Noticia Histórico

Reflexin (por Pablo Gonzlez Huerta)
Autor: Área de Comunicación Enviado el: 2012-01-03

Reflexión *

por Pablo González Huerta

Yo conocí a Luis Manzanares hace relativamente poco, concretamente en el mes de septiembre. Debido al homenaje que se decidió realizarle, creí oportuno realizarle una pequeña visita a su hogar para que me contara cómo había sido su vida, qué anécdotas recordaba y conocer las ilusiones que un hombre de 82 años edad tenía depositadas en esta Escuela. 

Yo llevo 14 y he representado a la Escuela como jugador, capitán, entrenador, delegado de campo, comercial y ahora soy jefe de prensa. Pues imagínense a Luis Manzanares, que cumplió el pasado septiembre los 49 años de socio. 49 años de socio son muchos. Luis Manzanares ha ejercido de casi todas las labores de las que necesita un club de fútbol. Ha sido uno de los que se encargaba de llevar las fichas para que los niños que empezaron aquí (como yo) pudieran jugar. Es una de esas personas sin las que el fútbol base no habría sido (ni sería) posible gracias a su actitud totalmente altruista.

Luis lleva en la Escuela desde que está se fundó con el nombre de Club Deportivo Moratalaz en 1963. Ha vivido ascensos y descensos, alegrías y tristezas, pero, no cabe duda de que el nombre de Luis Manzanares siempre irá ligado a la historia de nuestra Escuela, la cual el año que viene cumplirá 50 años nada menos.

La vida es muy dura. No hace ni tres meses estaba yo sentado hablando con él en el salón de su casa y le regalé una bufanda de la Escuela. Quiero, sin embargo, contar una anécdota muy bonita. Aquel día olvidé mi reloj en casa de Luis Manzanares, con la mala suerte de que se cayó debajo del cojín del sofa sobre el que estaba sentado. Un par de meses después me llamó la hija de Luis Manzanares para decirme que me había dejado el reloj en su casa, que lo encontró su madre. Un gesto de agradecer.

En el momento de recogerle, volví a compartir un rato hablando con Luis. Hoy, cuando me han comunicado la noticia, la tristeza me embriagó y no he podido evitar emocionarme al dedicarle estas líneas a una persona que ha trabajado en la sombra para todas y cada una de las personas que han formado parte alguna vez en su vida de esta Escuela. Luis, sabemos que siempre lucirás la camiseta de la Escuela con orgullo allá donde estés. Hasta siempre, don Luis.