El Morata se cae en el Pozo

La presión agobiante de los rivales aplica un duro correctivo al equipo de la Escuela, que careció de espíritu de sacrificio y de ideas

Alineación:

EDM Alevín A F7: Hugo, Rodrigo, Yeray, Jorge, Alberto, Antonio, Elena, Pau, Marcos, Luis, Diego y Rubén.

Goles: 1-0 (m. 12); 2-0 (m. 25); 3-0 (m. 33); 4-0 (m. 35) y 5-0 (m. 37).

Crónica de José Manuel Álvarez

Ya estamos aquí, se acabó la Nochebuena, Nochevieja, Reyes y demás. Volvemos al día a día, despidiendo a los turrones con un agujero más en el cinturón y con la tarjeta fundida. Y como todos los años, nuevos propósitos, ya sabéis: gimnasio, adelgazar, correr… ¿Y de futbol qué?,  El nuevo año nos regalaba un duelo en la cumbre El Pozo – Morata y para la tarde, para uno que es colchonero, un Atleti – Barça; trepidante sábado futbolero.

Como acabo, pues descalabro por la mañana y por la tarde, combate nulo en el ring del Calderón. El Barça puso toque y paciencia, el Atleti  corazón, empuje y presión, pero poco riesgo. El domingo, el Madrid resolvía con facilidad ante el Español, aprovechando la ocasión para recortar dos puntos. Resultado: Liga emocionante.

Pero chicos centrémonos en lo nuestro: el Pozo, en un partido en el que mostró unas ganas enormes, peleando cada centímetro del terreno de juego, nos goleó por 5-0 tras maniatarnos casi todo el partido. No voy a nombrar a ningún jugador, porque todos estuvisteis desaparecidos. El Pozo fue el equipo que llevó peligro cuando atacó y el que terminó haciendo los goles.

El equipo de la EDM no tuvo muchas opciones.

Nuestros chavales, como era de esperar, apostaron al principio del primer tiempo por aplicar la presión en la salida del balón, como en el último partido. Y así fue. Los primeros diez minutos fueron significativos. La presión era del Morata, lo que llegó a producir cierta inquietud en los entrenadores del Pozo, viendo a sus jugadores incapaces de salir de su campo. El problema que tuvimos es que esa presión inicial no se tradujo en ninguna jugada de real peligro en el marco del Pozo. Teníamos muchas dificultades pera llegar.

A partir del mencionado minuto 10, el Pozo empezó a soltarse y ganarnos terreno. As,í en el minuto 13, en una jugada que se originó en el centro del campo llegó la ventaja para el club rojillo. El jugador del Pozo, de fuerte disparo, hacía que Hugo se hiciese una impresionante parada. El balón repelió el larguero ,y desafortunadamente, otro jugador rival recogió el rebote para marcar el 1-0.

Durante este primer tiempo, el Morata siguió intentando conseguir el empate, pero teníamos muchas dificultades para llegar. No tuvimos ninguna ocasión de peligro y perdíamos todas las jugadas. Bien por intensidad o bien por anticipación, el Pozo nos ganaba en cada una de las acciones. No sé si nos condicionó el gol o si simplemente no estábamos, pero estuvimos nulos, sin la intensidad que requería el choque.

En el segundo tiempo, peor. Después de unos momentos de pelea en el medio del campo, la primera vez que el Pozo tuvo la pelota generó la jugada que terminó en el 2-0. Hubo unos instantes en que los nuestros intentaron sacudirse la presión, también motivado porque el Pozo replegó líneas. Varios contra-ataques de Pau traducidos en saques de esquina, pero ningún tiro a puerta. Al final, una buena ocasión en un disparo desde fuera del área de Diego, que el portero desbarató sacando una mano al borde del larguero. Muy pobre bagaje para un partido.

Los chicos del Alevín A lo intentaron,pero no obtuvieron fruto.

Ahí se acabó todo, un único tiro entre los tres palos en todo el partido. El Pozo volvió a echarse adelante y el 3-0 llegó uno instante después. El equipo rival no paraba de presionar, robar nuestra salida de balón y llegar por el centro con mucho peligro. Nuestro estilo 2-3-1, arriesgado en defensa, volcado en ataque, exige que los laterales apoyen a la defensa. Asimismo, el medio tiene que ayudar para conseguir superioridad en la salida de balón de nuestro portero, o si no, nos robaran todos los balones. O hacemos eso o cuando nos presionen mucho tendríamos que jugar con tres centrales. En caso contrario, chavales, estamos perdidos. Eso ocurrió el sábado, especialmente en el segundo tiempo. Ante equipos fuertes y con intensidad tenemos que defender fuerte, todos. No es un problema de la defensa, es un problema de carácter del equipo como bien os dijo Abel en el descanso. Tenemos que aprender a ahogar al rival, a luchar, a meter el pie y hacer faltas si es necesario, siempre con nobleza.

Somos el segundo equipo más goleador, con 48 goles, y está muy bien; pero el sexto más goleado, con 21 goles: no puede ser. Así no podemos mantenernos en cabeza de la clasificación. Hemos mejorado en intensidad defensiva cuando el equipo contrario saca de portería, pero tenemos que mejorar en la actitud defensiva en el centro y en nuestro campo. Como dice Diego: eres un pesado…vale, vale, ya os dejo. Continuo con el partido, aunque no hay mucho más que decir; con las cosas ya perdidas y la derrota aceptada, el panorama se puso mucho peor con el cuarto y el quinto gol. Muy duro correctivo para nuestro equipo.

A priori, chicos, no sois peores que ningún equipo de la liga, y si alguno piensa lo contrario, que se olvide. Sabéis jugar al fútbol y también tenéis carácter, solo tenéis que demostrarlo. Sin intensidad no hay fútbol, fútbol de competición, eso son pachanguitas como las del cole y solo nos servirá para ganar a equipos que tampoco pongan intensidad.

Al equipo de la Escuela le faltó algo de intensidad.

Que sacamos de bueno, pues esto:

• Que seguís siendo un equipo: ahí estaban Oscar y Paco, viendo el partido sin ir convocados, pero ahí estaban, todos cuentan, todos suman, todos aportan.
• Que estamos en los puestos de cabeza, cuatro equipos empatados y seguimos dependiendo de nosotros mismos, igual que el Real Madrid, Barça y Atlético.
• Que confío ciegamente en vosotros, sois magníficos chavales y sé que en los siguientes partidos vais a sacar vuestro carácter.
• De la derrota se aprende, porque caer solo nos hace más fuertes.

Para el próximo sábado, poneros en la pizarra de la habitación “INTENSIDAD”. Ahora queda que lo demostréis. ¡Vamos Morata!