Intensa jornada de convivencia entre los entrenadores de la Escuela

Intensa jornada de convivencia entre los entrenadores de la Escuela

Disfrutaron de intensísimas batallas de paintball y de una reconfortante barbacoa

El pasado jueves 19 de junio, los entrenadores de la Escuela Deportiva Moratalaz disfrutaron de una muy agradable jornada de confraternización, que discurrió en un bosque de encinas de Villalba. Allí, dos docenas de técnicos de la EDM vivieron una tremenda descarga de adrenalina jugando al paintball, para después recuperar el resuello con una agradable barbacoa a la sombra de una gran encina.

Barbacoa de los entrenadores

Los entrenadores esperan las viandas

La jornada comenzó con la formación de dos equipos al azar, los amigos de Joge Vallejo y los amigos de Jesús Gutiérrez, que provistos del material necesario, se enfrentaron en tres escenarios distintos a dos vueltas. En este tipo de eventos, siempre lo de menos es el resultado, pero hay que reseñar que el equipo de Guti dio un repaso táctico y estratégico al de Jorge, pues salió victorioso en los seis combates disputados. La capacidad organizativa y el arrojo de los hombres capitaneados por Ramis fue muy superior al ardor y la osadía de los jóvenes capitaneados por Dardo.

Las duras batallas sirvieron para descargar adrenalina a raudales y también descubrieron algunas viejas tensiones, pero lo que más dejaron fueron grandes y dolorosos cardenales en todos y cada uno de los valientes combatientes. Eso sí, la amistad, el buen entendimiento y las numerosas bravuconerías reinaron al final de cada uno de los enfrentamientos.

Daños tras el paintball

Vallejo fue uno de los damnificados de la batalla.

La jornada de confraternización se completó con una generosa barbacoa bajo una de las milenarias encinas del paraje que alberga el paintbal que  Actionlive (http://www.actionlive.es/) posee en la localidad serrana de Villalba. Fue el momento de rememorar los intensos minutos vividos horas antes en el ardor de la batalla y de curar las heridas.  Los comentarios jocosos y las risas de todos los presentes durante un par de horas lograron restañar los instantes de tensión vividos con un arma de pintura en la mano. Una jornada inolvidable para todos los presentes.