Hugo Díaz Jareño, entrenador del Cadete C y segundo del Juvenil A
“Lo mejor de la EDM es que los responsables deportivos tienen las ideas muy claras”
Aunque no renunciaría a entrenar a un equipo de aficionados a pesar de su juventud, asegura que ahora está en la etapa de “aprender, aprender y aprender”. Disfruta enormemente dirigiendo a los pequeñines, pero sigue soñando con poder vivir del fútbol: “Por ganas no va a quedar”
Alejandro Posilio
Este madrileño y madridista, aunque admirador del Cholo Simeone, es un producto típico de la Escuela Deportiva Moratalaz, a donde llegó como benjamín en 1997. Lleva la friolera de 17 temporadas en la EDM y las dos últimas como juvenil compartió la responsabilidad de jugar con la de entrenar. Hoy afirma que lo tiene claro, pues le atrae más dirigir desde el banquillo, y también es de los que cree que cuando un jugador ejerce de entrenador, entiende mucho mejor este deporte. Aunque estudio Informática en Formación Profesional, lleva tres años trabajando en la empresa de su padre como repartidor. Además, es monitor en un colegio durante un par de horas al día, pues reconoce que disfruta mucho con los chicos pequeños. Además del fútbol, pasa sus mejores momentos saliendo con sus amigos.
¿Por qué eres reticente a este tipo de entrevistas?
No soy reticente, pero nunca me ha gustado hablar para entrevistas que salgan publicadas en los medios.
¿Has tenido alguna mala experiencia o te da vergüenza?
No, nunca. Y tampoco me da vergüenza. Simplemente, no me han atraído.
¿No las ves útiles?
Tampoco, porque en algunas de las entrevistas que has hecho en la web se dicen cosas muy interesantes. Pero creo que no soy la persona idónea para que el resto de gente vea en mí un ejemplo.
¿Tienes miedo a los medios de comunicación?
No, miedo ninguno. Pero nunca me ha gustado hacer entrevistas.
Empecemos con el guion: ¿Cómo y cuándo llegaste a la Escuela Deportiva Moratalaz?
Empecé jugando en benjamines en 1997. Primero era la Morataleña. Al año siguiente se unió con el Nueva Castilla, y se creó la Unión de Moratalaz. Y años más tarde la Unión se fusionó con el Moratalaz y el Betancuña, que era el equipo aficionado de la unión Moratalaz, y se creó la Escuela actual.
¿Y hasta cuándo estuviste jugando en los equipos de la EDM?
Hasta juvenil de tercer año, cuando ascendimos a Autonómica con Jorge Vallejo como entrenador. Y empecé a ser entrenador de benjamines en mi segundo año de juvenil. Y hasta ahora, que llevo seis años entrenando.
¿Cuál ha sido tu trayectoria como entrenador en la Escuela?
Pues empecé con benjamines; el segundo año llevé al mismo grupo de chavales en benjamines de segundo año. Como vi que me gustaba lo de entrenar, me saqué el nivel I del curso de entrenadores, y al año siguiente cogí alevines. Luego también he entrenado a infantiles, y este año estoy con cadetes.
¿Defíneme la experiencia después de tantos años en la EDM?
Me encanta. Entrenar es diferente a jugar. Creía que nunca me iba a gustar tanto como jugar, pero ahora me gusta más. Es otra motivación diferente y se vive desde otro punto de vista distinto. Pero me atrae más que jugar, y eso que me encanta ser jugador.
¿Lo echas de menos?
Me encanta. El año pasado me fui al Trival Valderas, donde me hicieron ficha, pero me rompí la rodilla -el ligamento cruzado y el menisco- al mes y medio, y ya llevo un año sin hacer nada. Tengo ganas de volver a jugar, pero ahora me falta tiempo. Estoy deseando que la rodilla se recupere bien para volver a jugar. Creo que pagué estar cuatro años sin jugar.
¿Tienes intención de seguir aprobando más niveles de entrenador?
Sí, claro, me saqué el dos y ahora espero ir a por el tres. No sé cuándo, pero lo haré. Ahora es momento de aprender en el campo.
¿Entonces, ahora tienes claro que prefieres ejercer de entrenador que de jugador?
Ahora mismo, sí. Ahora juego en equipos con amigos y siempre me ha gustado jugar. Como jugador lo disfrutas porque eres tú el que sudas y metes lo goles, pero como entrenador disfrutas al ver cómo tu equipo mejora y cómo va aprendiendo las cosas que le vas enseñando. Es diferente.
¿Es cierto que ser jugador y entrenador a la vez te hace mejor en las dos actividades?
Sí, porque entiendes mucho mejor el fútbol. Cuando eres jugador, no te das cuenta de lo fácil que puede llegar a ser aprender determinadas cosas. Pero una vez que entrenas, lo estudias y ves entrenar ese ejercicio a otros equipos con buenos entrenadores como los que hay en la Escuela, te das cuenta de que es mucho más fácil que cuando lo veías como un chaval. Una vez que ya sabes eso, junto con lo que habías aprendido como jugador, te haces mucho mejor jugador. ¡Seguro! ¡Seguro!
Más competencia entre los juveniles
¿Qué prefieres entrenar a pequeños, adolescentes o adultos?
Yo soy muy de niños, me gustan mucho. Me encanta entrenarles y la relación que hay con ellos, las situaciones divertidas que vives conjuntamente. Un gol para ellos es como ganar la Champions, se lo pasan en grande. Pero es verdad que puedes trabajar muchas más cosas con adolescentes o mayores. Pero no sé qué prefiero, porque es muy diferente.
¿Pero no te gustaría entrenar al primer equipo de la Escuela?
Soy joven, pero ganas siempre se tienen de eso. Llevo dos años entrenando con Jorge Vallejo al Juvenil A, aprendiendo de él, y con los juveniles estoy encantado. A este nivel hay mucha más competencia y mucha más competitividad entre ellos. Es otro nivel, pero ganas de entrenar lo más arriba posible siempre hay.
¿Qué es lo mejor de la Escuela para ti?
El que los responsables deportivos tengan las ideas muy claras. Cuando era jugador, esta Escuela era un equipito de barrio, en el que cada entrenador hacía lo que quería, con sus normas, leyes y manera de jugar. Pero ahora en la Escuela todo el mundo va en la misma dirección y sabe dónde va. Y los que deciden esas ideas, tienen muy claro lo que quieren conseguir y cómo hacerlo. Y esto es muy importante.
¿Y lo peor?
No sé. No puedo decir nada. Como he visto que ha evolucionado muchísimo para bien… Puede que a alguno que viene de fuera le parezca mal algo, pero como yo he visto que todo ha ido a mejor, no puedo decir nada que rechace.
¿Qué imagen tiene la Escuela fuera?
La imagen que tengo yo, que antes era un simple equipito de barrio, con un A y un B, y con los chavales en categorías media o baja. Pero ahora la escuela ha evolucionado un motón y compite con los mejores equipos de Madrid. El nivel de los entrenadores es alto, el nivel de los jugadores ha mejorado muchísimo y las categorías en las que juegan los equipos también son mejores. Hemos pasado de tener diez equipos a 35. Ahora somos una de las mejores escuelas de Madrid.
¿Crees que algún día se competirá de tú a tú con Real Madrid, Atlético, Rayo o Getafe?
Llegar a competir con ellos no es nuestro objetivo, porque es muy difícil, pues tienen a los mejores jugadores que hay y los mejores medios. Un año y en una categoría determinada se les puede ganar y ser mejores, pero es muy complicado llegar a su nivel. Pero con los años, ya se verá.
Abierto a otros sistemas
¿Tú también eres admirador del estilo de combinación que se imparte en la EDM?
Sí, pero creo que hay que tener alternativas. Creo que es mucho mejor ser tú el que dominas, el que tienes el balón, el que manda. Pero creo que hay muchas más maneras, y no te puedes cerrar a las demás. Hay que tener más posibilidades y diferentes soluciones, y no hay que cerrarse a ninguna, pensando que o gano así o no gano con ninguna.
¿Pero siempre has pensado así?
De pequeñito me enseñaron a jugar de una manera totalmente diferente. Era central y el sistema consistía en balón arriba para buscar al delantero. Si ganabas 1-0, pues muy bien, porque lo único importante era ganar. Pero conforme he crecido, me han enseñado otros estilos. Estuve tres años con Jorge en el juvenil, y él es un convencido de este sistema, del fútbol de combinación y de la posesión del balón. Él me enseñó a jugar así y a creer en este fútbol. Y ahora lo comparto con él y con la Escuela. Pero creo que no te puedes cerrar en esta manera, hay que buscar otras soluciones, dependiendo del rival, de las situaciones, del partido.
¿Es la mejor manera que existe hoy en día para enseñar a los chavales?
Si, desde luego, es la mejor manera de enseñar a los chavales, porque es la más completa y la que sirve para que evolucionen mejor, pero no es la única
¿Y es más difícil de enseñar y de aprender?
Sí, es más complicado que un equipo entero asimile este estilo de juego, lo comprenda y luego lo lleve bien al campo. Es más complicado, pero cuando funciona y los chavales comprenden el concepto, es la mejor manera de aprender. Antes valía con que tres jugadores lo hicieran bien, hoy tiene que ser el equipo entero el que sepa cómo jugar.
¿Los equipos de la EDM obtendrían mejores resultados si jugaran de otra manera?
No lo creo.
Los jugadores son lo importante
¿Qué porcentaje de culpa tiene un entrenador en el éxito o fracaso de su equipo?
No lo voy a decir en cifra, pero creo que tiene el mismo que los jugadores. Los importantes son los jugadores, porque son los que van a ganar o perder un partido. Pero el entrenador es el responsable de que los jugadores tengan las ideas claras, trabajen bien y no lo hagan mal y, sobre todo, de que el grupo vaya en una misma dirección, se mantenga fuerte, esté contento y motivado. Si el entrenador no funciona, el grupo no suele funcionar, por muy bueno que sea, no rinde como debería. Pero, repito, los importantes son los jugadores, que son los que corren meten los goles y ganan o pierden.
¿Pero qué puede hacer un entrenador para, por ejemplo, que un equipo juegue más intenso?
Yo incido muchísimo a los chavales en los entrenamientos para que jueguen con más intensidad. Y eso hace que jueguen con más intensidad, por lo menos es lo que me dice mi experiencia. Hay que darle buen trato al balón, hay que tener las ideas muy claras, pero hay que jugar con mucha intensidad. Es algo que depende de cada jugador y solo de él, no de su calidad. Yo les repito a los chavales que ningún equipo nos puede ganar porque le ponga más intensidad que nosotros. En los entrenamientos incido mucho en eso, hay que entrenar con intensidad para jugar con intensidad.
¿El mal estado del campo afecta al juego de los equipos?
Te puede afectar en situaciones aisladas, pero no se gana o se pierde por el estado del campo. Sí que es verdad que hay zonas del campo que son un peligro para los jugadores, porque están muy mal. El dueño del campo debería cambiarlas, pero el campo no es el culpable de nuestras victorias o derrotas ni de que el equipo juegue mejor o peor.
¿El sistema informático Futboldata es tan útil como dicen?
Sí. Al principio, no acepté muy bien ese programa. Lo veía como que no nos dejaba libertad para diseñar los entrenamientos, y no me entró muy bien. Me costaba ponerme con él. Pero con el paso del tiempo, he visto que es totalmente lo contario, te ayuda, te facilita las cosas mucho, es más rápido y los chavales tienen un resumen de su vida deportiva. Está todo lo necesario en ese programa. Es algo que no tiene casi nadie, y es un privilegio.
Los padres no presionan
¿Cómo es la relación con los padres de los jugadores?
Yo siempre la he tenido buena. Sé mantener las distancias con ellos, pero tengo una buena relación. Yo hablo con ellos sin problemas, y si alguien ha tenido algún problema en algún momento, siempre he hablado con ellos si me lo han pedido.
¿Te presionan para que sus hijos jueguen más minutos?
No, nunca han venido a decirme que su hijo tiene que jugar más minutos. Creo que no lo hacen porque saben que no iba a cambiar mucho la situación de sus hijos.
¿Hasta dónde te gustaría llegar en la EDM?
Hasta todo lo que se pueda. Considero que soy joven como entrenador como para llevar categorías de aficionados. Tengo 23 años y lo que me queda es aprender, aprender y aprender. Ahora que estoy con chavales más pequeños, lo que tengo que hacer es disfrutarlos e intentar que sean ellos los que aprendan.
¿Sueñas con vivir del fútbol?
Sí, claro, desde pequeñito, el fútbol es con lo que te levantas y con lo que te acuestas. Lo ves en la tele, sales a jugar, a entrenar…
¿Y lo ves factible?
SÍ, no es imposible. Es costoso y muy difícil, porque mucha gente quiere vivir del fútbol, lo que lo complica. Pero por ganas no va a quedar.
¿Si la compensación no es económica, qué te compensa estar aquí tantas horas?
El estar en el mundo del fútbol como sea, jugador, entrenador, segundo. Y también ver a los chavales que aprenden y mejoran.
Dejan bastante libertad
¿Cambiarías algo en la Escuela?
No. A los entrenadores nos dejan bastante libertad, siempre bajo la misma idea. Pero te dejan entrenar, que tu equipo juegue como quieras, dentro de la misma idea. Y yo estoy contento. Unos equipos juegan a un ritmo, de una forma o con una disposición en el campo, y otros lo hacen con otra; unos son más agresivos y otros menos, unos más competitivos y otros menos. Y eso está muy bien.
¿Cuál es tu entrenador referente?
Ahora mismo, el ejemplo es el Cholo Simeone. Soy del Madrid, pero me encanta el técnico del Atlético. Soy un entrenador que piensa que en el fútbol de ahora es importantísima la intensidad, el que un equipo salga a por todas, y Simeone lo consigue. De hecho, compite con equipos superiores técnicamente por la intensidad que mete a los jugadores. Me gusta como es, cómo se expresa, cómo lleva al grupo y las ganas que le pone.
¿Y con qué te identificas más: guardiolismo o mourinhismo?
Me quedo con cosas de los dos. Son dos pedazos de entrenadores. De Mourinho me quedo el orden de sus equipos, cómo juegan tácticamente y la intensidad que pone a sus equipos, que son muy agresivos. De Guardiola me quedo con todo lo del Barça, cómo jugaban, cómo presionaba arriba, el buen rollo que tenían entre todos, las ideas tan claras que tenían…
¿Cuál crees que es la razón del éxito de los jugadores y entrenadores españoles de los últimos años?
El fútbol en España ha evolucionado mucho. Desde que somos campeones y el Barça está ahí, -el Madrid siempre sigue ahí-, hay más seguidores, más gente que quiere ser entrenador, más chavales que quieren jugar. Puede deberse a esto o a que gracias a esto, se ha empezado a confiar en los jugadores y en los entrenadores españoles. Los que triunfan, no lo hacen por el Barcelona o por la selección, sino porque ahora se confía en ellos. Antes, los cubes extranjeros no fichaban ningún jugador español; ahora están llenos.