El Benjamín E logra su primera victoria de la temporada, lo que aumenta el ánimo de jugadores y padres

El Benjamín E logra su primera victoria de la temporada, lo que aumenta el ánimo de jugadores y padres

Un triunfo cargado de esperanza

El equipo de Miguel Ángel Gómez, que había sufrido severas derrotas, muestra su mejor cara y suma su primer éxito del año, que ejerce de bálsamo y eleva la confianza y autoestima de chicos y adultos

  • El entrenador: “Estoy muy satisfecho con el trabajo de estos chicos, porque veo que mejoran. Y eso es lo importante”

  • Carlos Montero (jugador): “Me he dado cuenta de que puedo jugar mejor. En este partido mis compañeros y yo lo hicimos mejor que otros días”

  • Margarita Fernández (madre): “Es la mejor terapia que podían tener; se han animado mucho”

BENJAMÍN E

Alejandro Posilio

“Cuando mi marido llegó a casa, nada más verle la cara supe que el equipo de mi hija había ganado. Su cara expresaba una grandísima alegría, y la de Celia, igual. Eran el reflejo de la felicidad personificada. Era la primera victoria de la temporada y se notaba”. Son palabras de Margarita Fernández, madre de Celia Gutiérrez, jugadora del Benjamín E, equipo de la Escuela Deportiva Moratalaz que el pasado viernes, 17 de enero, sumó su primer triunfo de la temporada. Éxito que llenó de alegría no solo a todos los chavales de la plantilla, sino también a sus padres y a los responsables de la Escuela.

Si hace un par de meses las mieles del triunfo visitaron por primera vez a las huestes del Prebenjamín C, en esta ocasión le ha tocado el turno de conocer la gloria a los chicos y chica del Benjamín E, aunque en este plantel alguno de sus integrantes ya había vivido en sus carnes lo bien que sienta ganar. Porque el equipo que dirige Miguel Ángel Gómez se ha formado con jugadores de los prebenjamines B y C de la temporada pasada, más un buen número de nuevos chicos llegados de fuera de la Escuela.

benjamin E chica

Celia es la única chica del equipo.

La primera conquista de la última escuadra de benjamines de la EDM se produjo ante el Polígono H San Blas C por un ajustado resultado de 5-4. El choque comenzó muy bien para los de Moratalaz, pues se pusieron 3-0, aunque antes del descanso los visitantes acortaron distancias. Tras la reanudación, los locales dieron un nuevo impulso, que les sirvió para colocarse 5-1. Pero, la última parte del enfrentamiento se convirtió en un suplicio, pues el San Blas marcó tres tantos que pusieron el triunfo muy caro. Pero cuando el árbitro señaló el final del partido, la alegría estalló en padres, técnicos y jugadores del grupo de la Escuela.

“El rival era de un nivel similar al nuestro, pues tampoco había ganado ningún partido esta temporada. Pero mis chicos jugaron bastante mejor de lo que lo hacen habitualmente y demostraron que cuando se enfrentan a un rival que no es mucho mejor, pueden competir. Somos benjamines de primer año, y la mayoría de equipos de esta competición son de segundo año. Y a estas edades, esta diferencia influye mucho más que en cadetes o juveniles”, explica el técnico responsable de la escuadra.

«Disfrutaron como locos»

Sin embargo, Eva Rodríguez, madre de Carlos Montoro, se expresa de manera más apasionada. “Los chicos ganaron su primer partido porque hicieron un primer tiempo estupendo. Estuvieron muy bien colocados y se pasaron muy bien la pelota. La verdad es que disfrutaron como locos. Se les veía muy ilusionados. Y mucho más a los que metieron los goles. Estos estaban radiantes. Todos querían meter gol y por eso no lograron más”. Esta idea es compartida por Miguel Ángel Gómez, quien insiste en que los chicos estaban “muy contentos”, sobre todo los que habían logrado algún tanto, pero hubo alguno que llegó a llorar porque no había sacado el balón de la red. “Algunos no estaban todo lo contentos que deberían para ser su primera victoria, pero no marcaron y lo sintieron”.

Como es lógico, los protagonistas de la hazaña fueron los que más disfrutaron el éxito, aunque en distinto grado. Para el lateral Iván Ayuso, fue “toda una alegría; sentí una gran ilusión, igual que mis padres, que estaban supercontentos y se alegraron mucho de la victoria”. Mientras que el delantero Íker de Mingo se mostraba poco efusivo: “No sentí nada especial cuando ganamos. Salí igual de contento que cuando pierdo. Me da igual, lo importante es divertirse jugando”. Y eso, a pesar de que había logrado dos tantos.

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Los jugadores van a por todas.

El primero de chicos, que vive su tercera temporada en la EDM y estudia en la Sagrada Familia, daba sus razones: “Ganamos porque dimos mejores pases y jugamos mucho mejor que otras veces. Teníamos esperanzas de ganar porque iban clasificados atrás, como nosotros. Yo ya había ganado con otros equipos de la Escuela, pero esta es mi primera victoria con mi actual equipo y estoy muy contento. Ahora pienso que vamos a ganar más veces”. Por su parte, el segundo chaval mantenía su escepticismo: “Mi primer gol lo metí de porra, tras escaparse la pelota al portero; y el segundo lo logré por estar también a su lado”. Pero añadió: “Mis padres sí que estaban muy contentos por el triunfo, incluso mi hermano no se lo creía, porque como no habíamos ganado nunca…”.

A pesar de Íker, el sentimiento de euforia era la tónica general entre sus compañeros. Así lo atestiguó Aitor Bronchalo, que unas veces juega de delantero y otras de medio; “Sentí mucha ilusión cuando terminó el partido y me abracé con mis compañeros. Es mi primer año en la Escuela y es mi primera victoria, por lo que la alegría es mayor”. Este estudiante de la Ciudad de los Muchachos y madridista confeso vivió una ración doble de entusiasmo, pues además fue autor de uno de los goles: “Me la pasó un compañero y la desvió un defensa, y antes de que entrara, rematé y gol”. Y añade: “Cuando terminamos y fuimos con los padres, los míos me dijeron que ¡por fin! había ganado un partido”.

«Fue tremendo»

En esta misma línea de satisfacción la expresó el lateral Iván Serrano, estudiante del Pío Baroja y que también vive su primera temporada en la EDM: “La victoria me dio una gran alegría y mucho ánimo. Yo jugué mucho mejor que otros días. Y encima marqué un gol, quise engañar a dos defensas y metí el balón por el medio de ellos. Corrí, la cogí y batí al portero. Fue tremendo, ¡qué alegría me dio! Eché a correr para abrazarme con mis compañeros. Al final, mis padres estaban tan contentos como yo y me felicitaron”.

El defensa central y a veces mediocentro Carlos Montero ratifica el entusiasmo que ha producido la victoria entre el equipo: “Ahora me he dado cuenta de que puedo jugar mejor. En este partido lo hice mejor que otros días, igual que mis compañeros. Nos pasamos mucho mejor y corrimos más”. Pero este estudiante de la Sagrada Familia y socio del Atlético que el año pasado disfrutó de varias victorias en el prebejamín de segundo año vive con los pies en el suelo: “Esta temporada casi todos los equipos son mayores que nosotros, por eso no vamos a ganar mucho, porque nuestros rivales son más fuertes y mejores. Pero lo vamos a intentar”.

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La lucha a veces produce encontronazos.

El hecho de que el Benjamín E sea prácticamente un equipo nuevo, en el que la mayoría de los chicos no han jugado juntos antes, puede influir en la ausencia de buenos resultados hasta el momento, además de su menor edad. Pero su preparador opina que estas desventajas se pueden compensar por la ilusión que ponen en los partidos y entrenamientos: “Es un equipo en el que hay muchos niños inquietos, como la mayoría a estas edades, pero muestran una gran ilusión por mejorar todos los días. Es un grupo excelente, en el que no hay conflictos. Les gusta el fútbol a todos. En otros grupos siempre se ve alguno que está obligado, pero en este equipo se les ve disfrutar a todos”.

Esta opinión es compartida por Álvaro Villalba, coordinador de los equipos de la etapa de iniciación de la EDM, para quien el Benajmín E es un “grupo más homogéneo que los equipos de los que proceden la mayoría de ellos. Poco a poco se va a ver su buena evolución”. El responsable de los chupetines, prebenjamines, benjamines y alevines de la EDM defiende que las goleadas que ha recibido esta escuadra no ha afectado a sus miembros. “No es que se hayan acostumbrado a perder, pero lo llevan bien. El hecho de que sumaran cinco goles, cuando solo habían metido uno en los demás partidos, es significativo de su mejoría. Poco a poco van a ir mostrando signos de su buena evolución. Aunque esto no quiere decir que vayan a ganar muchos partidos más. Lo tienen difícil, pero algún triunfo más seguro que cae”.

No bajar los brazos

La victoria ante el Polígono H San Blas C ha situado a este equipo como último clasificado del grupo 34 de la categoría benjamín fútbol 7 y ha servido para que el grupo de la EDM ascienda a la antepenúltima posición, gracias a los cinco goles. El choque ante el rival intermedio, el club Capoca, que también ha ganado un solo encuentro, resultará decisivo para alejarse del  farolillo rojo. “Claro que podemos conseguir alguna victoria más _resalta Miguel Ángel_. Somos tres equipos que estamos en un nivel parecido, otros cinco o seis se sitúan un poco por encima y con el resto hay bastante diferencia. Intentaremos ganar a los de igual nivel, y luego, luchar contra los otros”. Y añade: “Los chicos entrenan bien y compiten bien. Pero si el rival es muy superior y el marcador es muy malo, bajan los brazos. De ahí que mi labor sea intentar que no lo hagan y que pemanezcan siempre activos”.

Los que parecen tan ilusionados como los jugadores por esta victoria tan motivadora son los padres de los protagonistas, quienes en algunos momentos pierden el ánimo por los duros resultados que algunas semanas cosechan sus vástagos. De ahí que el primer éxito de la temporada se ha convertido en toda una inyección de moral también para la tropa de incansable seguidores que siempre suelen formar los progenitores.

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Los chicos del Benjamin E aprenden rápido.

Así lo expresa Lurdes Ruiz, madre de Álvaro Domínguez y con otro hijo en alevines: “El partido fue muy emocionante, sobre todo para los niños, que llevaban toda la temporada sin ganar. La victoria les hizo mucha ilusión. Mi hijo metió un gol y estaba muy ilusionado, no paraba de repetirlo en casa. Les supo a todos como si hubieran ganado la Liga. Normalmente viene contento a entrenar, pero hoy mucho más”. Y continua su emocionado relato: “Los padres lo vivimos casi con tanta ilusión como los niños. Cuando al final casi empatan, todos comentábamos que hubiera sido injusto, que se merecían ganar. Ahora, la esperanza que nos queda es que ganen algún partido más. Todo sea por ellos”.

Mientras, Margarita Fernández, la madre de Celia Gutiérrez, la única chica del grupo, desgrana la reacción de esta joven apasionada del fútbol, que en los Reyes pasados recibió como regalo más ilusionante el atuendo del madridista Sergio Ramos: “Cuando volvíamos a casa, nos comentó que como no había marcado en este partido, ya dejaba de ser la pichichi del equipo, porque ella era la autora del único gol que habían marcado hasta ahora. Pero estaba muy orgullosa porque había defendido muy bien y también había tenido una ocasión clara de gol”. Además, expone el carácter balsámico que puede tener este primer triunfo: “Es la mejor terapia que podían tener. Se han animado mucho. Saben que van a perder más partidos, pero han cargado las pilas para intentar que los resultados no sean tan abultados en contra. Este éxito les va a dar mucha confianza”.

Eso es lo que igualmente espera Miguel Ángel Gómez, para quien esta victoria también significó una importante alegría, a pesar de que este técnico de la EDM comparte esta responsabilidad con la dirección del Cadete B y su puesto de segundo entrenador del Aficionado A: “Como disfruto entrenando a estos chicos, aunque perdamos muchas veces, para mí fue muy bonito verles tan alegres y contentos cuando terminó el partido. Esta victoria no significa que lo esté haciendo bien, porque las derrotas sufridas evidenciarían que lo estaba haciendo mal. En estas edades no hay una relación directa entre la calidad del trabajo que se lleva a cabo y los resultados. Existen otros muchos factores que influyen. Estoy satisfecho con el trabajo de estos chicos, porque veo que mejoran. Y eso sí es importante”.

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Los jugadores recibieron un refresco y un paquete de chucherías.

Vídeo de las declaraciones de los protagonistas de la primera victoria.