Sin esfuerzo, no hay paraíso
Empate con sabor a derrota de los chicos de Abel y Tito, en un partido lleno de imprecisiones
Alineación
EDM Alevín A F7: Paco; Yeray, Rodrigo, Rubén, Jorge, Diego, Pau, Antonio, Óscar, Alberto, Luis y Eri.
Crónica de José Manuel Álvarez
Aquí estoy para comentaros el partido disputado el pasado sábado a la hora de la sobremesa. No me gustaba la hora y, finalmente, el partido se atragantó ante un rival muy inferior en calidad, pero no en corazón. Esta hora intempestiva pudo ser la causa del bloqueo de nuestros muchachos, que nos regalaron un encuentro en el que la imprecisión fue la nota dominante.
A pesar de sufrir factores en contra: un grave error arbitral (bajo mí criterio) y un esférico de pre-benjamines más parecido a una pelota de playa que a un balón de fútbol (no era el oficial num.4, eso me pareció y Diego después del partido me lo confirmó). Jose, Jose,…..no sigas por ahí…simplemente este empate-derrota es por deméritos propios.
Muchas imprecisiones en los últimos metros, pases largos que ganaban la espalda a nuestra adelantada defensa, equipo que no recupera la posición y falta de intensidad, sobre todo, falta de intensidad fueron los motivos que yo encuentro a este empate. La falta de intensidad viene siendo tónica habitual. Si vienen equipos peleones, estamos perdidos. Chavales, no solo la defensa, todos, todos tenemos que defender y bajar. En lo positivo, el último arreón del equipo, que nos hizo evitar la derrota; si tenemos unos minutos más, hubiéramos conseguido la victoria. Estoy seguro.
Bueno, paso a narrar el partido. Desde el pitido inicial teníamos la posesión, el toque y la iniciativa en el juego, ante un equipo que se dedicaba en exclusiva a defenderse. Mi sensación inicial es que estábamos jugando nuestro mejor partido. La parcela ofensiva, con Luis y Rubén en bandas, estaba funcionando muy bien, y atrás, Alberto y Yeray no tenían excesivos problemas. En el medio, jugaba Óscar.
Ellos se limitaban a defenderse y a jugar con dos delanteros que intentaban cazar algún pelotazo o aprovechar los fallos en alguna mala entrega nuestra. Llegamos en varias ocasiones con un juego en abierto, y fruto de ello, un defensa marca en propia meta, 0-1. Unos minutos después, Eri tuvo la puntilla con un tiro bombeado al larguero.
Pero como algunas veces ocurre, los rivales tienen el santo de cara y en segundos pasamos del 0-2 al 1-1. Unos minutos después, otra jugada aparentemente lejana y sin peligro, genera una indecisión entre la zaga, de la cual se aprovecha el Vallecas para adelantarse en el marcador 2-1. Que manera de fastidiar un partido que teníamos de cara.
Estábamos jugando con una marcha menos que el rival, un pelín desidiosos, enzarzados en una lucha contra nosotros mismos en la búsqueda de nuestra identidad.
Abel cambia el equipo, salen Diego y Antonio, y poco después Pau, Rodri y Jorge. Hay espacios, llegamos al rival, pero ni Antonio ni Diego ni Pau consiguen enlazar un buen disparo entre los dos palos; mucho ataque, pero fallamos en la definición. Conté hasta 4 o 5 corners. Ellos a lo suyo, defendiéndose panza arriba y poniendo mucho mas carácter que nosotros.
Así están transcurriendo las cosas cuando, ¡para que queremos mas!. Una nueva jugada desgraciada propicia que el Vallecas se vuelva a adelantar en el marcado. En nuestra zona de tres cuartos, el jugador, mientras está cayendo, suelta un zambombazo imparable. El chico no se creía el golazo que había metido. Paco nada pudo hacer. Nosotros, a remar contra-corriente, que peligro, 3-1 y final del primer tiempo. Me imagino las palabras y el mosqueo de Abel y Tito. Palmábamos con un equipo muy inferior.
El segundo tiempo no varía el decorado. Sigue nuestro ataque, pero sin mucha convicción. Nos atascamos en los últimos metros. Así transcurren los minutos, en campo rival, pero sin disparos a puerta. Y eso es lo que necesitaba el portero rival, simplemente que la pelota le llegase entre los do palos.
Abel cambio de equipo. Unos momentos después, Antonio. en el 18, anota el 3-2 y parece que nos ponemos en el partido. Los minutos pasan y los nervios afloran. Desperdiciamos varias ocasiones de gol clarísimas. Unas por mala fortuna y otras erradas al enredarnos en la definición.
A todo esto, añadir que, no por ello justificarnos, como ya he mencionado anteriormente, la actuación del arbitro en una jugada que disparó Pau, significaba el 3-3 y anuló por fuera de juego (a nuestro entender, erróneo). Una mano en el área rival y algunas decisiones más, cabrearon en exceso a padres y cuerpo técnico.
Después de las protestas de Abel (en ningún momentos pasadas de tono), el árbitro decidió expulsarle de forma rigurosa; es posible en cierta medida por la presión que los padres estábamos ofreciendo en las gradas. Aprovecho estas líneas para disculparme por mí y por los otros padres; la fiebre en las gradas juega estas malas pasadas. Que no vuelva a ocurrir.
Sigamos hablando de fútbol, que si no recuerdo mal, es lo que deberíamos hacer aquí. Del hipotético 3-3 pasamos a un 4-2 que hace el partido ya insalvable para el tiempo que queda. Lejos de hundirnos, el jarro de agua fría envalentona a nuestros chavales, le ponen casta al partido, que se traduce en varias ocasiones claras de gol que erramos, ´Óscar toma más peso en el centro y creamos más peligro; la zaga, Yeray y Jorge, se bastan para contener el ataque rival, ahora con más espacios, por nuestra salida a la desesperada.
En un golpeo desde lejos, por fin Pau hace el 4-3. Diego se lanza como un poseso para coger el balón de la redes y llevarla al punto de saque. Unos instantes después, el mismo Diego bate de tiro cruzado al portero y hace el 4-4.. Sacamos de centro, pero no hay tiempo para más. Salvamos la honra.
Empate que sabe a derrota, chicos, que nos sirva de escarmiento. Sí, sí,…se que hemos empatado, pero las caras al salir del vestuario decían otra cosa, olía a derrota: eso también me gusta, hay que ser inconformistas. Sabéis una cosa, dependemos de nosotros mismos, seguimos invictos. A corregir el error en el próximo partido, seguir los consejos de Abel y Tito, a presionar a tope y entrar al choque. Todos defendemos, todos atacamos; la clave, tener el balón, que no lo tengan ellos. Que nos ganen porque son mejores, pero no por esfuerzo.
Estoy seguro de que lo mejor está por llegar. ¡Aupa Equipo!
