“La clave del éxito es que hemos sido un equipo unido”
Jugadores y técnicos destacan que el éxito del segundo conjunto de la Escuela ha radicado en la buena relación entre sus componentes y en que han asumido perfectamente el estilo de combinación que se desarrolla en la EDM
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Dani Ibeas: «No tengo duda, ha sido el mejor año de mi vida futbolística”
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Pablo Silvosa: «Muy importante, en casa no hemos perdido ni un partido»
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Diego Martínez: «Es el fruto al trabajo de tres años bastante difíciles»
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Mario López: «Todos jugamos a lo mismo y los conceptos los tenemos claros»
Alejandro Posilio
La unanimidad es total: el Aficionado B ha logrado el ascenso a Primera Regional gracias, principalmente, a la unidad y cohesión que ha mostrado este plantel de jugadores, al buen rollo existente entre todos sus miembros y a la cordial relación que han entablado estos con sus entrenadores. Así lo atestiguan todos los jugadores y técnicos consultados, que resaltan que el segundo equipo de la Escuela es el perfecto ejemplo de conjunto que ha asimilado a la perfección el estilo combinativo que se está desarrollando en la EDM.
Así lo ratifica Daniel Ibeas, entrenador del Aficionado B: “La clave del asecnso es evidente: el compromiso de los jugadores. Es algo que he defendido siempre. El año pasado, en este mismo equipo, no lo conseguí, y sufrí mucho porque no lograba que los jugadores se entregaran. Pero esta temporada, los chicos han mostrado un compromiso y una actitud brutal, prácticamente en el cien por cien de los casos”.
Desde el inicio de temporada, el objetivo que los responsables técnicos de la Escuela habían diseñado para este equipo era el ascenso a Primera Regional. Los argumentos para esta decisión fueron varios, desde que el entrenador ya conocía la categoría al haber dirigido en ella la temporada anterior, hasta que se contaba con una hornada de juveniles que ascendían de gran calidad, pasando por el hecho de que los cinco veteranos que se mantenían por tercera campaña consecutiva mostraban un compromiso muy importante y porque también se incorporaba algún jugador que había estado la temporada anterior en el A en categoría Preferente, lo que añadía la experiencia suficiente para conseguir la meta marcada. “Por todo esto pensábamos que íbamos a estar arriba”, explica Ibeas.
Aunque el ascenso se ratificó en el último partido de Liga, al apabullar al FC Cátedra por 13-0, el segundo equipo de la Escuela se mantuvo todo el año entre los puestos de cabeza. Al final, sus números han sido excelentes, pues de los 34 encuentros disputados, ganaron 22, empataron cinco y cayeron en siete, 71 puntos que aseguraron la segunda plaza, pues la primera estuvo definida desde el principio por una poderosísima Escuela de Fútbol Concepción, que se mostró intratable y terminó la campaña con 90 puntos, 19 más que la EDM, y solo dos derrotas y tres empates.
A pesar de esta supremacía, el equipo de la Escuela ha conseguido ser el máximo goleador del campeonato, con 107 tantos, cinco más que la Concepción. Además, ha sido el segundo conjunto con menos goles en contra, con 38. “Al final hemos sido los máximos goleadores por el 13-0 que logramos en el último choque. Nos lo merecíamos, porque la Concepción no nos había dejado nada. Ha sumado 90 puntos, 19 más que nosotros, y eso es una brutalidad. Ser el equipo más goleador es una anécdota, pero gusta recordarla”, resalta el técnico.
Primeros pasos complicados
Los primeros pasos de la temporada fueron complicados, pues aunque se ganaron los primeros partidos, pronto se produjeron algunos tropiezos. Dani Ibeas lo explica: “Empezamos la temporada bastante bien, pero enseguida tuvimos algunos pinchazos. Era un plantel con solo cinco veteranos, porque llevaban ya dos temporadas en esa categoría, pues su edad no pasa de los 23 años. Y esto en momentos puntuales influye. Nos dejamos algunos puntos por nuestra bisoñez”.
Junto a la cohesión del grupo, otra de las claves del ascenso es lo bien de asumido que tienen estos jugadores el estilo de combinación que se practica en la EDM. “Estos chicos tienen muy claro el concepto de fútbol que se practica en la Escuela, y lo comparten. Tienen tan claro el fútbol de ataque que llevan en sus venas que en algunos partidos hemos jugado con tres defensas. Estos tíos tienen mucha calidad, y lo que el club propone, lo hemos puesto en práctica de manera fantástica. En casa no hemos perdido ningún partido, y solo hemos empatado tres. Y esto resulta clave. Con el campo tan amplio que tenemos en La Dehesa, estaba claro que íbamos a obtener buenos resultados”, subraya el preparador del equipo.
Esta creencia absoluta en el fútbol de conceptos que se practica en la EDM tiene sus inconvenientes, según explica Ibeas: “Después de tantos años jugando igual, los jugadores de la Escuela conocen el estilo de juego y no creen en otra cosa. Incluso puede convertirse en un problema en Primera Regional. Esta campaña algunas veces hemos estado bastantes desorganizados en defensa cuando atacábamos. Es algo que debemos pulir. En algunos partidos es complicado convencer a los jugadores de que se puede jugar de otra manera más directa. Pero creen en esta filosofía que hemos adoptado a muerte, y nos ha salido como la seda”.
Para el preparador, el rival más duro esta temporada, al margen de la Concepción, ha sido el Villarejo, pues el primer enfrentamiento contra este club del este de la Comunidad supuso el primer pinchazo, por un gol de falta, mientras que en el duelo de la Dehesa se logró un empate gracias a dos tantos de sus jugadores en los últimos minutos. Luego han existido otros partidos complicados _“porque no ha sido fácil”, insiste el técnico_. Incluso en el penúltimo choque de liga, en casa del Polígono H, el Aficionado B no aprovechó la primera oportunidad para el ascenso, al caer 2-3 después de ir ganando 0-2. “En la primera parte jugamos genial, pero en la segunda modificaron sus sistema, dieron más intensidad a sus acciones y nos vimos desbordados por la presión. Encajamos dos goles seguidos de córner, cuando en toda la temporada solo nos habían metido dos así”, aclara el primer entrenador.
«Podemos mantenernos»
El optimismo provocado por la nueva categoría se mantiene de cara a la próxima temporada, pues Ibeas es contundente al afirmar: “Si se refuerza bien el equipo, podemos mantenernos. Eso sí, necesitaremos un poco más de orden defensivo. Los rivales en Primera plantean más dificultades. En Primera Regional hay jugadores con experiencia de Tercera Nacional, que como ahora apenas se paga, prefieren jugar cerca de su casa. Son veteranos que conocen bien la categoría. Mientras que nosotros somos gente muy joven, con las ventajas y desventajas que esto conlleva”.
Ibeas no sabe si se mantendrá el bloque de este año o habrá muchos cambios en el plantel. Lo que sí sabe es que él no seguirá como entrenador del Aficionado B: “Los responsables técnicos del club ya me han comunicado que entrenaré al Juvenil B la temporada que viene. Me hubiera gustado entrenar en Primera con estos jugadores, pero al final hay que entender que el ego del jugador o del entrenador tiene que aparcarse a un lado y pensar que estás en una Escuela que te puede necesitar en otro equipo. Y hay que aceptar y tratar de ilusionarte con ello. Es bueno para un entrenador estos cambios. Me gustan retos y me han puesto otro: el Juvenil B lleva mucho tiempo intentando subir a Primera Autonómica, y lograrlo es un reto emocionante”.
Tan ilusionante como el que le plantearon al principio de la temporada recién acabada, que para Dani Ibeas será inolvidable: “Este equipo me ha dado muchísimas cosas. A mí me gusta dar caña a los chicos y bromear mucho con ellos. Y estos me han respondido de maravilla. No tengo duda, ha sido el mejor año de mi vida futbolística”. Y añade bromeando: “Si la temporada que viene logro el ascenso del Juvenil B a Primera, le he dicho a la directiva que tiene que cambiar el nombre del Urbis por el de Ibeas”.
LA OPINIÓN DE LOS PROTAGONISTAS MÁS VETERANOS
Pablo Silvosa “Somos un equipo de amigos» Este joven pero veterano centrocampista del Aficionado B tiene 22 años y lleva diez en la Escuela. Trabajando en el negocio familiar, le encantaría jugar en Primera para intentar ascender a Preferente con este equipo.
“Para mí, el ascenso ha sido muy bonito, porque después de tres años sufriendo en Segunda Regional, ascender a Primera es lo mejor que me podía pasar. Y, sobre todo, poder hacerlo con gente que hace equipo, es maravilloso. Los que llevamos tres años en esta categoría sufriendo, sabemos lo bien que sienta subir a Primera. Este es un equipo en el que todos somos amigos y vamos a una. Los desconvocados vienen a los partidos y animan a los que juegan, y los que jugamos queremos ganar siempre. Todo eso ha hecho que seamos un equipo de amigos. El año pasado había grupos separados, y unos iban por un lado, y otros, por otro. Pero este año hemos sido un equipo y teníamos muy claro que queríamos ascender. El entrenador estaba convencido de cómo teníamos que jugar, y nosotros lo hemos sabido ejecutar. Ha habido partidos fuera de casa que en años anteriores no sabíamos sacar adelante, y este año sí hemos sabido. Y muy importante, en casa no hemos perdido ni un partido. Mis planes son seguir en Primera con el Aficionado B, hacer un buen equipo e intentar subir a Preferente. Es factible, no hay tanta diferencia. Si conseguimos un buen bloque, se puede hacer”.
Diego Martínez «Nos hemos quitado un peso de encima” Este estudiante de Relaciones Laborales tiene 22 años y lleva nueve años en la Escuela jugando de delantero, que es su puesto preferido. “El ascenso es el fruto al trabajo de tres años bastante difíciles sin conseguir ascender. Los que llevamos tres años en el equipo nos hemos quitado un peso de encima. La clave ha sido hacernos fuertes en casa. En esta categoría, impedir que alguien se lleve tres puntos de tu casa es clave. Y también ha sido muy importante que teníamos claro a qué jugar desde el principio. El grupo es muy importante, y aquí hay gente que no estaba convocada y ha venido a los partidos a animar a los compañeros. Esto es una excelente señal de lo bien que nos llevamos. Además, hemos venido todos a entrenar hasta el final. Estar unidos es imprescindible para lograr los objetivos. Hemos intentado jugar el mismo futbol, pero la diferencia con otros años es que antes había varios grupos dentro del vestuario y esta temporada hemos sido solo uno. No tengo decidido qué voy a hacer la temporada que viene. Me gustaría seguir, pero hay otros factores que no son deportivos que influyen”.
Víctor de la Puente, “Tores” “Hemos sabido competir” Este entrenador de equipos de la cantera tiene 21 años, estudia INEF en la Universidad Politécnica y lleva ocho años en la Escuela jugando de interior.
“He sentido una gran alegría después de tres años duros y difíciles. Con trabajo y esfuerzo hemos conseguido el objetivo deseado. Desde el principio de temporada, el objetivo era ascender de categoría, y hemos estado siempre entre los primeros para tener posibilidades. En el último mes, las opciones se han visto muy claras. Hemos sido campeones porque hemos madurado como grupo y porque hemos sabido competir, además de por la intensidad y calidad que tenemos como equipo. En el aspecto psicológico, la clave ha estado en el buen grupo que se ha formado. Esta ha sido la principal diferencia con otros años. Jugando en casa o en un pueblo a 40 kilómetros, siempre ha estado el equipo junto. Este tema es muy importante, pues se puede jugar bien o mal, pero estar bien anímicamente ayuda mucho, como el tener una dinámica positiva y venir todos a entrenar hasta el final. Otros años éramos pocos entrenando al final de temporada. Este año he sufrido varias lesiones, pero he disfrutado mucho en el campo y se notaba en el césped el grupo formado fuera, incluso en las celebraciones de los goles. Me encantaría seguir en la Escuela, y que me respeten las lesiones, porque este he tenido desde una rotura a varias lesiones musculares y algún esguince de tobillo”.
Mario López “Venimos a disfrutar del fútbol” Este profesor de fútbol en un colegio de niños pequeños tiene 22 años y combina esa labor con sus estudios de INEF en la Universidad de Alcalá de Henares. Lleva cinco años de mediocentro en la EDM.
“Ha sido una alegría muy grande logar el objetivo después de tantos años, y más con esta gente, que llevábamos varios años sufriendo en Segunda y queríamos salir de ahí. La clave del éxito ha estado cien por cien en el buen rollo entre la plantilla. Somos buenos amigos que venimos aquí por el mismo motivo: a disfrutar del futbol. La principal diferencia con temporadas anteriores es que el grupo ha estado más unido. Antes había distintos grupos y no éramos un equipo cohesionado. Este año, la mitad del equipo era nuevo, con muchos jugadores que subían de los juveniles y se ha notado. Todos jugamos a lo mismo y los conceptos los tenemos claros. A diferencia de otros años, hemos mantenido un buen nivel de fútbol en la mayoría de los partidos. Hemos controlado el 80 por cien de los partidos con la posesión del balón, concepto de la Escuela clave para lograr el objetivo. De cara a la próxima campaña, me gustaría seguir aquí, con este grupo de gente, que es muy humano. Ojalá pudiera jugar en el A, pero ahora solo pienso en el B”.