Ya somos de Nacional
Dos goles de Víctor dan el triunfo al equipo de Vallejo y un nuevo ascenso de categoría que vuelve a situar a la Escuela entre los grandes
Alineaciones.
Trival Valderas: Pires; Rosa, Velarde,Tejeda (Díaz, m. 65), López, Ocaña, Abeso (De Torom. 63), Pasero (Suárez, m. 57), Ortega, López, y Galeano.
EDM Juvenil A: Morán; Javier, Alejandro, Álvaro, Cristian, Raúl (Adri, m. 65), Quique, Butragueño (Mariano, m. 80), Vargas (Luis, m. 55), Carlos (Samu, m. 45) y Víctor.
Goles: 0-1 (m. 17): Víctor; 0-2 (m.61): Víctor y 1-2 (m. 71): Galeano.
Árbitro: David López izquierdo. Expulsó a López (m. 89) por doble amarilla.
Incidencias: Partido correspondiente a la jornada 38 del campeonato de Liga en el estadio La Canaleja, de Alcorcón.

Los jugadores del Juvenil A, incluidos los lesionados, se funden en una piña tras marcar Víctor el segundo gol del partido.
Crónica y fotos de Alejandro Posilio
¡Ya somos de Nacional! gritaban a los cielos una y otra vez los componente del Juvenil A de la EDM tras derrotar al Trival Valderas a domicilio y certificar la tercera plaza de la clasificación, que les otorga el privilegio de jugar en la categoría de plata del fútbol juvenil español. Los chicos de Jorge Vallejo, en un encuentro intenso, duro y con fases de buen juego, derrotaron a un equipo alcorconero que parecía que también se estaba jugando el ascenso, cuando realmente lo logró hace semanas.
Tras señalar el colegiado el final del choque, con un apretado pero suficiente 1-2 en el marcador, los integrantes del juvenil A dieron rienda suelta a su enorme alegría y celebraron sobre el césped el merecido ascenso. Fue un chorro de satisfacción y placer que compensaba el enorme esfuerzo de una larga y dura campaña. Los cánticos, los gritos de euforia y los sentidos abrazos entre todos los integrantes de este conjunto ejercieron de consuelo del campeón que ha visto cumplido su sueño y logrado el objetivo propuesto a principio de temporada.
En la celebración hubo tiempo para todo, incluido el manteo al primer y segundo entrenador, paliza que tanto Jorge como Hugo disfrutaron con satisfacción. También se vivieron las consabidas duchas de agua y cava, que sirvieron para dar rienda suelta al alborozo y regocijo de unos jóvenes repletos de la felicidad que produce alcanzar el objeto de deseo. Toda la plantilla, lesionados incluidos, disfrutaron sobre el césped artificial de La Canaleja la hemorragia de júbilo y regodeo que produce situarse una vez más entre los grandes del fútbol juvenil español.
Pero antes del éxtasis fue necesario sufrir de nuevo, puesto que el Trival Valderas demostró un orgullo de campeón inusitado, pues se empleó a fondo desde el pitido inicial, mostrando unas ansias de victoria un tanto exageradas, que les llevó en algunas momentos a acciones muy duras que no tenían razón de ser. En una de ellas, al final del encuentro, su mediapunta golpeó de forma violenta a Quique, cuando este protegía la pelota en un córner para perder los segundos necesarios para terminar vencedor. La consiguiente expulsión revelaba el ardor con el que jugaron los alcorconeros, que cuando marcaron su tanto salieron disparados hacia la portería de Morán para recoger el balón como si en ello les fuera el éxito de la temporada, que ya había logrado hace semanas.
Mucha tensión
El choque comenzó con mucha tensión y sin un dominador claro. El equipo de la Escuela intentaba controlar el tempo del partido, pero la intensidad del rival lo impedía. Los hombres capitaneados por Quique buscaban el área rival por la izquierda. Y en la segunda internada por esa banda, el portero derriba fuera del área a Carlos, cuando se dirigía hacia la meta vacía. El colegiado sintió el miedo de decidir el encuentro cuando solo iban diez minutos y optó por lo más fácil, una amarilla para el guardameta y a seguir.
El Trival no dejaba de buscar la meta de Morán con veloces acciones de sus delanteros. Su primera ocasión llegó en el minuto 15 al estrellar una falta en el larguero, que cayó a los pies de un jugador local, que no pudo remachar por la valiente salida del portero de la EDM. Y en nueva internada por la izquierda bien combinada entre Javier y Carlos, el balón llega a Víctor, que marca de cabeza el primer tanto y desata la euforia entre el centenar de aficionados de la Escuela que se habían desplazado a Alcorcón para vivir en directo el ascenso de su equipo.
El tanto espoleó todavía más a la escuadra local, que arreció su presión y sus llegadas al área del Morata. En una de ellas, pidieron penalti por un cruce que impidió el tanto local. Y en el minuto 37, tras una pérdida de Quique, el balón llega en profundidad a un delantero del Valderas, que bate a Morán, pero la acción había sido anulada por fuera de juego. Poco después llegó el descanso con un esperanzador 0-1 en el electrónico.
El segundo período, con Samu, que entró por Carlos, como stopper en la medular, se asentó la zona de creación y permitió a Butragueño acercarse más al área por el medio. Así, en el minuto 61, el balón le llegó a Víctor, cuyo olfato goleador le permite salvar al portero y colocar un ilusionante 0-2 en el marcador. Alguien podría esperar que el Trival bajara los brazos, pero nada más alejado de la realidad. Su presión e intensidad continuó, lo que les sirvió para acotar distancias en un impresionante disparo de Galeano desde fuera del área, ante el que Morán no pudo hacer nada. Dos minutos después, el arquero de la EDM salva el empate en un uno contra uno con un delantero local.
Al poste
Víctor tuvo de nuevo la tranquilidad en sus botas, tras un buen regate al central, pero en esta ocasión su disparo fue repelido por el poste, que le devolvió el esférico al guardameta. De ahí hasta el final, los esfuerzos del equipo de la Escuela por controlar el balón e impedir la frustración del empate fueron más efectivos que el empuje y dureza del Trival, lo que le llevó a terminar el encuentro con uno menos.
El pitido final del colegiado desató la euforia de los jugadores y seguidores de la Escuela, que exhibieron su alegría y satisfacción por volver a ser un equipo de Nacional.