Un título y tres subcampeones dan lustre a los conjuntos más jóvenes de la EDM
El Benjamín A acabó una año más líder, mientras que el Benjamín B y los prebenjamines A y D se alzan hasta el segundo peldaño en una gran temporada del resto de equipos de las categorías menores
Alejandro Posilio
Este fin de semana, todos los equipos de la EDM llegan al final de sus respectivas ligas. Y una vez que las 38 escuadras de la Escuela echan el cierre a la temporada oficial, es hora de hacer balance. Y se puede afirmar si temor a equivocarse que la campaña 2015-2016 ha sido una de las mejores a nivel general de los últimos años, pues nada menos que cuatro escuadras, Benjamín A, Infantil B, Infantil C y Cadete B, han quedado campeonas de sus respectivas ligas, logrando de paso el ascenso a una categoría superior en las tres últimas.
Además, y tan importante como el dato anterior, es que ningún conjunto de la Escuela ha descendido de categoría, lo que demuestra que el nivel de calidad medio de los equipos de la EDM es cada vez más alto. De hecho, esto no se producía desde la campaña 2007-2008, en la que ningún equipo vivió las hieles del descenso. Este logro ha servido para que desde alevines hasta juveniles, la ED Moratalaz esté representada en casi todas las categorías existentes en la Real Federación de Fútbol de Madrid.
Y como es hora de analizar la temporada, seguidamente se va a realizar el balance equipo por equipo de lo acontecido en la campaña 20015-2016, que ha terminado para una gran parte de ellos y que este fin de semana se cierran las competiciones oficiales. En este primer capítulo se analiza la actuación de las escuadras compuestas por los más pequeños de la Escuela: chupetines, prebenjamines y benjamines, todos ellos pertenecientes a la etapa de Iniciación.
Así, los doce equipos de la EDM integrados por las generaciones más jóvenes de la Escuela han cumplido con creces los objetivos previstos al inicio de temporada. A estas edades tan tempranas, el principal propósito es que disfruten y aprendan, y todas las escuadras se han dedicado a ello con fruición. Aún Así, entre los más peques de la casa se ha alzado un campeón, Benjamín A, y tres subcampeones: Benjamín B y los prebenjamines A y D. Todo un éxito.
A continuación se analiza la actuación equipo por equipo, empezando por los más pequeños.
Chupetín B: ya juegan mucho más en equipo
En esta categoría, en la que los jugadores casi no pueden con el balón, la RFFM no elabora clasificaciones de los grupos, evidenciando que la competición a estas edades no tiene ningún valor. Aunque este equipo no puede presentar un balance de partidos perdidos, empatados y ganados, ni de goles, pues no participa en competición oficial, su entrenador, Víctor de la Puente, Tores, tiene muy claro que las previsiones iniciales se han cumplido: “Los chicos han venido encantados a entrenamientos y partidos, con toda la ilusión y las ganas del mundo. Y como los objetivos primordiales son que disfruten de cada momento, que lo pasen bien y quieran seguir participando, se han logrado en todos sus términos”.
Tores, ayudado por Jordi Rosell, asegura que las previsiones iniciales sobre este conjunto estaban ajustadas a sus posibilidades, puesto que algunos de sus integrantes ya habían jugado el año pasado en la Escuela y habían disfrutado con el fútbol: “Lo mejor de la temporada ha sido el buen grupo que se ha formado, ya que no todos se conocían de otros años. Lo que más se disfruta es el día a día, ver sonreír a los chicos y notar que les encante ir a entrenar”.
Para finalizar, el técnico revela los aspectos en los que los jugadores evidencian más su mejoría: “Juegan mucho más en equipo y así se divierten todos. Ya han empezado a entender conceptos y principios muy simples”.
Chupetín A: buenos pases e incluso regates
Cómo sucede con sus compañeros del B, la RFFM no elabora una clasificación con los partidos disputados. Así pues, no se puede hacer un balance de números, aunque sí de otros valores. Y al igual que sus compis, ha sido una temporada magnífica para los más peques de la casa. Así lo atestigua su entrenador, Jorge García: «Se han cumplido los objetivos inicialmente previstos porque han aprendido y se lo han pasado muy bien. Como a estos niños tan pequeños no se les imponen objetivos como tal, simplemente intentamos inculcarles valores como el respeto a los demás, la amistad, la generosidad y el compañerismo».
El preparador de este grupo se muestra convencido de que la evolución de estas futuras estrellas a lo largo de toda la temporada ha sido más que positiva: «Lo mejor del año lo hemos vivido todos y cada uno de los días que han venido a entrenar y a jugar partidos. Verles cómo disfrutan haciendo lo que les gusta llena a cualquiera de alegría. Y en el aspecto puramente técnico, su mejora se puede apreciar en que muchos llegaron al principio de la campaña sin saber tocar un balón y ahora la acaban haciendo muy buenos pases, incluso regates».
Prebenjamín E: los hándicaps no les quitaron la sonrisa
Equipo integrado mayormente por chicos que nunca habían jugado al fútbol, competía en el grupo 34 de su categoría. Además, sus integrantes contaban con el hándicap de que la mayoría de los rivales eran conjuntos formados por jugadores de segundo año, por lo que ganar un partido se concebía inicialmente como una hazaña. Pero el duro trabajo y esfuerzo de jugadores y técnicos ha servido para evitar la última plaza de un campeonato de diez equipos, gracias a la retirada de uno de sus rivales. Al final, sumaron 6 puntos, con 9 goles a favor y 140 en contra.
A pesar de todo, su entrenador, Nacho Andrés, se muestra más que satisfecho por lo realizado por sus chicos: “Las previsiones iniciales eran que aprendieran lo máximo posible, que lo pasaran bien, que se formaran como personas a través del deporte y, sobretodo, que disfrutarán. Y lo han hecho todo”. Y añade: “En los partidos amistosos hemos metido más goles, ya que jugábamos contra equipos más o menos de nuestro nivel, y hace una semana conseguimos ganar nuestro primer encuentro de la temporada, quedando 4-3.”
El técnico, ayudado por Juan Alonso, tiene claro qué ha sido lo mejor de la temporada: ”Pasara lo que pasara, siempre se iban felices a casa, sin importarles haber perdido un partido por 10-0”. Y aunque reconoce que no ha sido un año fácil, resalta que “la felicidad que trasmiten” no la cambia por nada. Y su satisfacción es todavía mayor al comprobar la excelente evolución de sus pupilos: “A principio de temporada, muchos chicos no sabían ni lo que era un campo de fútbol, pues cogían el balón con la mano. Ahora los ves en los partidos o entrenamientos y se nota que su evolución ha sido muy positiva y que todos han mejorado tanto técnicamente como tácticamente”.
Y Nacho de Andrés quiere ser más preciso: “Hacen todo mejor que al principio. Hemos conseguido que no vayan juntos a por el balón, aunque nos cueste un poco todavía posicionarnos en el campo. Son felices, bromean entre ellos y con los entrenadores. Incluso en el comportamiento han mejorado. Inicialmente estaban muy distraídos, no escuchaban y se reían de otros compañeros, pero con el tiempo lo hemos ido solucionando y ahora escuchan todos, se respetan y tienen ganas de aprender”.
Prebenjamín D: gran capacidad de aprendizaje
Este conjunto formaba parte del grupo 32 de la categoría prebenjamín, junto con el B y el C de la EDM, y acabó como el mejor clasificado de los tres, en un fabuloso segundo puesto, con 34 puntos, gracias a sus once victorias y un empate, con solo cuatro derrotas. Con un poderío anotador llamativo: 71 goles a favor y 38 en contra.
La destacada actuación del equipo dirigido por Jordi Rosell ha estado basada, según el técnico, “en el buen fútbol que ha realizado el equipo durante todo el año, pues la mayoría ya había practicado este deporte y evolucionó positivamente con mucha rapidez”. Como todos los conjuntos formados por jugadores tan pequeños, la finalidad de esta actividad es “que los niños se lo pasen genial, que aprendan a jugar en equipo y que mejoren sus cualidades técnicas, sin importar lo más mínimo los resultados ni las clasificaciones”.
Este preparador, que también es jugador del Primer Equipo de la Escuela, resalta que lo que más le ha llamado la atención de sus pupilos ha sido “verlos mejorar día a día en todos los aspectos. Tienen una capacidad de asimilar novedades que ya la quisiera para mí”. Y para ser más práctico, enumera dos aspectos puntuales en los que la evolución de los chicos ha sido destacable: “Han mejorado mucho técnicamente y han aprendido a jugar en equipo”.
Prebenjamín C: la alegría contagiosa
Escuadra integrada por jugadores de primer y segundo año, no destacaban por su gran técnica, por lo que las previsiones no eran muy halagüeñas. Formaba parte del grupo 32 de su categoría y terminó la campaña en un satisfactorio séptimo puesto, de un grupo de nueve clubes. Al final sumó unos muy valiosos 13 puntos, pues logró ganar cuatro encuentros y empatar otro. Su balance goleador ha sido de 36 tantos a favor y 68 en contra.
En líneas generales, el equipo dirigido por Álvaro del Rosario, ayudado por Rodrigo Posilio, ha conseguido mejores resultados de los esperados inicialmente. Así lo atestigua su técnico: “Las expectativas se han cumplido. No era un grupo muy fuerte técnicamente, por lo que si se conseguía ganar algún duelo, era un gran resultado. Y al final lo lograron cuatro veces en partidos oficiales. Como prebenjamines, no se había calculado un objetivo previo en cuanto a resultados se refiere. Y la misión principal de ayudar al desarrollo de los jugadores en todas sus vertientes, no solo la deportiva, creo que se ha conseguido”.
De Rosario tiene claro qué ha sido para él lo mejor de la temporada: “He sido muy feliz cuando los chicos se iban contentos tras una victoria. La alegría que mostraban era contagiosa”. Y resume la mejoras que ha visto en sus jugadores a lo largo de la campaña: “Ahora es un equipo que se coloca mucho mejor y la mayoría de jugadores saben qué hacer en cada momento, independientemente de su nivel técnico”.
Prebenjamín B: gran mejora en la toma de decisiones
Gran temporada la del grupo dirigido por Álvaro Cabezuelo y Alberto Gómez. Integrado en el Grupo 32 de su categoría, ha finalizado la campaña en una extraordinaria tercera posición, de nueve clubes. Ha sumado 34 puntos, al conseguir once triunfos y un empate, con un balance goleador sobresaliente, 91 goles a favor y 34 en contra.
Para el técnico, sus chicos han tenido “una gran progresión desde principio de temporada hasta el final”. Y lo más importante para él: “Creo que han disfrutado mucho y han mejorado enormemente”. Cabezuelo aclara que en prebenjamines, el único objetivo que se diseña a principio del curso es que los chicos disfruten todos los días que van a entrenar y a jugar. “Y esto lo han logrado de manera evidente”, señala.
En cuanto a la evolución de sus pupilos, el preparador es claro; “La mejoría del juego desde septiembre a los últimos meses es evidente. Gracias al empeño de los chicos por mejorar, el equipo ha dado un gran cambio”. Y precisa algo más en qué aspectos se han producido los principales avances: “Entienden cómo se tienen que colocar cuando poseen el balón y cómo hay que hacerlo cuando no lo tienen. También han mejorado en la toma de decisiones cuando llevan el balón. Cada chico ha ido interiorizando conceptos básicos para practicar el fútbol”.
Prebenjamín A: un magnífico ambiente de grupo
El primer equipo prebenjamín de la EDM ha terminado la campaña en un magnifico segundo puesto, de diez clubes participantes, aunque no ha tenido muchas opciones de acabar líder por la potencia del primer clasificado, la EDM San Blas A, que no ha dejado escapar ningún punto. En total, la escuadra de la Escuela ha sumado 45, con 15 victorias y tres derrotas. Su balance de goles es contundente: 98 a favor y 20 en contra.
Este grupo sufrió la desventaja de un cambio de entrenador en mitad de la temporada, pues el preparador inicial, Abel Pastor, se marchó a estudiar a Inglaterra. Y a pesar de ello, su sustituto, Alejandro Carballo, asegura que la progresión de sus integrantes “ha sido buena”, si bien reconoce que con un poco más de suerte y acierto podrían “haber acabado líderes”. Este joven técnico gallego se muestra exigente con lo que se esperaba de este conjunto: “Al tratarse de un prebenjamín, no se diseñan un objetivo determinado, pero creo que se podrían haber alcanzado niveles más altos”.
El preparador se declara satisfecho de la mejoría mostrada por sus pupilos, “pues es evidente”, pero destaca que lo que más le ha gustado ha sido el “magnífico ambiente de grupo que han vivido todos juntos”. Y concluye: “En estas categorías, la mejora es muy grande en muchos aspectos, como para resaltar solo uno que hagan mejor. Por suerte, son muchos y estamos contentos por eso”.
Benjamín E: competir olvidándose de los resultados
Integrado en el grupo 39 de su categoría, la plantilla dirigida por Antonio Caballero, ayudado por Berni Rodríguez, ha tenido el mérito de evitar la última plaza de la tabla, formada por doce clubes. Tras la conclusión, sumó siete puntos, al logar dos victorias y un empate, con un duro balance de goles: 30 a favor por 127 en contra.
Sin embargo, estos datos no desaniman a su responsable técnico: “A nivel individual, cada uno de los jugadores ha progresado a lo largo de la temporada y, lo más importante, ha conseguido divertirse. Acabamos contentos el curso y, sobre todo, con ver la ilusión de los chicos por mejorar cada día”.
A sabiendas de que la última escuadra benjamín de la Escuela no andaba sobrada de técnica, los objetivos iniciales eran otros: “Teníamos varios y de diferente nivel. En primer lugar, que todos los jugadores cada día saliesen del entrenamiento felices y con ganas de volver al día siguiente, así como que se divirtiesen lo máximo posible. Después, concretando más, el objetivo principal era que cada uno progresase a nivel individual y, después, a nivel de grupo”. Y añade: “Estas previsiones estaban ajustadas a la realidad, porque nos hemos planteado objetivos que únicamente dependían de nosotros, sin valorar resultados de la competición ni el rendimiento en ningún momento, lo cual creo que era bastante difícil de conseguir”.
Para Caballero, lo mejor de la temporada ha sido, “sin lugar a dudas, ver la ilusión de los jugadores cada uno de los días de entrenamiento y partido, y el grupo de amigos que han formado. Han conseguido competir olvidándose de los resultados, únicamente centrándose en ayudar al compañero e intentando mejorar cada día. No hay satisfacción mayor que celebrar un gol, independientemente del resultado del partido”.
Y para precisar más, revela en qué ha mejorado su equipo: “En no sentirse inferior a ningún jugador ni a ningún grupo, más allá de los resultados; en aprender a valorar y aceptar que la progresión de cada uno es diferente y en darse cuenta de que a su edad hay cosas mucho más importantes que ganar o perder un partido”.
Benjamín D: la autoconfianza al poder
Excelente campaña la protagonizada por el grupo dirigido por Hugo Díaz, ayudado por Javier García. Integrado en el grupo 39 de su categoría, ha ocupado una destacada tercera plaza de doce clubes. Ha finalizado el curso con 57 puntos, gracias a sus 19 triunfos y solo tres derrotas, sin haber conocido el reparto de puntos. Ha sumado cien goles más de los que le han metido (131 frente 31). Solo ha celebrado uno menos que el líder.
Para el locuaz responsable técnico, la clave del éxito reside en “el equipazo” que le ha tocado en suerte. “No solo en cuanto a los chicos, sino también en todo lo que les rodea, familiares incluidos. Todos impresionantes. Son enanos de tamaño, pero qué grandes como personas todos mis niños”.
El mayor de los hermanos Díaz explica que en estas edades no se fija ningún tipo de objetivo previo en cuanto a competir se refiere, pero que la finalidad de adquirir con esta edad toda una serie de conceptos “la han completado con sobresaliente, superando lo que se esperaba a principio de curso”. El preparador especifica un poco más: “Creo que el equipo ha mejorado mucho. Los chicos han adquirido muchos conceptos nuevos, se asocian muchísimo más entre ellos, sacan el balón desde atrás muy bien y con confianza y, sobretodo, han mejorado en tener todo muy claro y hacer su labor con confianza”.
En su enorme entusiasmo, Hugo culmina su panegírico: “Creo que son un equipo con mayúsculas. Sus integrantes están muy unidos fuera y dentro del campo. Estoy deseando poder repetir otro año con ellos. Ha sido un año 10 a su lado”.
Benjamín C: claro progreso en la combinación y el entendimiento
Los chicos de Nauzet Santana y Javier Díaz terminaron el campeonato en una honrosa octava plaza, de doce contendientes. Culminaron el curso con 23 puntos, al situar en los casilleros siete triunfos y dos empates. Eso sí, el balance de goles es desfavorable (41 a favor por 81 en contra).
En línea con sus compañeros, el técnico canario indica que “la única previsión inicial era continuar con la formación que ya tenían y que progresaran durante todo el año, partiendo de la base de que venían a jugar para divertirse y de que les gustase cada entrenamiento y partido”. Y aclara que los objetivos de este equipo eran como los del resto de la categoría: “Que todos los chicos jugasen, aprendiesen y se divirtieran, como debe ser para estas edades de formación”.
En cuanto a lo mejor de la temporada, Nauzet es conciso: “Han disfrutado del aprendizaje de todo el equipo”. Aunque intenta ser algo más preciso: “Con el paso de los meses, han aprendido a combinar mejor que al principio. Ahora entienden mejor el juego y lo que hacen, y se esfuerzan más”.
Benjamín B: a un punto del líder
Magnífica temporada la protagonizada por el plantel que dirige Javier Cabanillas, Chuky, que ha contado con la colaboración de Alberto Duro. Ha sido uno de los dos subcampeones que ha tenido la Escuela en esta etapa de Iniciación, en un grupo de doce rivales, y solo le ha faltado un punto para terminar campeón de liga. Alcanzó los 60 puntos, tras añadir 20 victorias y solo sufrir dos derrotas, sin empate alguno. El balance goleador es envidiable: 119 a favor y solo 31 en contra.
Y ante estos datos, su responsable técnico se muestra eufórico: «Se ha cumplido las expectativas de manera increíble. Nunca había llevado un equipo de peques y me han hecho disfrutar. El equipo ha madurado y ha conseguido en algunas fases de la temporada realizar un juego muy bueno. La evolución de manera individual ha sido muy grande, pero como grupo ha sido increíble».
El objetivo propuesto por la Escuela a principio de temporada era conseguir que todos los chicos crecieran tanto personal como futbolisticamente, y todo ello con una sonrisa en sus caras. Y parece que se ha conseguido. «Lo mejor de la temporada ha sido, el equipo, con mayúsculas. Son un grupo magnífico, que ha crecido tanto individual como colectivamente. Nos han hecho disfrutar muchísimo», defiende Chuky, que precisa: «Han mejorado como grupo, realizan un fútbol mucho más combinativo, entienden mejor las diferentes situaciones que se les pueden dar en un partido y cómo solucionarlas. Son unos cracks».
Benjamín A: apabullante campeón
Ha sido el único equipo campeón de la Escuela entre las categorías menores. De hecho, en las últimas ocho temporadas ha quedado primero de su grupo en siete. En esta plantillade este año se han reunido los mejores jugadores de la Escuela de estas edades, por lo que el plantel dirigido por Víctor de la Puente, Tores, y Alejandro Carballo ha cumplido con creces sus expectativas. La próxima semana tiene que ratificar su poderío en el torneo de Campeones, en el que se enfrentará a los mejores conjuntos de la Comunidad de Madrid.
En el grupo 31 de su categoría, compuesto por once clubes, no ha tenido rival, pues ha ejercido de líder de principio a fin. Ha ganado los 20 choques disputados, con un balance goleador asombroso: 157 a favor por 12 en contra. Así lo ratifica su responsable técnico: “Se han cumplido las expectativas iniciales, porque creo que el grupo ha mejorado deportivamente en sus capacidades y ha habido muy buen ambiente en todo momento. Hemos vivido instantes para estar de broma y otros para trabajar al máximo. Hemos quedado en primera posición en la liga y hemos jugado a buen nivel en algunos torneos que hemos disputado, aunque en otros no”.
Tores aclara que la obligación inicial de su equipo era “hacerlo bien”. “Y creo que hemos demostrado que somos un buen equipo y que los chicos han disfrutado del fútbol. Inicialmente se nos exigía acabar primeros, porque se sabía que era un equipo muy completo”, subraya.
Y aunque el preparador podría destacar muchos aspectos positivos que ha vivido esta campaña, precisa: “Lo mejor han sido las relaciones con los jugadores, las risas y las bromas de los entrenamientos y de los partidos, mucho más que los resultados deportivos. La convivencia en el torneo de La Granja fue muy positiva”. Y para visualizar un poco mejor la evolución positiva de estos chicos, manifiesta: “Han mejorado en todos los conceptos relacionados con el modelo trabajado. Y en muchos chicos, aunque no en todos, la competitividad”.