RESISTENCIA Y COLECTIVO DEL ALEVÍN F7 A
El Alevín F7 A cayó derrotado por 2-3 contra el Leganés en un partido de casta del Alevín F7 A contra el segundo clasificado del grupo 2 de la División de Honor donde Rubio tuvo poco que reprochar a los chavales en cuanto a entrega y motivación. Pese a que resistimos todo lo que pudimos, un tanto a 13 minutos del final no tradujo en resultado el excelente trabajo realizado por los verdinegros en la soleada mañana sabatina.
En una primera parte claramente de menos a más, los chavales morataleños supieron reponerse a dos mazazos para llevar la igualada al marcador antes del descanso. Los duelos en la presión en el segundo tercio del terreno de juego fueron fundamentales para controlar el centro del campo y, por lo tanto, el partido.
Solo la calidad de una cantera como la del Leganés provocó que, al cuarto de hora, el marcador señalase el 0-2. Gran mérito tuvo su primer tanto en una buena combinación entre los pepineros Aarón, Álvaro y Dani que éste último se encargó de remachar a la red. Poco después, el segundo en el que Aarón nos hizo facturar el canon del ADN Moratalaz. Riesgos que hay que asumir si se quiere seguir aprendiendo.
Entremedias, los verdinegros ya empezaban a controlar la zona ancha. La intensidad en los robos originó que Lucas Martín rematase tras recuperación de Martín Pavón, y que el propio Lucas Martín interceptase una cesión al portero provocando incertidumbre en el Urbis. Tras el 0-2, bien es cierto que nos costó recobrar el pulso al encuentro pero, cuando lo conseguimos, la recta final del primer tiempo fue nuestra.
El Leganés estuvo a merced frente a un Alevín F7 A al que le faltó la conexión en el pase definitivo y que encontró el premio del gol de la forma más inesperada. A tres minutos para la conclusión una falta lejana ejecutada por Anthony provocó el despeje defectuoso del portero pepinero y Noah muy atento recortó diferencias. El gol espoleó a los de Rubio que empataron justo antes de que el árbitro señalase el intermedio. Mario dejó solo a Martín Pavón que, en el uno contra uno, definió a la perfección lo que era de justicia en la primera parte. 2-2
La segunda parte fue preciosa para el espectador. La garra de los de la cuña se mezcló con la ansiedad blanquiazul por recuperar el terreno perdido. Nadie quería el empate. Unos por orgullo, otros por clasificación. Cada balón dividido era un maravilloso paisaje de pugna de chavales de 11 años por ganar la posición. Braceo, agarrones y gritos con la nobleza por delante.
El símbolo de piña del Alevín F7 A se simbolizó en el libre indirecto tras cesión que salvamos con todos bajo los palos cuando viajábamos por el minuto 36 de encuentro. Pero no todo fue colectivo, es adecuado señalar a un niño: Hugo, que se convirtió en héroe hasta que el cántaro se rompió. Aunque tampoco hay que olvidarse de las paradas del final de Jorge Martínez.
El pepinero Álvaro Romero era el encargado de lanzar absolutamente todo y, en el minuto 38, se sacó un zurriagazo monumental que entre Hugo y el travesaño impidió que el balón no besara las mallas. En el minuto 41, remató mordido y ahí estaba Hugo para solventar el peligro de ese bote previo tan traicionero. Tres minutos después, nuestro porterazo sacó una pierna de balonmano para evitar el 2-3 en el mano a mano frente a Aarón. Ya no pudo hacer nada cuando, en el minuto 47, otra buena triangulación del Leganés hizo que Dwyane sirviese a Aarón el gol que nos condenaba. Un lanzamiento de falta de Lucas Martín no pudo evitar una tercera derrota consecutiva, que no empaña para nada las buenas sensaciones mostradas ni la temporada notable de este Alevín F7 A.
Un punto que sabe a poco.
En el campo allende al partido entre el Alevín F7 A y el Leganés, se disputó el encuentro entre el Alevín F7 C y el Madrid Río con resultado de 3-3 en un partido que podría haber servido para recortar diferencias con respecto a la salvación. Y es que precisamente los visitantes son el equipo que tiene en su poder a última plaza por la permanencia, la cual ahora sigue siendo igual de lejana para los nuestros.
Y fue una verdadera lástima porque hasta en tres ocasiones nos adelantamos en el marcador, y tres veces nos volvieron a empatar en un partido que fue más vistoso en la primera que en la segunda mitad. Todo se puso de cara en el minuto 4 cuando Álex adelantó a los de Salva Otero. El Madrid Río reaccionó y nos avisó con un larguero, tras una falta, de su jugador Diego Barrios, que poco después probaría los reflejos de Hugo Sánchez que no pudo hacer nada en el tanto de Miguel Martín.
Pronto nos repondríamos del mazazo anotando Álex a los 11 minutos su doblete de la mañana sumando a su vez cuatro goles en los últimos tres encuentros. Sin embargo, la alegría no duró mucho después de que el rivereño Dani Rodríguez marcará en un lanzamiento lejano que no parecía revestir peligro.
Todo ello en un partido atractivo donde se vieron buenas acciones individuales, como la de Melqui por la derecha cuyo remate terminó golpeando en el brazo de un zaguero contrario dentro del área. La pena máxima sería transformada por el propio Melqui ajustado al palo Nos engañó a todos los presentes porque la pelota en el punto de penalti fue colocada por su compañero Iván Pérez. El 3-2 fue al filo del descanso pero antes de que concluyera el primer tiempo Diego Olmo remataría alto otra buena individualidad de Melqui por su ala diestra.
Los entrenadores al descanso adiestraron bien a los chavales para que se implicasen más en defensa y no dejar los huecos que se vieron durante los primeros 30 minutos. El Alevín F7 C se sentía cómodo en el césped con la ventaja en el marcador, incluso disfrutó de momentos con mucha posesión que le sirvió, entre otras cosas, para adormecer el encuentro.
Sería en una jugada aislada en el minuto 48 cuando el forastero Matías metería el pie en un barullo dentro del área para tirar por tierra esa victoria que ya se tocaba con los dedos, y que Álex tuvo en sus botas cuando, en el último minuto, estuvo a punto de convertirse en el héroe con un hat-trick si hubiera direccionado bien su remate en boca de gol. Al final, no pudo ser. Primer punto del año. Y mientras haya vida, siempre habrá esperanza.
Álvaro Cabezuelo “Rubio” se reunió con sus jugadores y les dio una charla extensa justo cuando finalizó el partido del Alevín F7 A. Nos desveló en exclusiva que es lo que les había comentado: “Les he dicho que nos tenemos que ir muy contentos. El jueves no hubo un buen ritmo de entrenamiento excepto los últimos 5 o 10 minutos donde sí estuve satisfecho. Hoy no solo he disfrutado 5 o 10 minutos, sino que lo he hecho durante los 60 minutos de partido; y ése tiene que ser el objetivo”.
Y puntualizó: “Tienen que llevar al partido lo realizado en los entrenamientos y con este nivel de intensidad. Al final, el ganar o perder queda en un segundo plano después de dar esta imagen transmitiendo estas buenas sensaciones que nos han ofrecido”. El preparador madrileño, además, estuvo de acuerdo en que fue clavo esa intensidad en los duelos para estar vivos durante el encuentro y apoderarse en el centro del campo; sin olvidarnos tampoco de esa resistencia que estuvo a punto de hacerse fructífera, también con la ayuda de la portería.
En cuanto a la temporada, Álvaro Cabezuelo realizó la siguiente valoración: “Es muy buena. Estamos hablando de una categoría muy buena, muy exigente. Todos los equipos tienen buenos jugadores. Hay muchos equipos que tienen plantillas más corta que la nuestra y eso les facilita tener una alineación titular más estable con sus jugadores más potentes que quienes contamos con plantillas más amplias donde hay una mayor rotación. Es un pequeño beneficio con el que no contamos”.
Aunque, en líneas generales, quiso destacar la buena nota del equipo esta temporada: “Estoy contentísimo, sobre todo porque estamos empleando un sistema bueno que ya lo están cogiendo, las herramientas para la salida de balón cada vez las dominan mejor y si ellos logran, además, meter el ritmo que han metido hoy nos harán disfrutar de muchos partidos. Y se seguirán cometiendo errores, pero me quedo con que ellos van captando la idea. Me puedo enfadar cuando buscan una idea que no hemos entrenado, pero si hay un error de precisión o técnico hay que felicitarles porque a la larga lo acabarán consiguiendo”.