El líder fue más eficaz
Buen partido del Morata contra los primeros de la tabla, pero el equipo de la Escuela pagó demasiado caro los errores y el rival sacó petróleo de lo poco que propuso sobre el campo
Alineaciones
EDM Cadete B: Adri, Choa, Marc (Adrián, m. 62), Kike, Marcos (Sergio, m. 41), Javi, Miguel (Miguel m. 62), Mario (Alex, m. 62), Nico (Belloch, m. 41), Antonio y Jordi.
Rayo Vallecano A: Constantin (Luis, m. 69), Pedro, Guillermo, Rubén, Andrés, Sandro, Daniel (Kevin, m. 58), Samuel, Víctor (Miguel, m. 49) Daniel Rodrigo, Adino (Hugo, m. 68).
Crónica de José Manuel Llorente; fotos de Miguel Agenjo
A madrugar para enfrentarnos al Rayo Vallecano, primero en la tabla y que nos daría la verdadera medida de nuestro cadete. El partido empezó con muchísimo ritmo y los locales se sentían mejor que los visitantes. En el minuto 1, Miguel pega un cambio de banda, para que Jordi, en el pico izquierdo del área, la controle y juegue con Marcos de primeras, y éste, después de ganar la línea de fondo, le ponga en la cabeza a Antonio un centro que el delantero yerra por poco.
El Morata achuchaba y Mario tuvo en dos jugadas calcadas casi seguidas la oportunidad de encontrar puerta con sendos disparos desde la frontal, al aprovechar los rechaces generados de jugadas frustradas. El primer tiro del Rayo llegaría en el minuto 10, el primero de los cuatro que realizó en todo el partido. Sandro hace un buen movimiento, escoradito a la derecha, y desde fuera del área le pega flojito a las manos de Adri.
El juego lo poníamos nosotros, pero el Rayo no va primero por casualidad. Un equipo que se ordena muy bien desde atrás y saca petróleo de lo poquito que genera. En el minuto 23, una falta rigurosa por juego peligroso le daría la oportunidad a los de blanco de adelantarse en el marcador. Un libre indirecto perfectamente ejecutado por Andrés, que después de dos toques, la revienta, alojando el cuero en la malla de la portería local. Y así se llegó al final de la primera parte, con el juego de nuestra parte y el marcador de la suya.
En la reanudación, los de negro salieron a por todas, muy seguros en el centro del campo tocaron y tocaron para llegar a la portería rival. Y así, en el 42, Miguel saca magníficamente un córner desde la izquierda, con rosca y al segundo palo, donde Antoni no acierta con la cabeza para poner el empate. Sería en otro corner y tres minutos después cuando llegarían las tablas. Miguel saca otro saque de esquina, esta vez más corto, y el balón rebota en Mario, que no puede controlarla y Belloch, de espuela, con un remate casi acrobático, pone el 1-1, que hacía justicia a lo visto en el campo.
El Morata igualaba el partido con la inercia del perseguidor y sabiéndose mejor en ese momento sobre el terreno, jugando bien al fútbol y yendo a por el encuentro. En el 48, un juego peligroso en el punto de penalti y en el 51 una jugada en banda derecha de Choa demuestran que los locales merecieron más, pero ni Jordi primero ni Javi después aciertan con el remate.
Sin embargo competir también es fútbol y quizás sea una de las cosas que todavía nos falta y el Rayo en eso es Cum Laude. En el minuto 54,el Rayo se puso por delante sin tener siquiera que chutar a puerta, demostrando que a veces en el fútbol, como en la vida, basta con estar en el sitio adecuado en el momento oportuno. Y nada más. Parecerá baloncesto pero fue así, rebote de Sandro y 1-2.
Morillas movió banquillo y puso defensa de tres, para arañar al menos el punto, que en mi humilde opinión nos merecimos, pero el Morata notó el crochet, como un boxeador tocado, y con más corazón que cabeza buscaba una y otra vez a su rival en el cuerpo a cuerpo. Los vallecanos, una vez más, demostraron que el balón parado es un arte del juego, y le propinaron a los morataleños, un directo al mentón en forma de gol a la salida de un saque de esquina. Un cabezazo de Samuel que daría con los de negro en la lona, una lona de la que ya no se levantarían hasta el final del partido. 1-3 y se acabó el encuentro.
Lo dicho, un partido que jugamos bien, en el que propusimos más que el rival y donde pagamos muy caros los errores en los dos áreas y que acabamos perdiendo. Quiero felicitar a nuestros chavales por el fútbol que proponen, por ser valientes al intentar practicarlo y por cómo trabajan, y les emplazo a competir más y mejor, porque al igual que el juego, eso también se aprende.