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Paco Gallardo, entrenador del Aficionado A:
Autor: Área de Comunicación Enviado el: 2013-04-05

 

Fotos: A. Posilio

Paco Gallardo, entrenador del Aficionado A

“Creo que en la EDM falta una mentalidad un poco más competitiva”

 

Este profesor universitario de Fútbol asegura que la organización de la Escuela es mejor que la de muchos clubes de élite, pero que no se puede competir con ellos porque eligen a los jugadores  

 

Alejandro Posilio

Este madrileño de 42 años dirige al Aficionado A desde el inicio de esta temporada, tras pasar varias campañas en el Real Madrid, donde ejerció de preparador físico de cadetes y juveniles, y luego como segundo entrenador del Castilla. Profesor de la asignatura de Fútbol en la Universidad Europea de Madrid en los últimos cursos de la licenciatura, también ha ejercido profesionalmente como profesor de Educación Física, tras licenciarse en esta carrera, y como enfermero, después de aprobar la diplomatura de esta especialidad.  Vive con su pareja y no tiene hijos.

¿Cómo llegó al mundo del fútbol?

He jugado desde pequeño y llegué hasta Preferente en los Yébenes y en el Puerta Bonita, donde no llegué a jugar en Tercera División. En ese momento estaba cursando la licenciatura en Educación Física, y también hice una maestría en fútbol. Después, pasé a ser preparador físico, y más tarde, entrenador en San Cristóbal. Y gracias a Antonio Carlavilla, hoy en la EDM, empecé a trabajar en el Madrid. Allí estuve en toda la cantera, fui preparador físico de cadetes y juveniles, luego del  juvenil A y en otro momento fue segundo entrenador del Castilla. Esto ocurrió justamente cuando iba a fichar por el Moratalaz. Estuve tres semanas preparando la siguiente temporada en la Escuela y me llamó el Madrid para el Castilla. Fue en el 2008 o 2009.

¿Y cómo llegó a la EDM?

Tuve como jugador a Jorge Vallejo, actual director general de la EDM, cuando era ayudante en San Cristóbal. Habíamos compartido inquietudes sobre el fútbol en determinados momentos y colaboramos trabajando en diferentes campus de fútbol. Él conocía mi actividad en el Madrid y en una ocasión asistió a un curso que yo estaba impartiendo en el club blanco a entrenadores de clubes convenidos. Hablamos de la posibilidad de venir y he empezado esta temporada. Conocía el club desde hace tiempo, pues mi segundo entrenador, Miguel, se quedó aquí después de que estuviéramos aquí tres semanas entrenando.

Usted entrena al equipo en la categoría más alta de la EDM. ¿Esto significa que ya no puede subir más o estaría dispuesto a entrenar a equipos de inferior categoría?

No tengo ningún problema en entrenar a otro equipo. En un principio, me llamaron para entrenar al Aficionado A, pero no tendría ningún problema en entrenar a cualquier otro equipo de inferior categoría. Incluso a veces es más agradecido entrenar a equipos de niños, más didáctico, por lo menos.

¿Cuál es su objetivo como entrenador?

Durante poco tiempo, temporada y media, estuve en el fútbol profesional, que es un mundo difícil y en el que debes de estar acompañado de muchas cosas, primero, resultados,  y luego, de una serie de condicionantes externos que te ayuden un poco a seguir adelante. Pero realmente lo que busco es disfrutar del fútbol, porque esto me apasiona. El año pasado tuve una temporada un poco sufrida, pero en la actual estoy disfrutando mucho más, aunque no sé dónde acabaré. El tiempo me pondrá en mi sitio, pero no tengo un objetivo concreto.

¿Se lo toma como una profesión o como un hobby?

Realmente, me lo tomo como un hobby, porque no vivo de ello y no soy un profesional. Pero como decía un entrenador con el que estuve, si entrenas a un alevín, hay que tomárselo como si fuera el primer equipo del Madrid, Barcelona o Atlético.

¿Un equipo de aficionados puede aprender tanto como un infantil o un cadete o ya están resabiados y es muy difícil enseñarles cosas nuevas?

Siempre se aprende. El aprendizaje requiere la motivación del jugador y todos los días se puede aprender algo. Lógicamente, el margen de mejora de los veteranos es menor, pero el estilo de cada entrenador siempre enseña algo a los jugadores.

¿El trato con hombres debe ser muy diferente que el que se tiene con los chavales en las categorías inferiores?

Sí, es muy diferente. Pero yo he comprobado en esta Escuela que los chicos son bastante responsables y quizá el mayor problema está en las categorías posteriores a la adolescencia, en las que los chavales no saben muy bien hacia dónde van ni qué quieren. Y lo mismo hay chavales que saltan al fútbol profesional y otros que abandonan el deporte. Es curioso que hoy haya un montón de abandonos de chavales de 19 y 20 años.

¿Por qué?

Porque tienen unas expectativas demasiado altas y se desmotivan. Realmente les falta un valor social ahora mismo escaso en esta sociedad, el de la cultura del esfuerzo y de la voluntad. En cuanto se presentan ciertas dificultades, abandonan, cuando todos hemos de pasar por ellas. En la vida siempre se tiene que pasar por dificultades para aprender y mejorar, tanto en el trabajo como en el colegio.

¿Y qué parte de culpa tiene los padres en esas decisiones?

Todos somos responsables un poco: los entrenadores, los padres, el entorno y la difusión que tiene el fútbol. Cuando un niño empieza a jugar, cada padre cree que va a tener a Ronaldo o Casillas en casa. Pero lógicamente, la realidad te va poniendo en tu sitio. Hay chicos que han destacado muy pronto, parece que van a ser estrellas, y luego se frustran enseguida porque no llegan.

En el fútbol profesional un entrenador tiene que tener una parte muy importante de psicólogo.  ¿También en las categorías de aficionados?

Sí, sobre todo cuando en un club modesto como el nuestro hay que manejar determinados condicionantes. Lo más importante es ser justos con los jugadores. Ellos entrenan, se esfuerzan y no reciben dinero, por eso hay que intentar ser justo, aunque es muy difícil. Yo trato de serlo siempre, pero el bien colectivo está por encima del bien individual. Y hay momentos en los que no se puede aplicar esa justicia o parecen injustas determinadas decisiones. Pero el tiempo iguala a lo largo de una temporada, que es larga para eso.

¿Su satisfacción al final de temporada la determina la posición final del equipo en la clasificación o hay otras cosas que intervienen?

Nuestra posición ahora no es buena, pues estamos de la mitad para abajo. Pero muchas veces me voy más satisfecho de los entrenamientos que del rendimiento de los partidos. Tengo un equipo joven que necesita mucho rodaje y madurez. Pero no influye mucho  la posición que ocupamos. Quizá me da un poco de rabia. Me gustaría que se pudieran trasladar determinadas cosas que estamos entrenando al juego del quipo los domingos. Pero es cuestión de tiempo.

¿Todos los equipos deben de jugar igual en la Escuela para marcar un estilo?

Sí, se trata de hacer. Cada entrenador luego pone su sello, pero la tendencia de la planificación y el programa diseñado para eso lleva una línea determinada. El problema es que desarrollar el tipo de juego que pretendemos es el más difícil, por eso solo hay un equipo en el mundo que es capaz de hacerlo tan bien. Por el camino tenemos que pagar unos peajes para poder jugar así. Pero lo importante es encontrar los jugadores que se adecúen a ese estilo. Y no es nada fácil. Pero lo que veo en otros equipos de la Escuela es que los chicos tienen un buen trato de balón y siempre se intenta jugar la pelota. Eso es meritorio. La organización de la Escuela es impecable, mejor que la de muchos equipos de élite.

¿El estilo que se practica en la Escuela se puede definir como de combinación?

Claramente. Lo he comentado con responsables y directivos, y creo que lo que falta en la Escuela es una mentalidad un poco más competitiva. A algunos equipos les cuesta superar las dificultades. También hay que mejorar algunos conceptos defensivos, que también son importantes, no solo los atacantes.

Esta Escuela no destaca por tener un fútbol muy físico. ¿Es asumible?

Creo que sí. Eso hay que agradecérselo al Barcelona, que ha logrado cambiar la tendencia en el fútbol. Ante solo se buscaban chicos fuertes y grandes, ser bajito era un hándicap, pero se ha demostrado que con los bajitos se puede jugar muy bien al fútbol. Lo más importante en este deporte es jugar bien, tratar bien el balón, y ser bueno técnicamente con el balón. Luego se completa con otras características.

¿Puede la EDM llegar a competir con los grandes clubes de la Comunidad, como Madrid, Atlético, Rayo o Getafe?

Hay que  ser realistas. Nosotros no podemos elegir como hacen ellos. De una roca no se puede sacar un diamante. La materia prima es muy importante y todos esos equipos eligen a los jugadores y, aunque nosotros desarrollemos una planificación de entrenamiento igual o mejor que algunos de esos clubes, lógicamente la materia prima es lo más importante. Podemos estar al nivel de las mejores escuelas, pero es muy difícil compararse con un proceso de élite en el que un chaval lleva entrenando siete u ocho años a gran nivel, aunque sea pequeño.

¿Ha visto algún jugador en la Escuela que pueda llegar a vivir del fútbol?

Nosotros tenemos varios jugadores que podrían, pero tienen que cambiar un poco la mentalidad y creérselo personalmente. Lo que no entienden es que no solo es importante el talento, sino también el esfuerzo, la voluntad y el trabajar para ello. Y ese camino es el que tienen ya recorrido muchos jugadores que ya están a los pies de la élite en los grandes clubes.

¿Un entrenador es mejor si ha sido jugador antes?

No lo sé. Creo que es muy difícil comparar, aunque no es necesario que así sea. Eso ya se ha demostrado. Aunque realmente no hay tantas posibilidades para un entrenador que no ha jugado a gran nivel. Tiene más posibilidades uno que sí ha jugado. Es importante haber formado parte del fútbol, pero hace falta que los clubes apuesten más por entrenadores que conozcan su trabajo en vez de apostar por entrenadores de renombre.

¿Qué tiene que hacer un entrenador hoy en día para mejorar sus conocimientos de fútbol?

Hay varias vertientes. La Escuela favorece la formación dentro de la misma. Los más dotados para impartir conocimientos a lo largo de año desarrollan determinados seminarios de trabajo para el resto de entrenadores, donde se comparten conocimientos. Hay muchas fuentes  para aprender. Otra es ver partidos, pero con ojos de entrenado, no de aficionado. Es importante que cada entrenador conozca la categoría en la que juega. Cuanto más nivel de titulación, lo hará mejor.

¿Qué es lo que más le gusta de la Escuela y qué cambiaría?

Lo que más me gusta es la organización y la filosofía deportiva. También el respeto de la dirección del club a la dirección deportiva sobre las decisiones que se toman. Esto es muy excepcional y muy importante. También me parece acertado cómo está estructurado el trabajo en la Escuela, pues lo conozco muy bien y creo que se está avanzando mucho. Hay pocas cosa que no me gusten. Me siento muy contento de formar parte de esta Escuela.