Sin nada que reprochar
Espectáculo. Solo con esta palabra podríamos definir lo que hemos visto en el Urbis en este miércoles tan frío. El Juvenil A de Carlos Rodríguez se enfrentaba al rival más difícil de toda la liga, ni más ni menos que el Real Madrid C, líderes en la liga con 9 puntos de ventaja (en ese momento) sobre su más inmediato perseguidor con un partido menos. La Escuela Deportiva Moratalaz por su parte marcha 3º en la tabla y está realizando una campaña magnífica, con partidos siempre muy disputados y jugados con mucha intensidad. Es por ello que se esperaba con ahínco este encuentro por parte de la Escuela, aplazado a principios de febrero debido a la pandemia del Coronavirus.
El partido empezó por todo lo alto, de forma trepidante, con dos adversarios que querían hacerse con el control del juego desde el primer minuto. La calidad del Real Madrid era clara, pero la sexta velocidad con la que había comenzado el encuentro los morataleños también. Si bien es cierto que ninguno de los equipos conseguía terminar sus jugadas, aunque sí que llegaban con peligro. En los primeros diez minutos, por ejemplo, pudimos ver un centro desde la banda izquierda por parte del Real Madrid que era rematado fuera por uno de sus jugadores de ataque, y por nuestra parte un córner botado por Julio Tiemblo que se paseó por el área madridista sin encontrar rematador.
La E.D. Moratalaz poco a poco se empezó a hacer con el control del encuentro y aunque ellos eran rápidos como balas, nuestro muro permanecía sólido, y aunque a veces se producían dudas a la hora de sacar el balón jugado, el equipo actuaba como un ente único. De esta manera conseguimos tener grandes ocasiones.
La primera de ellas en el minuto 13, cuando Julio Tiemblo desde la esquina metía en profundidad por alto un gran envío a Ismael Fernández, pero el goleador morataleño no conseguía rematar de forma óptima y su remate era blocado por el guardameta blanco.
En el minuto 18 sí que conseguimos el tan ansiado gol. Una gran recuperación de Sergio Belinchón en el centro del campo servía para realizar una serie de combinaciones rápidas que volvían a dejar a Ismael Fernández solo en el área contraria, que esta vez sí, con todo a favor, conseguía el 1-0, y colocarse hasta el momento el pichichi único de la liga.
Después de nuestro tanto, el Real Madrid intentó ir a por todas para remontar el encuentro, pero el conjunto de Carlos Rodríguez estaba muy cómodo en el césped, manejando el balón a su gusto y con cabeza. Sin embargo, en el minuto 26 con el partido controlado, pero jugando con cautela, el árbitro del partido señalaba un penalti un poco discutido de David Romero. Afortunadamente para la Escuela bajo palos se encontraba Alejandro Linares, quien, con sangre fría, aguantó hasta el final para detener el lanzamiento de su rival y dar otra alegría más al público del Urbis.
El Moratalaz poco a poco perdía el control del partido. Los nervios se apoderaban de un equipo que hasta el momento se merecía una victoria clara. Con el paso de los minutos el Real Madrid se acercaba con cada vez más peligro a nuestra área, por ejemplo, en el minuto 27 se produjo un fugaz contraataque blanco de 4 jugadores contra 4 defensores nuestros que terminó en las manos de nuestro portero.
Desafortunadamente en el minuto 39 no corrimos con la misma suerte. En el minuto 39, una pérdida en defensa de Hugo Mateos ante su presión alta cuando era último hombre dejo solo a dos delanteros blancos contra nuestro arquero que nada pudo hacer, y el Real Madrid hizo el 1-1. Después de este gol el equipo no se vino atrás jugando más en campo rival, pero sin tener ocasiones claras. De esta manera nos iríamos al descanso.
Una primera parte donde el Moratalaz fue de más a menos. En general se ha visto un choque de trenes donde el Moratalaz, que se ha dedicado a jugar como mejor sabe, pudo en los primeros minutos merecer algún gol más.
La segunda parte empezó un poco como la primera, con el Moratalaz tocando en campo rival, pero sin crear peligro alguno. Con ambos contrincantes buscando como meter mano a su enemigo. Pero, con el paso de los minutos, fueron los visitantes los que poco a poco se hicieron con el dominio del juego. Primero, en el minuto 6 cuando una buena jugada de combinación de ellos termina con un pase profundo que desarticuló nuestra defensa y termino significando el 1-2 momentáneo. El gol además parecía que le había dado más confianza aún.
Quizás no estábamos pasando por nuestro mejor momento en el partido, pero en el minuto 12 Ismael Fernández se sacaba un tiro lejano de la nada que era parado en primera instancia por el portero, pero que posteriormente Marcos Galán terminaba rematando ese mismo balón a portería, consiguiendo el 2-2.
El partido estaba entrando en una nueva fase con ambos equipos volcados al ataque en un ida y vuelta constante donde ninguno se conformaba con el empate. Los mejores ataques de los locales vinieron por la banda izquierda con un Marcos Galán crecido después de haber logrado el tanto del empate, al igual que el Real Madrid que buscaba también a sus extremos.
En el minuto 24 el Moratalaz tuvo una buena oportunidad con un gran centro de Marcos Galán, pero que Ismael Fernández no conseguía rematar. El Real Madrid también tuvo sus ocasiones como un tiro libre directo desde un poquito más allá de la frontal que se fuer por arriba de la portería. Ambos equipos querían ganar.
En el minuto 33, pudiendo caer el partido de cualquier lado eran los visitantes quienes se adelantaban. Un ataque por banda acababa en un centro rematado al lado de la portería, 2-3 en el marcador.
A partir de este momento un muy cansado Moratalaz intentó salir a por todas, acumulando efectivos en ataque, a pesar de que eso significara dejar huecos en defensa. El Real Madrid sabía lo que tenía que hacer a partir de ahora, y se dedicó a matar el partido con pases cortos y controlando la posesión del juego, e incluso con oportunidades claras al arriesgar el Moratalaz más de la cuenta.
El partido terminó al final con 2-3 en el marcador, pero seguro que todos los hinchas morataleños se fueron orgullosos de su equipo, y no es para menos, pues muy pocos le han podido hacer frente de esta manera al conjunto blanco. Al final del partido nos acercamos para hablar con el propio Carlos Rodríguez que también quiso resaltar las buenas sensaciones que había dejado el equipo a pesar de la derrota: “Creo que hemos hecho un muy buen partido, de 9, pero para puntuar contra el Real Madrid mínimo hay que hacer un partido de 10 o de 11, y no hemos hecho ese tipo de partido porque hemos tenido un par de errores individuales. Nos vamos con la sensación de que hemos merecido más, mínimo el empate por juego, por ambición y por nivel competitivo. Nos vamos muy contentos con el trabajo realizado y con los deberes hechos.”
Si bien es cierto el entrenador del Juvenil A quiso remarcar que ahora toca pensar en el futuro sabiendo que este partido sirve como punto de inflexión de cara a la segunda vuelta después de haber competido de tú a tú contra el mejor de la liga. El próximo rival de la Escuela será en casa contra el Alcobendas C.F. A, un equipo que ya nos venció en la ida y que vienen en una dinámica muy positiva. Partido importante para seguir asentándose en la parte alta de la clasificación.