El Juvenil C pierde dos puntos en el descuento. Carlos por su doblete y Diego por sus paradas fueron los más destacados
Crónica y fotos V. de la Fuente
Alineaciones:
EDM Juvenil C: 1. Diego, 2. Javi, 4. Marc, 5. Mena, 9. Cheky (7. Nico, m. 65), 11. Álex (6. Belloch, m. 61), 18. Marcos, 19. Luis (17. Gonzalo, m. 71), 20. Álvaro, 21. Juan (26. Ayoub, m.65), 27. Carlos
Club Fuentelarreyna B: 1. Pedro, 2. Álvaro (20. Carlos, m. 82), 4. Martín (10. Javier, m. 46), 5. Alejandro, 6. Carlos, 8. Miguel Ángel, 9. David, 14. Guillermo (16. Iván, m.46), 19. Jorge (11. Eduardo, m. 63), 23. Elías, 99. Sergio Teófilo (76. Antonio, m. 46)
Árbitro: Juan Pedro García Valverde
Goles: 1-0 (m. 9): Carlos; 2-0 (m. 33): Carlos; 2-1 (m. 42): Carlos; 2-2 (m. 90): Iván
El fútbol fue cruel con el Juvenil C. Después de ir ganando durante todo el partido, el equipo de la escuela perdió dos puntos importantísimos en el último minuto que le hubiesen enganchado a la parte alta de la clasificación. Se enfrentaban dos equipos con dos maneras de jugar totalmente diferentes. La EDM, con un juego de toque y de posesión de balón, y el Club Fuentelarreyna, con un juego mucho más vertical. Eso sobre el papel. En el terreno de juego la cosa cambiaría, pero eso viene más adelante.
El partido comenzó con el equipo de la escuela teniendo el balón y el Club Fuentelarreyna esperando atrás y jugando al pelotazo. En el minuto 3, Álvaro tuvo la primera para la EDM con un tiro desde la frontal del área que Pedro rechazó con una gran parada. A la siguiente oportunidad la EDM no perdonaría. Carlos, que era un puñal en la banda izquierda, se marchó de su defensor, se metió hacia el centro y soltó un zapatazo al palo largo inalcanzable para Pedro. 1-0 y el partido encarrilado muy pronto. Pero el equipo visitante no lo iba a poner tan fácil. Su receta a base de balones en largo y jugadas a balón parado era simple pero efectiva ya que siempre generaban peligro. Sobre todo en las jugadas a balón parado, que eran un auténtico suplicio para el equipo de la escuela. De esa manera pudo llegar el empate, en una falta colgada al segundo palo, un jugador del Fuentelarreyna la controló, la puso por abajo y con todo a favor, Carlos remató dentro del área pequeña, pero se encontró con la excelente intervención de nuestro guardameta.
A la media hora de juego, Carlos volvería a marcar para el equipo de la escuela, en una jugada muy parecida al primer gol. En esta ocasión, batió a Pedro con un tiro que entró por el primer palo. La EDM pudo sentenciar el partido con un remate de Carlos, que estaba en todas, a centro de Luis, pero el balón llegó mansamente a las manos del portero. Al filo del descanso, los visitantes recortarían distancias gracias a un gran gol de Carlos. Llegó en un saque de esquina donde nadie de la defensa acertó a despejar, el balón le cayó al ‘6’, que en el segundo palo y completamente solo, mandó el balón al fondo de la red con un gran tiro cruzado que pegó en el palo y se metió dentro. Previamente, Diego había hecho la parada del partido. De nuevo en un saque de esquina, Alejandro entró completamente solo en carrera y conectó un cabezazo a quemarropa que Diego milagrosamente mandó a córner.
En la segunda mitad los papeles se cambiaron. El que jugaba al pelotazo era la EDM y los que tenían más el balón eran los visitantes. El centro del campo del equipo de la escuela desapareció completamente y cuando eso ocurre, el equipo lo pasa mal. El Club Fuentelarreyna se lanzó a por el empate y Diego sostuvo al equipo con varias paradas de mérito. Miguel Ángel se encontró un balón suelto dentro del área y su disparo lo paró Diego en una gran intervención. Minutos más tarde, Antonio recuperó el balón en una zona muy peligrosa, se internó en el área y su disparo lo sacó Diego con el pie. A esas ocasiones hay que sumarle todas las jugadas de estrategia que encontraban rematador. Eran los peores minutos de la EDM, que no era capaz de conectar 3 pases seguidos y ni mucho menos llegar al área contraria. Solo Ayoub creó un poco de peligro con un centro desde la derecha al que Carlos no llegó a rematar a puerta vacía por muy poquito.
En los minutos finales, con el Club Fuentelarreyna a por todas, el equipo de la escuela cazó un contraataque en el que Nico se quedó solo delante del portero, le quiso regatear pero Pedro le robó la cartera ante la mirada de Carlos que estaba solo para empujarla. Ahí estuvo la sentencia y finalmente lo acabaría pagando, el equipo de la escuela, con el gol del empate en el descuento en una jugada a balón a parado, como no. Elías colgó el balón al área e Iván, libre de marca, batió a Diego con un excelente cabezazo.
¡VAMOS MORATA! ¡VAMOS JUVENIL C!
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