A. Posilio
Risas en cantidad y buen rollo a mansalva. Eso es lo que hubo en la jornada de confraternización que la EDM organizó el pasado sábado en la Dehesa de Moratalaz con los entrenadores de la Escuela. Fueron unas cuantas horas en las que el buen ambiente y el compadreo reinó entre la practica totalidad del cuerpo técnico de esta organización.
Todo comenzó con un partido entre entrenadores. Aunque oficialmente los equipos se formaron aleatoriamente, el grupo que se reunió alrededor de Jorge Vallejo, el director general, estaba nutrido principalmente por los técnicos que los lunes disputan la competición de Fútbol 7 en la Dehesa. Por contra, el conjunto que reunió Jesús Gutiérrez, director deportivo, resultó más heterogéneo. Y aunque el resultado del choque es lo que menos importa en un amistoso de este estilo, hay que reconocer que los compañeros de Guti manejaron mejor el balón que los amigos de Jorge. De ahí la justa victoria de los naranjas, a pesar de los oficiosos fueras de juego utilizados como excusas por los amarillos. Si bien, estos pueden aducir en su favor que la mala suerte se cebó con ellos, pues tres de sus integrantes tuvieron que abandonar lesionados el terreno de juego antes de que finalizara el encuentro.
El duelo, como no podía ser de otra manera, acabó con abrazos entre todos, a pesar de que alguno se excedió en el ímpetu para evitar las buenas acciones del rival. Eso sí, siempre con la deportividad por bandera y con los gritos de ánimo de unos cuantos jugadores de la Escuela que desde la grada pedían a sus entrenadores la misma intensidad y el máximo interés en sus acciones sobre el césped artificial. «Dale amplitud al campo», le gritaban a uno; «busca la salida por el otro lado», le chillaban a otro; «no chupes», le insistían a otro, repitiendo con saña las letanías que día tras día escuchan de sus propios preparadores. Fue el momento de la dulce venganza de los chavales.
Una vez desahogados, la práctica totalidad de la plantilla de técnicos de la Escuela se reunió en el bar de la Dehesa con la directiva para compartir unas agradables viandas preparadas por Sergio y sus colaboradores, que sirvieron para compartir mesa y mantel entre todos. Las chanzas y las bromas mantuvieron el ambiente distendido de la ocasión, teniendo como objetivo primordial de la críticas las llamativas acciones que algunos de los técnicos protagonizaron sobre el terreno de juego.
La sorpresa de la jornada llegó cuando Vallejo abrió su ordenador y apareció en la pantalla Álvaro Villalba. El ex coordinador y entrenador de la Escuela felicitó a todos las fiestas desde Malasia, donde se encuentra estos días en una de sus etapas del periplo por el orbe que está protagonizando. Entrenadores y directivos saludaron entrañablemente al bueno de Villa y le desearon mucha suerte en su maravilloso viaje. Y aunque el coordinador de Iniciación se encuentra a miles de kilómetros de Madrid, sorprendió a todos con la elaboración un año más del villancico de la Escuela 2014, que hizo las delicias de todos los presentes. Aquí os lo dejamos para que disfrutéis y para que apreciéis sus dotes como cantautor.
