EL JUVENIL B MURIÓ EN LA ORILLA
El Juvenil B de Rubén Parra tuvo una dura prueba este fin de semana contra el Unión Carrascal A, un equipo que tras 16 partidos andaba sexto en la clasificación gracias a sus 7 victorias y 4 empates (a 6 puntos de la cabeza únicamente), mientras que los nuestros marchaban en 14ª posición con 15 puntos, eso sí con dos partidos menos debido al aplazamiento de dos de sus encuentros por la pandemia del Coronavirus.
Con todo ello, el Urbis se vistió de gala para ver de primera mano uno de los partidos más emocionantes del sábado por la tarde, y la verdad es que el encuentro no defraudó. Aunque tuvo momentos de menos intensidad, desde el primer minuto de juego los espectadores pudimos disfrutar de lo lindo.
Las dos primeras grandes oportunidades fueron para el cuadro visitante, pero con gran maestría Abraham Chaves consiguió detener el balón. Por su parte, la E.D. Moratalaz practicaba un juego de toques, pero no conseguía llegar con peligro al área contraria. Al llegar al minuto 6 se notaba de sobra que el equipo de Rubén Parra se encontraba muy incómodo sobre el césped de su propio campo, sin poder desplegar el juego que realmente sabe. Además, estaba sufriendo una gran presión e intensidad por parte de sus rivales.
En el minuto 10 la E.D. Moratalaz B tuvo su primera gran oportunidad, en un balón largo colgado al área el portero visitante intentó coger la pelota, pero fallando en su intento, cayendo el esférico en Jorge Carneros. Desafortunadamente su posición era muy esquinada y no pudo marcar el tan ansiado gol.
Poco a poco el partido se estuvo tranquilizando, ambos equipos no conseguían hacerse con el control del juego. Desde este momento se veía que con un juego de toques los morataleños no iban a crear peligro, por lo que empezaron a jugar balones largos y empezar a presionar en posiciones más adelantadas y no esperar tan atrás. Sin embargo, hasta el minuto 19 era el Unión Carrascal quien se acercaba con más peligro al área contraria.
Corría el minuto 23 cuando se pudo ver el primer gol del partido. El mejor del partido, Rubén González, conseguía marcar un auténtico golazo unos metros más allá de la frontal, sí bien es cierto que los visitantes estaban jugando con 10, pues un jugador tuvo que salir del campo para quitarse sus pendientes.
Desde este momento el partido paró mucho en intensidad. Muchas faltas en medio del campo influyeron en el juego, impidiendo su desarrollo natural. En el minuto 30 el colegiado del encuentro ya había enseñado 3 amarillas.
En el minuto 34, otra vez Rubén González (el que más peligro creaba de la E.D. Moratalaz y que deleitaba al público) probaba fortuna con un disparo muy lejano, desde la zona tres cuartos por la banda izquierda, golpeando el travesaño. A partir de aquí vinieron los mejores momentos de los locales. En el minuto 36 el árbitro se equivocó al pitar un fuera de juego inexistente que dejaba solo a Juan Berrocal contra el portero. En el 37 Pedro era quien lo intentaba con un tiro desde lejos, aparentemente sencillo para el portero pero que botó delante de él y casi le sorprende.
La primera parte acabó con 1-0, pero se veía que era un encuentro muy duro donde ninguno bajaba los brazos y en el que solamente una genialidad pudo marcar la diferencia en el marcador.
La segunda parte empezó de forma más tranquila, pero acabo de manera trepidante. En los primeros minutos de juego ninguno estaba apretando al otro equipo, la corta distancia en el marcador se tradujo en un juego de acercamientos tímidos hasta el minuto 9, cuando consiguieron con un buen pase romper la defensa de nuestro equipo y conseguir que su delantero se plante solo contra nuestro portero que pudo parar el primer tiro, pero no el rechace.
En los siguientes 10 minutos de juego el partido siguió como antes del gol, sin que nadie impusiera su estilo, ninguno se hacía con la posesión total del balón y al final fueron otra vez los visitantes los que gozaron de la oportunidad más peligrosa que a la postre significaría el 1-2. En un centro desde la derecha raso al segundo palo uno de los delanteros de la Unión Carrascal conseguía tirar a puerta con el portero ya vencido, pero no fue el cancerbero de la E.D. Moratalaz sino su propio hermano, Diego, quien al intentar evitar que ese balón entrara golpeaba con la mano el balón, señalando el árbitro, de manera totalmente justa, penalti y expulsión para el defensa. Desde los once metros los visitantes se adelantaron.
En los siguientes minutos de juego la E.D. Moratalaz encontraba dificultades para seguir con su juego, y más con un hombre menos, y en el 33 tras una jugada embarullonada dentro del área y con el portero de nuevo batido la Unión Carrascal hacía el tercero.
Sin nada que perder y con más fe que cualquier otra cosa, más el apoyo de su afición, los locales buscaron como loco los dos goles que necesitaban. Tocaban mejor que antes, cambiaban el balón de una banda a otra, pero parecía que nada podía romper el muro que habían construido sus rivales. El único que pudo encontrar hueco en esa defensa tan férrea fue Manuel Ruiz que había salido del banquillo unos minutos antes. Moviendose entre líneas para conseguir que le llegara el balón y con un gran recorte y un genial tiro posterior conseguía a un minuto que terminara el tiempo reglamentario el 2-3 en el marcador, que más tarde sería el resultado final.