El Juvenil A de la Escuela Deportiva Moratalaz volvió a sumar tres puntos en casa tras vencer por 3-1 al Atlético Chopera Alcobendas 04 B, en un partido con el guion ya conocido: dominio claro del balón, rival replegado y mucha exigencia en las transiciones.
El inicio fue un reflejo de lo que suele verse cada jornada en el Urbis. Los de Moratalaz llevaron el peso del juego, buscando abrir espacios ante un Chopera bien organizado en bloque medio. Sin embargo, pese a la posesión y la intención, al equipo le costó transformar ese control en ocasiones claras, y lo terminó pagando. En una pérdida en salida, el conjunto visitante aprovechó la transición para adelantarse en el marcador.
El gol espoleó a los locales, que reaccionaron con carácter. En una de las pocas llegadas con peligro, Aitor, siempre incisivo desde la delantera, aprovechó un balón suelto en el área para igualar el encuentro. Poco después, sería Charli quien desequilibrara el duelo. El extremo, en un gran momento de forma y cada vez más determinante, se fabricó una jugada individual de pura potencia y calidad para firmar el 2-1 antes del descanso.
En la segunda mitad, el guion no cambió demasiado. El Moratalaz siguió mandando en el juego, aunque las imprecisiones en la circulación permitieron al Chopera tener sus opciones. Ahí emergió la figura de Pedro, que debutaba como portero titular en esta jornada 6. El joven guardameta, de primer año y con poco rodaje competitivo, mostró una madurez impropia de su edad: seguro en el juego aéreo, valiente en las salidas y decisivo con un par de intervenciones clave que evitaron el empate.
El equipo local logró sentenciar en el tramo final gracias a Isaac, que aprovechó un rechace dentro del área para marcar el 3-1 y sellar la victoria. A pesar del resultado, la sensación fue agridulce: el Moratalaz sigue sumando en casa y mostrando personalidad, pero los partidos siguen siendo muy abiertos y el equipo concede demasiado en determinadas fases.
En defensa, Carlos volvió a dejar claro por qué es uno de los pilares del equipo. Firme al corte y concentrado en los duelos, sostuvo la línea cuando el rival apretó. Con su solidez y la inspiración ofensiva de los atacantes, el Moratalaz consiguió un triunfo importante para seguir creciendo y mantener el pulso en la zona alta de la clasificación.
Una victoria trabajada que refuerza la confianza del grupo, pero que también deja claro el camino a seguir: mejorar la gestión del ritmo del partido y minimizar riesgos para no sufrir más de lo necesario.


