Jordi Didac, jugador del Aficionado A y entrenador del Chupetín B, Prebenjamín D y Alevín E

“Lo mejor de la EDM es que se le da más importancia a jugar y a mejorar que a competir”

Este joven ha decidido dejar su trabajo de camarero para poder dedicarse plenamente a ejercer de jugador y entrenador, y aunque tiene que estar todos los días en la Escuela, disfruta con lo que hace

• “Estoy muy cómodo aquí, como en mi casa, me llevo bien con todo el mundo, la gente es muy agradable y los niños también”

• “Me veo con calidad suficiente para jugar en Tercera División; no desentonaría”

• “Creo más factible llegar a la élite como entrenador, porque acabo de empezar, tengo 22 años y me queda un mundo”

• “Desde que soy entrenador, entiendo mucho más el juego y pienso más las cosas en el campo antes de hacerlas”

Texto y fotos de Alejandro Posilio

Este ex camarero de 22 años está todos los días en las instalaciones de la EDM, pues a su condición de jugador del Aficionado A desde hace cuatro temporadas, une la de ejercer de entrenador, y esta campaña en tres equipos: Chupetín B, Prebenjamin D y Alevín E. Comenzó su andadura en el césped en el club de su barrio, el San Cristóbal, para fichar más tarde por el Rayo Vallecano y años después por el Adarve. Recaló en la Escuela su primera temporada como aficionado, en la que también dio sus primeros pasos por los banquillos. Tiene el nivel 2 de entrenador, aunque hasta ahora solo ha llevado equipos de niños pequeños. Disfruta con ello y no se pone un plazo para comenzar a dirigir a adolescentes o adultos. Estudio grado medio de Actividades Deportivas en el Medio Ambiente (TAFAD) y ha trabajado dos años como camarero, labor que ha dejado para dedicarse a lo que más le gusta: jugar y enseñar a jugar al fútbol. Madridista confeso, también disfruta saliendo con los amigos, yendo al cine y escuchando música. Ahora se encuentra sin novia y sin compromiso.

¿Qué te consideras entrenador o jugador de fútbol?

Me considero las dos cosas. Me gusta jugar al fútbol desde pequeñito y hace unos seis años empecé a entrenar a niños, y me gustó bastante también.

¿Pero si tuvieras que elegir una de las dos profesiones?

La verdad es que no estoy seguro. Cada vez me gusta más ser entrenador, pero como llevo toda la vida jugando al fútbol, es difícil decidirse por una u otra.

¿Para cuál de las dos te ves más dotado?

Como entrenador estoy empezando, por lo que me queda mucho por aprender y mucha experiencia por coger. Y como jugador, llevo mucho más tiempo ejerciendo, por lo que algo más de experiencia tengo.

¿Con cuál disfrutas más?

Con las dos me lo paso bien, aunque no igual. Me producen sensaciones diferentes.  Como entrenador vivo la satisfacción de explicar algo a los jugadores y ver que lo entienden y lo ponen en práctica. Esto es muy agradable. Y como jugador, las sensaciones las da estar dentro de un partido. Ser parte de las jugadas y sentirse protagonista es también muy agradable, pero diferente.

¿Te beneficia o te perjudica para entrenar ser jugador?

Me beneficia más que me perjudica. La experiencia de ser jugador me sirve para entender mejor a mis chicos. Cuando ves un caso de un niño que está desmotivado o le falta confianza, lo comparo con lo que me pasó a mí como jugador y creo que le entiendo mejor. Incluso a la hora de explicar un ejercicio, me planteo cómo lo tendría que explicar mi entrenador para que yo como jugador me entere. Me sirve para pensar cómo lo puede hacer él.

¿Y te beneficia o perjudica para jugar ser entrenador?

De todo se aprende. Hay cosas que he aprendido como entrenador que no sabía como jugador, y son muy útiles, sobre todo lo referido a cómo entender el juego. He aprendido bastantes cosas en los cursos de entrenador que me han servido luego como jugador. Ahora entiendo mejor como jugador cuando trabajamos un concepto determinado, y a la hora de jugar lo llevo más fácilmente a cabo.

¿Desde que eres entrenador eres mejor jugador?

No sé si soy mejor jugador, pero entiendo mucho más el juego y pienso más las cosas en el campo antes de hacerlas.

¿Cómo empezaste a jugar al fútbol?

Empecé con mis vecinos de San Cristóbal de los Ángeles, con jugadores que han estado en la EDM: Noman y Adnan Arkine. Nos apuntamos al club del barrio, el San Cristóbal, donde jugué  desde benjamines hasta infantil. Luego me fichó el Rayo Vallecano, donde estuve hasta juvenil de primer año. Me rompí la rodilla el segundo año de juvenil, que lo pasé lesionado, y el último año de esa etapa lo pasé en el Adarve. Al año siguiente me fichó el Aficionado A de la EDM. Esta es mi cuarta temporada en la Escuela.

¿Y cuándo comenzaste como entrenador?

Empecé el primer año que entré en la Escuela como segundo de los chupetines y del Alevín A. Ese año me saqué en verano el título de entrenador de nivel uno, y al siguiente, el de nivel dos. Ese año también estuve en el campus, y la verdad es que me gustaba estar con niños y enseñarles a jugar.

¿Cuándo comenzaste a ejercer de primer entrenador?

Al año siguiente, que lleve chupetines y el Alevín F de fútbol 7. La temporada pasada dirigí el Prebenjamín D y los chupetines, y esta campaña llevo también a los chupetines, al Prebenjamín D y al Alevín E de fútbol 7.

¿Cómo llegaste a la EDM?

Conocía a Jorge Vallejo desde pequeño, porque me había entrenado en el infantil del San Cristóbal, y tenía muy buena relación con él. Siempre he compartido su forma de ver el fútbol, y cuando estaba yo en el Adarve, me pidió que viniera con él a la EDM. No lo hice porque quise jugar en División de Honor, y al año siguiente me volvió a llamar y fiché por la Escuela.

Después de este tiempo aquí, ¿cómo definirías la experiencia?

Muy satisfactoria. Estoy muy cómodo aquí, como en mi casa, me llevo bien con todo el mundo, la gente es muy agradable y los niños también. Como, además, comparto la filosofía de la Escuela, me gusta mucho estar aquí.

¿Qué es lo mejor de la EDM?

Creo que la filosofía de tener siempre el balón y querer jugarlo. Y también que se le da más importancia a aprender a jugar y a mejorar cada día que a competir.

¿Qué crees que habría que mejorar en la EDM?

Hay pocas cosas que mejorar, pero una de ellas es los campos. Si fueran nuestros, sería mucho mejor:

¿Cuál es el mejor momento que has pasado aquí durante estas cuatro temporadas?

Ha habido algunos muy buenos, aunque no he vivido ningún ascenso. Como entrenador fue el año que llevé al Alevín F. Fue una temporada dura, porque no conseguíamos ninguna victoria, pero al final logramos ganar nuestro primer partido. Después de estar un año perdiendo todas las semanas, esa victoria fue magnífica. Fue una sensación de felicidad infinita, sobre todo por los niños, pero también por mí.

¿Y tu peor momento?

El segundo año aquí, que por cuestiones laborales no pude dedicarle todo el esfuerzo que debía. No estuve al cien por cien y no aprendí todo lo que podía.

¿Cuáles son tus aspiraciones en la EDM?

Como jugador, me gustaría participar con el Aficionado A en Tercera División. Y como entrenador, no tengo una meta definida, pero me gustaría mejorar y sentirme valorado; sentirme querido por los niños y por los padres. Esto me gustaría más que coger un equipo determinado.

¿Te ves con calidad para jugar en Tercera División?

Sí, me veo con calidad suficiente. No desentonaría.

¿Y con posibilidades de llegar a entrenar algún día al Aficionado A?

Ahora no está en mi mente, pues no me exijo llevar un equipo u otro. Pero algún día sí me gustaría llevar algún equipo que esté en una categoría alta, por qué no el Aficionado A.

¿Sigues soñando con llegar a vivir del fútbol como jugador o como entrenador?

Sí, sueño con vivir con algo que esté relacionado con el fútbol. Me gustaría y soñar es gratis.

¿Qué es más fácil llegar a la élite como jugador o como entrenador?

De las dos formas es muy difícil. Si llego a vivir de esto, estaría más que conforme. Pero como siempre quieres un poco más, si algún día llego a vivir de esto y puedo llegar más arriba, mejor.

¿Pero en qué profesión lo ves más factible?

Ahora creo que como entrenador, porque acabo de empezar, tengo 22 años y me queda un mundo.

¿Tu talento te puede ayudar más a triunfar como jugador o como entrenador?

Ahora estoy más preparado para ser un buen jugador que un buen entrenador. Creo que estoy más capacitado, pero tengo mucha ilusión para competir al más alto nivel con cualquiera de las dos profesiones.

Por lo que has comentado antes, también eres un fan del fútbol combinativo que se practica en la EDM. ¿Por qué?

Cuando se es pequeño, se divierte uno más tocando la pelota que corriendo detrás de ella. Tocarla, jugarla con tus compañeros, hacer regates y paredes es lo que te motiva, no solo meter gol.

¿Ves que los chicos de la Escuela disfrutan más jugando de esta manera?

Sinceramente, creo que sí. Pero es verdad que muchas veces se ve más claro al competir que al entrenar. A veces se juega bien, pero no se gana y los jugadores no están contentos. En cambio, cuando juegas bien con este estilo y ganas, los jugadores se sienten mucho más satisfechos. Pero sí, se lo pasan mejor.

¿Es un sistema más difícil de enseñar y de aprender?

Es complicado. Pero lo difícil es que ellos crean en el estilo. Eso cuesta mucho. Es un estilo arriesgado, y cuando te meten un gol o pierdes un partido por jugar de esa forma, los chicos dejan de confiar en ese trabajo y no lo llevan a cabo al cien por cien. No dan todo lo que podrían.

¿Se ganarían más partidos si se jugara de otra manera?

No, creo que no. Se gana más cuando se tiene el balón que cuando es del rival. Si no tienes el balón, no puedes ganar, como dice Paco Jémez.

¿Y como jugador disfrutas también más con el fútbol de toque?

Sí. En aficionados, que es una categoría en la que no se juega muy buen fútbol, o juegas de esta forma o lo pasas mal, porque puedes estar mucho tiempo sin tocar el balón. En esta categoría no te diviertes igual que en las inferiores, porque en estas últimas es más fácil tocar el balón y te lo pasas genial. En las categorías superiores se compite más y se juega menos.

¿Sabes jugar de otra forma?

Sí, el año que estuve en el Adarve era un campo pequeño y había días que no se jugaba a nada, solo a correr detrás del balón.

¿Echas de menos ese estilo?

No, no, para nada.

¿Cómo te defines como jugador?

Me considero tácticamente inteligente.Soy un jugador que entiende el juego y se sabe colocar bien en el campo. Soy listo a la hora de interpretar al rival y más físico que técnico.

¿Y como entrenador?

Soy exigente, pero también me gusta divertirme y ser cercano con los chicos. Me gusta gastarles bromas y que tengan confianza conmigo. Me gusta motivarles, enseñarles y exigirles.

¿El fútbol te parece un deporte justo?

Hay ocasiones es que es muy justo y otras en las que es muy injusto. Pero al final de la temporada, suele ser muy satisfactorio para los niños, porque lo que han aprendido lo van a utilizar siempre en adelante, y cada vez son mejores.

¿Y por qué crees que gusta en todo el mundo a tanta gente?

Porque es un deporte de equipo…, pero realmente no sé qué decirte.

 ¿Hasta cuándo en la Escuela?

Por mí, para siempre. Estaré aquí hasta que algún día me echen. Estoy encantado y me quedaría siempre.

 

“Con la edad de los chupetines es muy difícil que piensen y jueguen a la vez”

Asegura que los chupetines son muy pequeños y que solo hay que intentar que se diviertan y aprendan a jugar. Lo de competir ya llegará.

¿Qué se le puede enseñar a un chupetín que tiene cinco años?

Lo principal, y es lo que hacemos aquí, controlar y golpear el balón. Es complicado, pero se puede enseñar a esa edad. Lo normal es que cuando les llega el balón, lo golpeen con la puntera. Todos los días les insistimos en que lo controlen y lo pasen con el interior del pie.

¿Cómo se mide que están aprendiendo?

Es cuestión de tiempo y de insistirles todos los días en lo mismo. Siendo pesado, los niños terminan asimilando y lo hacen por sí solos. Y también es muy importante preguntarles. Cuando no hacen lo que les pides, les preguntas ‘¿qué había que hacer?’. En ese momento piensan y se acuerdan, y te dicen: ‘control y pase con el interior’. Y como lo piensan, se van quedando con ello. A esas edades es muy complicado que piensen y jueguen a la vez.

¿Al final de temporada suele quedar algún peque que sigue dando a la pelota con la puntera?

Sí, siempre hay alguno. Son muy pequeños, aunque de un año a otro se nota mucho su evolución. Ellos, sin darse cuentan, lo van asumiendo.

¿Qué te gratifica entrenar a niños tan pequeños?

Ver como aprenden y mejoran; verles que se van contentos. Los chupetines son muy agradecidos, y cuando llegan a entrenar, son los primeros que te saludan y te abrazan. Si meten un gol, se ponen supercontentos, y si hacen algo bien, te lo están diciendo constantemente. Todo eso me reconforta.

¿Si te ven por la calle te saludan o dicen algo?

Sí, y me encanta. Incluso hay algunos que van a vernos jugar con el Aficionado los domingos.

¿Por qué no se compite a esas edades?

Porque lo que hay que enseñarles es a divertirse y a jugar. Si no saben ni golpear el balón, ¿cómo se les va a enseñar a competir? Lo primero es que se diviertan y aprendan a jugar al fútbol. Ya aprenderán a competir.

Hasta ahora, solo has llevado equipos de edades inferiores. ¿Te gustaría ya empezar con cadetes, juveniles o aficionados?

El año pasado lo hablaba con Jorge Vallejo y le decía que me estoy formando poco a poco. Quiero seguir formándome con equipos de niños, porque es lo que me gusta y motiva.

 

“El día que  entrene a mayores, seguramente después no querré dirigir a otros”

Aunque todavía no ha entrenado a equipos de adolescentes o adultos, no tendría inconveniente en hacerlo mañana mismo. Pero no se ha puesto un plazo para comenzar.

¿Y para cuándo entrenar a adolescentes o a adultos?

No lo sé todavía. Pero si mañana me dicen que tengo que entrenar un cadete, lo hago sin problemas. El día que entrene a mayores, seguramente después no querré entrenar a otros. Pero ahora estoy a gusto así.

¿Crees que es muy diferente entrenar a mayores que a niños?

No sé cómo es entrenar a mayores, porque nunca lo he hecho. Cuando son adolescentes, están en una edad más difícil de llevar, pero se aprende también cómo manejarlos.

¿Es muy diferente entrenar a chupetines que a prebenjamines o es más o menos igual?

Hay diferencias. En prebenjamines, la gran mayoría ya entiende el juego y técnicamente los jugadores son mejores, En prebenjamines se aumenta el nivel de exigencia.

¿Pero dirigir tres equipos de niños pequeños no es muy duro?

Bueno, lo llevo bien. Paso aquí todos los días de la semana, pues entreno de lunes a jueves,  los viernes compito con el prebenjamín, y los sábados, con chupetines y alevines. Me cansa pero no me agota. Te cansas porque estás aquí muchas horas, pero como te gusta, no lo ves como un trabajo duro.

¿Te pasa como a algunos profesores que después de pasar una jornada con los alumnos llegan a casa derrotados?

Hay días que llego superagotado, pero también supercontento por lo bien que han entrenado o jugado. Esto me hace llegar a casa muy satisfecho.

¿Es muy diferente entrenar a un equipo de fútbol 7 que de fútbol 11?

No he entrenado a fútbol 11, aunque el año que estuve de segundo con Fran Morillas era fútbol 11. Por eso puedo decir que el fútbol 7 parece más dinámico y más entretenido, mientras que al fútbol 11 se enseñan otros conceptos y más cantidad de ellos.