El equipo dirigido por Christian Moya suma una nueva victoria a su cuenta particular, en un partido que terminó 2-1 para los nuestros, con remontada incluida. Ahora, los chicos del B ponen en su mira al líder, el Ciudad de Getafe
El Aficionado B sigue empeñado en demostrar que la liga tiene escrito su nombre. Lo de nuestros chicos es para quitarse el sombrero. Ya la semana pasada hablábamos del nivel que está mostrando el conjunto, el cual lleva más de cinco encuentros sin conocer la derrota.
La víctima de esta semana ha sido el C.D. Unión Valdebernardo. Un partido que perfectamente ejemplifica el campeonato que está haciendo el Aficionado B. La liga empezó con dudas, con algunos partidos en los que el equipo no terminaba de conectar. Algo que parecía no mejorar, pero sí que lo hizo. Y vaya si lo hizo.
Prueba de ello es el partido de esta jornada. El «B» empezó perdiendo el encuentro con un gol tempranero del Valdebernardo al minuto 11. Sin embargo, el equipo no se rindió y supuso sobreponerse a esa golpe inicial, aunque no sería hasta la segunda parte, concretamente en el min 62, cuando Daniel Fiol (que está haciendo una grandísima temporada) logró empatar el marcador 1-1. Comenzaba la remontada.
El encuentro parecía estar destinado a un empate, y no sería precisamente por los intentos del Aficionado B de que no fuese así. Pero como decimos, el Aficionado B está adjudicándose un campeonato propio: la liga de las remontadas. Como el Real Madrid de Capello de la temporada 2006, el Aficionado B parece seguir su estela. En el minuto 87, a tan solo tres minutos del pitido final, Andrés Gaviria consiguió anotar el tanto de la victoria y de la tranquilidad. Final del partido 2-1.
Ahora, los de Moya se encuentran en segunda posición con 37 puntos al acecho del primero, el Ciudad de Getafe, que solo aventaja a los nuestros en un punto. Que se preparen, porque el Moratalaz va a por todas y partidos como este no hacen más que afirmarlo.
Este fin de semana, el Moratalaz visitará al AD. Brunete con la idea de meter presión al líder, que siente a su vez como la EDM sube como un toro enfurecido.
