Un equipo con mejor condición física desbarató las ambiciones locales
Tras aguantar la primera parte, el conjunto de la Escuela sucumbió a la mejor colocación y mayor velocidad de juego de los visitantes
Alineaciones:
Infantil A: Adri; Nacho (m.47 Miguel), Javi Fernández, Álvaro, Marcos (m.41 Choaie), Jorge, Javi Salvador, Pablo Mera, Nico (m. 42 Álex), Jordi y Antonio.
Rayo A: De las Heras (m. 58 Rodríguez), García, Romero, Martín (m. 35 Dorado), Pulido, Marín, Gologan, Arranz, Garcés (m. 63 Muñoz), Casero (m. 51 Hijón) y Cerezo (m. 53 Rojo).
Goles: 0-1 (m. 37): Gologan. 0-2 (m. 54): Garcés. 0-3 (m.62): Garcés. 0-4 (m. 66): Gologan. 1-4 (m. 70): Miguel.
Crónica de José Manuel Llorente
Una vez oí a un ilustrado en fútbol, que el equipo que mejor hace las transiciones, tiene mucho ganado. Esto es, como se coloca un equipo cuando pierde o recupera el balón, y a la velocidad que lo hace. Intuyo que por ahí empezó a escaparse el partido.
La primera parte fue un poco sosa, con los dos equipos intentando imponer su estilo, pero sin ganar ninguno de los dos el centro del campo. El Morata, ajustándose bien en defensa, no permitía que el Rayo llegara de manera clara a la meta local. Y el Rayo, sin elaborar un buen juego, se colocaba bien nada más perder el cuero, lo que propició que el balón nos durara un Swing. Bueno, eso y la precipitación de nuestros medios, a los que les faltó la pausa necesaria de otras veces para cocinar buen fútbol.
La anécdota de la primera parte fue la tarjeta amarilla mostrada, en el minuto 5 a Pulido. Y digo que quedó en anécdota porque el partido fue de guante blanco, los que ganaron, supieron ganar, y los que perdieron, supieron perder, algo que se agradece en el deporte y que no siempre sucede.
Y así se llegó al descanso, con el Morata sin acabar de creer en sus posibilidades y el Rayo acabando con una gran jugada de Garcés y Gologan, preludio de lo que vendría después del descanso.
Tras la reanudación, el Rayo se puso las pilas, en el minuto 37, gran jugada de Gologan en banda derecha, que la revienta con su pierna buena, haciendo inútil la estirada de Adri. 0-1. El gol activó el partido y el Morata se desprendió del corsé que le apretaba y también empezó a jugar, Así, en el minuto 45, Mera aguanta el cuero hasta que se generó el hueco y se la da a Antonio, escorado a la izquierda, éste se la mete a Jordi, que había tirado el desmarque perfectamente por la banda contraria, pero al acomodársela a la derecha para romperla, perdió unos segundos preciosos, dando lugar al rechace del defensa.
En el minuto 50, otra del Morata, falta sacada por Miguel desde la izquierda al primer palo y Antonio remata al larguero. No entraron las nuestras y el Rayo nos mató a la contra, primero en el minuto 54, el 0-2, y luego en el 62, el 0-3. El Morata perdió en la salida y con sendos balones a la espalda de la defensa sentenció Garcés. El tercero nos dejó tocadísimos y, sin embargo, seguimos intentándolo, aunque para entonces ya estábamos un poco largos en el campo y la conducíamos demasiado en vez de tocarla.
Malditas transiciones. El 0-4 llegaría por banda izquierda, minuto 66, centro al área y gol de Gologan, el mejor del partido. En el 70, Miguel transformó un penalti cometido por Pulido sobre Choaib, para dejar en el marcador el 1-4 definitivo. Tres puntos que se van del Urbis rumbo a Vallecas merecidamente. Ya sólo me queda felicitar a los chavales del Rayo por el resultado, agradecer el comportamiento ejemplar de las dos aficiones, que fue el reflejo de lo que pasó en el campo.
Y a los nuestros, darles la enhorabuena por seguir y seguir hasta el final, a pesar del resultado, cosa que no pasaba el año pasado, y les emplazo a trabajar lo más duro que puedan con ilusión y humildad.