¡Se acabaron las protestas y los malos modos!
En el Comité de Disciplina de la ED Moratalaz estamos observando con estupefacción y disgusto el repunte de las expulsiones, sobre todo por protestar a los árbitros, y en algunos casos por falta de respeto a los contarios. Lógicamente, aquí no se contemplan las acciones inherentes al juego: agarrones, entradas con balón etc.
Empezamos la temporada con varias semanas sin expulsados e, inclusive, muchos partidos sin tarjetas amarillas. Sin saber las causas, en las últimas semanas han crecido exponencialmente.
Advertimos seriamente: ¡BASTA! A partir de esta jornada, las expulsiones por estas causas van a ser severamente castigadas, duplicando o triplicando la sanción federativa y, si llega el caso por su gravedad o reiteración, con la expulsión automática de la Escuela.
Los valores que enseñamos a los jugadores de respeto, buenos modos, solidaridad, etc. no pueden ser pisoteados bajo ningún concepto. Pretendemos en todo momento contribuir, junto con los padres, a la educación integral de los jugadores y, por tanto, no podemos dar acogida a personas que no son capaces de controlar, según en qué situaciones, sus reacciones. Las personas educadas muestran su educación en todas las situaciones. No nos vale el argumento de que a 180 pulsaciones es difícil controlarse. El deporte está lleno de deportistas de élite supercompetitivos y ejemplares que son respetuosos en todas las situaciones con rivales, público y contarios, y es a los que debieran tomarse como modelos.
Habéis visto en vuestros vestuarios los carteles que ilustran esta nota. No están para decoración, forman parte del ideario de la Escuela y, por tanto, su contenido es incontestable.
Quizás estos infractores deberían preguntarse por qué ellos se pueden confundir jugando o incluso jugar rematadamente mal un día y nadie les insulta o falta al respeto, y ellos sí pueden faltar al respeto o insultar al árbitro, que es otro deportista que como él, en la mayoría de los casos, está formándose, con precariedad de medios (no tienen auxiliares en la mayor parte de los partidos) y en algunos casos lo que cobran es su única fuente de ingresos.
Capítulo aparte merece la actuación de algunos padres que, lejos de contribuir a la formación y los buenos modales de sus hijos, tienen comportamientos de auténticos hooligans. Afortunadamente, en nuestra Escuela son una minoría insignificante, pero que ahí están ruidosos y molestos, provocando sanciones como la que nos acaba de caer y de la que adjuntamos acta arbitral y sanción del Comité de Competición, que no estamos dispuestos a que se produzca de nuevo. A estas personas no las podemos prohibir el acceso a los campos, porque no son nuestros, pero sí podemos, con gran dolor, impedir que su hijo siga en la Escuela la próxima temporada. Los chicos no debieran pagar los errores de los padres, pero cuando no se ponen medios, no se puede perjudicar a la colectividad.
Tenemos unas normas y un estilo, y nadie está aquí por obligación. Por tanto, la pertenencia a la Escuela es voluntaria y exige el acatamiento de las normas que tenemos.
Por tanto, pedimos a jugadores, técnicos y padres la máxima colaboración para que los partidos de fútbol sean una fiesta en la que se anima a los suyos y se respeta a los demás. Unas veces se gana y otras no. A nadie le gusta perder, pero eso no justifica nada.
Los directivos y técnicos seguro que cometemos errores, por supuesto que involuntarios, y por tanto admitimos quejas y sugerencias con las debidas formas. A fin de cuentas, la mayoría somos o han sido, como vosotros, padres de jugadores y, por tanto, lo que queremos es lo mejor para ellos.
Francisco García y Manuel Vela
Comité Disciplina