Jorge García, delantero del Primer Equipo, entrenador de los chupetines y responsable de los entrenamientos en inglés

“Tenemos un vestuario que está unido, y creo que otros años esto no pasaba”

Tras siete años en la EDM, es uno de los miembros más activos de la Escuela, pues es jugador de los que no se arruga, vehemente entrenador y buen profesor, además de hincha convencido del Rayo Vallecano

• “Son muchos los buenos momentos y las grandes experiencias que he vivido en esta Escuela”

• “Soy un chaval de este barrio al que le mola verlo crecer y poder aportar cosas para que siga creciendo”

• “A pesar de que somos muchos niños y mayores los que formamos esta Escuela, todos nos sentimos como parte de una misma familia”

• “Sería ideal conseguir algún medio de obtener más ingresos para reducir las cuotas que tienen que abonar las familias”

• “Los integrantes del Primer Equipo no hemos cobrado nunca por jugar y estamos por la ilusión que nos hace”

Texto y fotos de Alejandro Posilio

Lleva solo siete temporadas en la EDM, pero está considerado uno de los clásicos de esta Escuela. Madrileño de 23 años, recaló en esta entidad el primer año de juvenil procedente de la AFE, y ya cumple su cuarta temporada en el Primer Equipo. Delantero de garra, fuerza, intensidad y entrega, no le vuelve la cara a ningún defensa, por muy duro que este sea. También se le aprecia porque es de los que no le importa partirse la cara por un compañero. A punto de terminar la carrera de Turismo bilingüe, le gustaría trabajar en algo que tenga que ver con sus estudios y con el fútbol, y a ello está dedicando sus primeros esfuerzos profesionales. Vecino de Moratalaz, con un padre maratoniano y un hermano que juega en el Juvenil A, es un seguidor entregado del Rayo Vallecano, club que lleva en su corazón por lo mucho que representa en una barriada modesta como es Vallecas. Disfruta entrenando a los chupetines, pues le encanta ver cómo aprenden, es el responsable de los entrenamientos en inglés y, además, imparte clases particulares en la academia de la Escuela. Como a casi todos los jóvenes, le gusta salir con los amigos y oír música, y lo que es más raro, le entusiasma la gastronomía, no solo consumiéndola, sino preparándola en la cocina.

¿Cuándo y por qué viniste a la EDM?

Llegué en mi primer año de juvenil, tras acabar mi ciclo en la AFE, que allí finaliza en los cadetes. Me dieron la opción, como a todos, de seguir en diferentes clubes, y yo elegí el de mi barrio porque también jugaba en buenas categorías. Empecé en el Juvenil D, con Andrés de entrenador, aunque a mediados de temporada se fue y nos cogió Nauzet. Fue un buen año, porque quedamos primeros y ascendimos.

¿Tras siete temporadas en la Escuela, cómo definirías la experiencia?

Son muchos los buenos momentos y las grandes experiencias que he vivido en esta Escuela. De todos he aprendido y todos me han aportado algo, por ello estoy muy contento y no me arrepiento para nada de la decisión que tomé en su día.

¿Qué es para ti la EDM?

Como les dicen a los niños pequeños cuando van al colegio, esta Escuela es mi segunda casa. Aquí es donde yo entreno, entreno a niños, tengo una academia montada y paso la mayoría de mi tiempo. Ya sea en la Dehesa o en el Urbis, estoy siempre trabajando con gente de la Escuela.

¿Por qué no has cambiado de aires?

Lo primero, porque estoy muy a gusto y contento; y lo segundo, porque desde siempre he visto una propuesta de crecer. Y como, además, soy un chaval de este barrio al que le mola verlo crecer y poder aportar cosas para que siga creciendo, pues aquí sigo.

¿Qué es lo mejor de esta Escuela?

Tiene muchas cosas buenas, pero lo mejor es que, a pesar de que somos muchos niños y mayores los que formamos parte de ella, nos sentimos como parte de una misma familia. Creo que esto es lo mejor que puede pasar, en un club, en una empresa o en una casa particular.

¿En qué debería mejorar?

En cuestiones que, a lo mejor, no están a su alcance, como puede ser el tema de los campos y las instalaciones. También me gustaría que las familias no tuvieran que pagar tanto por tener a sus hijos jugando en la Escuela, pero eso es culpa de no tener los campos ni en propiedad ni en explotación, lo que obliga a tener que hacer un fuerte gasto todos los años en el alquiler de las instalaciones. Sería ideal conseguir algún medio de obtener más ingresos para reducir las cuotas que tienen que abonar las familias.

¿Tu mejor recuerdo de estos siete años?

Lo que he conseguido futbolísticamente, que fue ascender a Nacional en juvenil y crear el grupo tan bueno que formamos y que hora está luchando por ascender a Tercera.

¿El peor?

Ya fuera por temas personales o diferencias futbolísticas, la temporada pasada no tuve buen feeling con el entrenador del equipo, que era Paco Gallardo, y tuve algún choque con él que provocó que me bajaran al Aficionado B. Me dolió y me molestó bastante. Pero seguí por todo lo bueno que me aporta esta Escuela. Sé que era un problema con él, no con la Escuela.

¿De verdad creéis que podéis jugar en Tercera División la temporada próxima?

Sí, sí se puede. Dependemos de nosotros mismos y no nos vamos a cerrar puertas cuando todavía están abiertas.

¿El Primer Equipo tiene calidad para lograr el ascenso?

Sí, de hecho hemos jugado contra equipos de Tercera y, aunque algunos nos han ganado, se ha demostrado que poniendo más intensidad, podemos alcanzar su nivel. Para mí, el fútbol tiene una gran parte psicológica, y tenemos que creer en que podemos conseguirlo.

¿Qué hace falta para que ese sueño se haga realidad?

Ganar los máximos partidos posibles, y si son los ocho que restan, mejor. Está claro que es muy difícil, porque necesitamos conseguir los máximos puntos posibles. Y eso se logra ganando.

¿Y tenéis capacidad para lograrlo?

Sí, llevamos ya seis victorias consecutivas, y si nos hubieran preguntado hace dos meses si seríamos capaces de ganarlos, todos lo hubiéramos puesto en duda. Llevamos seis y solo estamos a dos de ocho, que son los que faltan.

¿Tiene esta Escuela potencial para mantener a su Primer Equipo en Tercera División?

Si la Escuela crea esa motivación a los jugadores que lo integran y les propone un proyecto atractivo, estoy seguro de que sí. Los integrantes de este equipo no han cobrado nunca por jugar y estamos aquí por la ilusión que nos hace. Y la ilusión de todos los componentes es jugar en la máxima categoría posible, que en estos momentos es Tercera División.

¿Debería cambiar la filosofía de la EDM de dar prioridad a los chicos de la Escuela sobre los fichajes para mantener al equipo en Tercera?

Esta Escuela apenas hace fichaje, pues no se puede gastar dinero en eso. No paga a los que tiene dentro y está consiguiendo los objetivos que se propone. Es una tontería ir a buscar fuera lo que tiene aquí. Con una cantera como la que tenemos, no tiene lógica buscar fuera.

¿Cuáles son los puntos fuertes de este equipo?

El principal es que nos conocemos todos muy bien, porque hemos compartido mucho tiempo juntos. Cuando nos lo creemos y todos tiramos en la misma dirección, podemos conseguir lo que nos propongamos.

¿Puntos débiles?

Que muchas veces pecamos de relajarnos, de no llegar a creer en nosotros. A mis 23 años, sé lo que tengo y de lo que carezco, y eso hay que explotarlo. Influye mucho creértelo. Si te lo crees, lo puedes conseguir. Y eso es lo que a veces nos falta, creer que somos capaces.

La EDM lleva varias temporadas intentado el ascenso a Tercera y no lo ha logrado. ¿Por qué este año sí?

Por el grupo de chavales que forman este equipo. Estamos tirando todos a una y es lo que se necesita. Tenemos un vestuario que está unido, y creo que otros años esto no pasaba.

¿El estilo de juego combinativo que se ha impuesto en esta Escuela beneficia o perjudica en una categoría como Preferente?

Nos beneficia, porque si tienes el control del balón y el rival se pasa la mayor parte del tiempo presionado y corriendo, va a llegar un momento del partido en el que estén reventados. Y eso hay que saber administrarlo.

¿Eres fan de este estilo combinativo?

Sí, como jugador y como entrenador, me gusta y confío en él.

¿Lo llevas practicando desde que llegaste a esta Escuela?

Cuando recalé aquí, no se hablaba tanto de este estilo. Si recuerdo bien, el Barça triunfaba con este fúitbol, pero como tal no se imponía a los entrenadores. Pesaba más lo que el técnico considerase.

Es un estilo bastante más arriesgado, sobre todo para las edades más tempranas.

Es un riesgo que merece la pena correr. Todos los errores que se comenten en las primeras edades son cosas que van a aprender y no cometer de mayor. Es verdad que a los equipos de menor nivel este estilo les dificulta todavía más el aprendizaje. Pero creo que cuando sean un poco más mayores, va a ser una ventaja. Lo he comprobado como entrenador, a la larga es positivo para ellos.

¿Es un estilo más difícil de enseñar y de aprender?

Sí, claro, lo difícil siempre cuesta más. Quitarse el balón de encima lo hace cualquiera, y bajarlo y tocarlo es lo complicado.

¿Ganarían los equipos de la EDM más partidos si jugaran de otra manera?

El fútbol es un juego y, cómo tal, no se sabe nunca lo que va a pasar. En este juego te puede ganar hasta el más malo y puede perder el mejor. Por lo tanto, puede que sí ganáramos más o puede que no, cualquiera sabe.

¿Cómo empezaste a ejercer de entrenador?

Empecé a entrenar a un benjamín hace cinco años. La experiencia fue muy positiva y disfruté bastante. Me di cuenta de lo mucho y rápido que aprenden los niños, y la verdad es que me gustó. Al año siguiente cogí a los chupetines, los más pequeños de la Escuela, con los que ya llevo cuatro años.

¿Qué le sacas a entrenar a un niño que casi no puede ni con el balón?

Me atrae que cuando les conozco, no saben ni diferenciar la pierna izquierda de la derecha ni controlar un balón ni pegarle a la pelota. Sin embargo, ver a los ocho meses cómo la paran, cómo regatean o cómo la piden, es lo más bonito que hay. El estilo de juego se va logrando a lo largo de los años, pero siendo tan pequeños, la técnica la aprenden muy rápido. Darte cuenta de esto mola.

¿Prefieres entrenar a niños pequeños o a mayores?

Ahora mismo prefiero hacerlo con niños pequeños, porque lo que hacemos principalmente es educar, más que entrenar, educamos al ambiente futbolístico. Pero como me gusta entrenar, más adelante espero hacerlo con chavales más mayores. La idea es ir subiendo poco a poco.

¿Tienes intención de sacarte el carné de entrenador?

Sí, quiero sacarme la titulación, cuando acabe la carrera y tenga algo más de tiempo.

¿Te ha servido ser jugador a la hora de entrenar?

Sí, me ha servido para entender más cosas, sobre todo a la hora de comunicarte con los jugadores.

¿Y ser entrenador te ha servido para ser mejor jugador?

Sí, en algunos momentos, pero no para ser mejor técnicamente, sino para tener una mejor cabeza. Con la edad que tengo, no creo que vaya a ganar mucha técnica ya. Pero si puedo mejorar la manera de pensar.

 

“El fútbol es mi forma de vida, porque es lo que hago todos los días de la semana”

Este extremo con ánimo de mediapunta, tiene como objetivo profesional vivir de algo que tenga que ver con el turismo, profesión que está estudiando, y con el fútbol, actividad que le ocupa una gran parte del día.

¿Sigues soñando con llegar a la élite y poder vivir del fútbol?

Claro que he soñado con eso, pero es una posibilidad que cada vez se aleja más. Pero hay gente con treinta años jugando en Segunda División y cobrando un buen sueldo. Y por qué no ser uno de esos. Lo difícil es lograrlo en Madrid, porque aquí hay muchos chavales y muchos equipos.

¿El fútbol es un simple pasatiempo para ti?

Ahora mismo es más que un pasatiempo. Es mi forma de vida, porque es lo que hago todos los días de la semana, ya sea entrenando yo o a los niños.

¿Te gustaría que en el futuro siguiera siendo así?

Sí, me gustaría que el fútbol formará parte de mi vida.

¿Cómo te defines cómo jugador?

Soy un jugador con exigencia. Soy muy intenso, le meto garra y anticipación, más técnico que físico.

¿En qué puesto juegas?

Normalmente, de extremo.

¿Siempre has jugado ahí?

No, también he jugado de mediapunta.

¿Qué posición te gusta más?

Me gusta más jugar en el medio, porque tienes más libertad. Creo que soy un jugador que puede jugar en muchos lados del campo, y es el entrenador el que decide dónde. Cuando me preguntan dónde jugaba, siempre digo lo mismo: ‘dónde tú quieras, con tal de que me saques’.

¿Qué más cosas haces en la Escuela?

Llevo los entrenamientos en inglés. Es una iniciativa que ha puesto la Escuela en marcha esta temporada y que está funcionando bien. Estoy muy contento, porque se nota que a los niños les gusta. Aprenden como esponjas. Hacemos un entrenamiento con cada equipo benjamín o prebenjamín cada dos semanas, y cuando vienen después de esos quince días dicen términos en inglés. Es algo nuevo, son pocas horas y cuesta acostumbrarse. pero está funcionando.

¿Se puede ampliar esa iniciativa a equipos de más edad, como alevines, infantiles, cadetes…?

Sí, pero como tienen pocos días de entrenamiento, no puedes dedicar muchos al inglés. A no ser que se quiera dedicarlos todos.

 

“El momento más gratificante que he tenido en el fútbol lo he vivido con el Rayo”

Seguidor del Rayo Vallecano por encima de todas las cosas, se siente muy orgulloso de pertenecer a un club que representa tanto en una barriada tan modesta como es Vallecas.  El día que se salvó de bajar a Segunda en el último momento fue para él como si hubiese ganado la Champions.

Me han dicho que eres hincha del Rayo Vallecano. ¿Por qué?

Soy aficionado a ese equipo desde hace bastante tiempo. Aunque mi padre es del Madrid, desde pequeñito escuché a mi abuelo hablar muy bien del Rayo. Cuando crecí y conocí más cosas de este equipo, me cautivó. Me sentí identificado con este club por ser de un barrio próximo al mío y por lo que significa en esta zona de Madrid. Además, mi hermano jugó en sus categorías inferiores, lo que me hizo estar más cerca de él. Creo que he mamado mi amor por este club tan especial. Cuando tuve oportunidad de hacerme socio, lo hice, hace ya ocho o nueve años. Siempre que no coincide el partido del Rayo con el mío, voy a verlo.

¿Qué te produce ser socio de un equipo tan modesto?

Me produce una gran satisfacción. El momento más gratificante que he tenido en el fútbol lo he vivido con el Rayo, y fue cuando hace unas tres temporadas se salvó de descender en el último partido. Si hubiera descendido, tenía todas las posibilidades de desaparecer, por la deuda que tenía. Estaba viendo el partido, estaba acabando y al final lograron el gol que supuso la salvación. Para mí fue como ganar una Champions.

¿Normalmente se es del Rayo además de ser del Atlético de Madrid o del Real Madrid?

Eso es lo que suelen preguntar los niños pequeños, pero el Rayo tiene muchos aficionados que son de Vallecas y les gusta el fútbol. Se puede ser solo del Rayo. Yo soy solo del Rayo. Ser del Rayo produce una gran satisfacción, por saber de dónde viene este equipo y qué significa.

¿El fútbol es justo?

No, pero como casi todo en la vida. La justicia hoy en día es muy relativa. Pero no, no es justo.

¿Por qué el fútbol es un deporte tan seguido en todo el mundo?

Porque es un deporte que todo el mundo puede practicar y aprender. Y al ver que hay jugadores que ganan muchísimo dinero, son famosos y viajan por todo el mundo, te hace soñar.

¿Hasta cuándo en la EDM?

No me pongo límite.