¡Ya no somos los últimos!
Polémica gran remontada del equipo dirigido por Fran Morillas con un penalti dudoso y gol fantasma en el último minuto
Alineación
EDM Prebenjamin E: Joel, Luis, Javi, Ángel, Iván, Jorge, Andrés; Íñigo, Raúl y Rubén.
Goles: Primer tiempo: 0-1 (m.14); 1-1 (m. 15): Luis, después de un contragolpe y recuperación.
Segundo tiempo: 2-1 (m.15): Luis, de penalti.
Crónica de Manu Fernandez (padre de Iván)
Ya comentábamos en anteriores crónicas cómo había mejorado el equipo y cada viernes lo seguimos comprobando. En un partido en el que estaba en juego quién será el último clasificado, nuestros chavales tuvieron fe para remontar un partido muy igualado y competido. El primer tiempo pasó muy igualado y con pocas oportunidades claras, estrellándose los ataques en las ordenadas defensas. Hasta los últimos minutos, en los que se adelantó el Juventud Madrid con un tiro fuerte y cruzado. A continuación un brillante contragolpe de Luis, en el que se va de dos contrarios, pierde el balón y es capaz de recuperarlo, para finalmente marcar sólo ante el portero.
El segundo tiempo fue mucho más interesante. Los primeros minutos son de claro agobio para nuestro equipo. En una buena jugada, un jugador suyo se planta sólo ante Joel, pero es derribado por Iván. Falta al borde del área. El lanzamiento de la falta por encima de la barrera parece perfecto, pero golpea el larguero y se despeja el peligro (“después de esto, hoy ganamos seguro”, se oye desde la grada). En los últimos minutos es nuestro equipo el que aprieta y llega a zona de peligro de los rivales, sacando varios córners. Hasta la polémica y última jugada. Córner en el último minuto. Jorge pelea por la posición en el primer palo ante dos o tres contrarios. Uno de ellos finalmente “se pica” y empieza a agarrarle y empujarle. El árbitro lo ve y pita el discutible penalti. Luis lanza y el portero detiene en primera instancia, pero el balón se le escapa de las manos y empieza a deslizar lentamente hacia el palo derecho de su portería. Desde la grada se grita “gol” cuando el balón todavía no ha superado la línea. El árbitro pita y señala el centro del campo, gol fantasma.
Una pena que este extraño final lo empañe algún papá (los menos) del equipo rival, con gritos y palabras que deberían desaparecer de todos los campos de fútbol, pero especialmente en los que juegan niños, a los que hay que educar y enseñar, entre otras cosas, respeto. ¿Qué más da ganar o perder?, ¿ser últimos o penúltimos? Nuestros chicos se lo pasan bien, luchan muchísimo, aprenden conceptos futbolísticos (de momento se ve un equipo ordenado, se ve intensidad), y se divierten, y eso es lo que debería importarnos. Esta vez nos tocó ganar como otras veces nos ha tocado perder. Esperemos que padres, afición y jugadores del Prebenjamín E sigamos dando ejemplo de deportividad, animando continuamente a nuestro equipo, aplaudiendo a los rivales tanto si ganan como si pierden, y dejando al árbitro hacer su trabajo tranquilamente.
Quedan pocos partidos en los que se pueda rascar algo, pero nada es imposible y algún día es posible conseguir algún que otro punto, que seguramente nos haría quedar en un meritorio noveno puesto.