Partido rudo y brusco sin tiros a puerta
La superioridad en edad y la fortaleza física del rival marcaron la diferencia
Alineaciones.
EDM Alevín C: Richi; Guti (Gonzalo E. m.31), Vallejo (Gonzalo R. m. 31), David, Juan B, I. Mike (Alfonso m. 31), Andrés (J. Escudero m. 31), Miguel, Jorge (Arturo m.31), Canorea y Tristán.
Club Polígono H San Blas A: Daniel; Diego, Celia (Rubén m.31), Alejandro G. (Ezequiel m. 39), Mario (Iván m. 45), Alejandro M. (Daniel m.31), Carlos, Gilbel, David, Manuel y Álvaro (Juan m. 35).
Árbitros: Sanz Corbacho, Jairo. Mostró tarjeta amarilla a Álvaro (m. 27).
Goles: 0-1 (m. 9): Alejandro G, 0-2 (m. 20): Manuel y 0-3 (m.24): Carlos.
Crónica de Alfredo Pascual; fotos Antonio Canorea
Una jornada más, nos reunimos al amanecer para disputar un encuentro, que ya se esperaba que fuera duro y difícil. A nuestro favor: nuestro juego, más técnico y de más calidad, y el hecho de jugar en casa; y en contra: la superioridad del equipo contrario en edad, altura y fortaleza física, que serían un obstáculo que deberíamos vencer.
Sonó el silbato del árbitro a las nueve, hora zulú, y dio comienzo el encuentro. El primer ataque sería el nuestro, pero sin mucha efectividad, ni siquiera logramos acercarnos a las inmediaciones del área rival. Acto seguido, apresaron el balón y todo el juego se desarrolló en nuestro campo. Tímidos ataques sin complicaciones eran cortados por el Polígono, que no le importaba utilizar su mayor fortaleza para destruir nuestra jugada. Jorge fue víctima de una entrada en mitad del camp, que le retiró del terreno de juego para ser asistido.
La mayor parte de nuestro juego se canalizaba por la banda derecha, donde Guti luchaba por llegar a los balones lejanos que ponía Vallejo. Otro tanto ocurría con I Mike y Juan B, que no podían superar a unos adversarios aumentados de tamaño y fuerza.
En estas estuvimos toda esta primera parte, no nos sacudíamos la presión del Polígono, que una tras otra nos empujaba hacía nuestra meta sin poder rechazar su ataque corrosivo, anotando su primer gol en el minuto 9. Un intervalo de unos 10 minutos, donde intentamos desarrollar alguna jugada, sin llegar a conseguirlo y sin poder practicar ningún tiro a puerta. Encajamos un segundo gol en el minuto 20, fruto de un saque de esquina, un remate de cabeza que perforó la meta de Richi. No podíamos seguir así sin jugar al fútbol contra un conjunto que utiliza el pelotazo como su principal arma de ataque.
El 0-3, fue anotado en el minuto 24. Andrés recogió el balón del fondo de la portería y se encaminó al centro del campo con el objeto de volver a sacar y de que la fuerza y el coraje cambiaran la situación. Fue imposible. Tras la consecución de su tercer gol, espoleados por su técnico desde la banda, el Polígono incrementó su rudeza. El árbitro les tuvo que mostrar una tarjeta amarilla en el minuto 27 por una dura entrada. Y así llegó el final de la primera parte. El grado de preocupación era latente en la cara de nuestros jugadores.
Cinco cambios en el descanso intentarían dar la vuelta a un encuentro que se había puesto muy cuesta arriba. El equipo adquirió más velocidad y ataque, los cambios efectuados nos traían energía renovada, con ello iniciamos una serie de jugadas donde J. Escudero tuvo de nuevo varias oportunidades de gol. El Polígono flaqueaba, pero aún se mantenía intentando cortar todos nuestros contraataques en el centro del campo. Dispusimos de más ocasiones y tiros a puerta con jugadas a balón parado. Tras efectuar dos saques de esquina mejoramos, pero no fue lo suficiente como para mover el resultado en el marcador. Y así, luchando hasta el final, terminamos el partido.
Cada uno consiguió su objetivo, el nuestro era sencillamente jugar al fútbol.
¡¡¡¡VAMOS MORATA!!!!