre que podemos. Creo que es importante hacerles entender a los chicos que están en un proceso de formación constante durante su etapa en el fútbol base. Por lo que no deben desperdiciar ningún momento de esta etapa para continuar aprendiendo lo máximo posible y la competición te da la oportunidad de demostrar lo aprendido. El partido de este fin de semana nos lo tomaremos, por tanto, con la filosofía de disfrutar trabajando.
Esta temporada has cosechado un éxito indudable con el Infantil C. ¿Dónde te ves la temporada que viene? ¿Has pensado en volver al juvenil?
Me veo capacitado para dirigir un equipo de rendimiento, pero yo entreno para disfrutar, por lo que estaré contento en cualquier grupo en el que sepa que vaya a disfrutar.
Me gusta tanto la categoría juvenil como cadete porque es una etapa en la que se le puede sacar mucho juego al rendimiento físico, ya que están acabando o han acabado la pubertad y es un gran momento para trabajar esta cualidad. También porque técnicamente ya suelen tener los suficientes recursos como para poder hacer más hincapié en la parte táctica.
En la Escuela se apuesta por una filosofía de fútbol que apuesta por el buen trato de balón y el ser protagonista en los partidos. Dentro de esta, ¿dónde se coloca tu propuesta? ¿Qué matices incorporas?
Me encanta el estilo de la escuela y mi propuesta se basa mucho en eso. Tal vez uno de los matices que más busco en mis equipos que he entrenado, es que buscamos mucho el atraer para luego jugar más directo aprovechando los espacios que se crean.
¿Qué parte de tu profesión crees que es más importante: la gestión de grupo o la buena lectura táctica del juego?
Gestión del grupo. Al final el fútbol es un trabajo de todos tanto jugadores como cuerpo técnico pero son ellos los que juegan en el campo. Si no tienes un grupo de jugadores que confíen en tu propuesta y que no estén motivados, por muchos recursos tácticos que des al equipo, no van a funcionar.
Además de técnico, también has desarrollado en el club labores de preparador físico. ¿Te sientes más preparado a la hora de dirigir los entrenamientos con esas nociones?
Sí. Pienso que esto me permite poder preparar las tareas de una manera más completa, ya que tengo en cuenta tanto el aspecto condicional como el aspecto técnico-táctico. Personalmente creo que ambos aspectos deben trabajar en sinergia para poder sacar el máximo rendimiento de un equipo.
¿Cuáles son tus entrenadores referentes en la actualidad? ¿Has tenido algunos?
Actualmente me encanta el trabajo que está haciendo De Zerbi en el Brighton y me gusta mucho la historia de Benítez y Sacchi, los dos no llegaron a ser futbolistas profesionales y han conseguido ganar la Champions, lo que demuestra que no hace falta ser un futbolista profesional para ser un gran entrenador.