NABIL, NABIL, NAAAAAAAAABIL, NABIL, NABIL, NAAAAAAAAAABIL
El Primer Equipo se oxigena gracias a un gol “muy suyo” de Nabil, el tercero en los últimos siete partidos, dando por buena una excelente jugada colectiva, otra más y van… (10 pases en 37 segundos), de toda la parte defensiva de la ED Moratalaz y que supo canalizar Vasco al sodomizar un balón caído del cielo y asistir de primeras en profundidad al delantero marroquí del conjunto verdinegro. Nabil, que un par de minutos antes perdonó un mano a mano en forma de preludio, marcó el tanto que pondría boca abajo al Urbis tras recortar por dos veces dentro del área ante el desacuerdo del público, para colocar el 2-1 en el minuto 89 y, a partir de ahí, amarle.
Por primera vez se marcaba un gol de la victoria en el Urbis en el último minuto desde que lo consiguiera Caloto ante el Paracuellos Antamira en noviembre de 2020; y por primera vez desde que juegan juntos Nabil y Cristian Mora marcan en un mismo encuentro del Primer Equipo. Relevo natural en la tarde del domingo cuando cumplíamos la hora de encuentro.
Jorge Vallejo es responsable absoluto del ADN Moratalaz. Estilo el que nos rescató ante un Alcorcón B que llegaba a dos puntos del Play Off de ascenso. Un zambobazo de Garci desde la frontal a la salida del bote de una falta que se estampó en el travesaño de forma espectacular fue la única nota de excepción en unos primeros 25 minutos donde se combinaba motivación con tensión, mentalización y disciplina con miedo y abismo.
Y fue nuestra inconfundible forma de ver el fútbol la que salió a relucir para sacar al Primer Equipo y al partido del atasco. Una buena recuperación defensiva con Fer Macías de protagonista, terminó con balón largo hacia el desmarque en banda de Cristian Mora que recepcionó para iniciar la contra. Elvis salió galopando como un poseso y hacía él fue el balón para sin mirar apoyarse en Juanchi y éste en Adnan para que, en un suspiro, el esférico viajase desde la derecha a la izquierda para descolocar a todo el Alcorcón B. El extremo marroquí lo probó y por ahí andaba Elvis y su torso que sirvieron de asistencia a Cristian Mora para empujar el gol a la red y celebrar el tanto como si fueran unas semifinales de Play Off de ascenso (seis pases).
El gol. Antídoto perfecto para adquirir confianza, adelantar líneas, creer en tus posibilidades e incrementar diferencias mientras tu rival se sobrepone al varapalo. Llegaron entonces los mejores minutos de los de la cuña que no tuvieron traducción en la segunda diana, y eso que lo probó Elvis de remate duro, y eso que Cristian Mora rozó el doblete tras una gran combinación colectiva pero una nube de piernas en su remate lo impidieron.
El Alcorcón B despertó de su letargo, reaccionó y empató, pero se anuló el tanto en fuera de juego. El encuentro, a pesar que el filial alfarero se había levantado, estaba controlado; aunque estaba claro que no nos iríamos al descanso sin el susto metido en el cuerpo. El amarillo Sarmiento porfió en la presión y un despeje de balón de Pablo Sanz le golpeó en la espalda saliendo un balón en parábola que a punto estuvo de sorprender a Elías.
Las buenas sensaciones con las que acudimos a vestuarios y la esperanza por destrozar nuestra mala dinámica nos impidió divisar que estos últimos acercamientos de nuestro adversario no eran más que meros avisos del empate. El amarillo Baladía, ingresado en el intermedio, solo tardó un minuto en hacerse notar. Y de qué forma. Agarró el esférico dentro del área cerca del vértice y, a pierna cambiada, la colocó sin oposición por toda la escuadra de Elías que, una vez más, no pudo hacer nada. 1-1 y a volver a empezar.
Ahora la psicología jugaba en nuestra contra y nuestros fantasmas ayudaron al Alcorcón B a creérselo. Molina apretó en la salida de balón cuando ésta pasaba por los pies de Elías y forzó un corner que pusieron en funcionamiento los marcapasos de los aficionados. Ese saque de esquina fue rematado por Yago muy cerca de la portería.
Sin embargo, cuando más sufríamos, llegó una contra hilvanada por Cristian Mora y Juanchi que el asistente anuló por fuera de juego antes de que el portero Jagoba salvase a los suyos. Era la hora de partido. Y entonces empezó a vislumbrarse que al Alcorcón B le podían las urgencias por obtener tres puntos puesto que los Play Off los tiene a tiro. Su presión era alta y nos costó recuperar el centro del campo, por lo que nuestro rol se convirtió en montar numerosas contras.
La mencionada de Juanchi, otra en la que Adnan no resolvió prácticamente en el interior del área pequeña, un disparo lejano de Luismi, un remate de Nabil a las manos del portero tras un gran desmarque y un fallo de Jagoba que al propio Adnan le pilló escorado para pensar una solución adecuada. Este peligro creado ayudó a apaciguar el empuje del filial y el encuentro se equilibró. Tras un toma y daca de libres directos en la frontal sin consecuencias, y una indecisión de nuestra retaguardia llegamos al ocaso del encuentro.
No nos servía el empate, a ellos tampoco. Elías salvó la debacle. Y entonces llegó la guinda al partido de Vasco. El MVP. Descomunal el mediocentro más obrero de la ED Moratalaz que se coronó con su primera asistencia en Tercera RFEF. Cortocircuitó todo pase fluido del Alcorcón B, se erigió en el mariscal de su equipo en la zona más ancha, bajó con guante de seda un balón llovido del cielo y a la media vuelta sin despeinarse obligó a correr a Nabil que hizo el resto para convertir al Alcorcón B en nuestra víctima favorita (cuatro triunfos), asegurar tres puntos de oro que nos coloca a dos puntos de la salvación y afrontar con toda la confianza posible la “final de Villaviciosa” del próximo miércoles.