Crónica | Elida Olimpia – Cadete D

Crónica | Elida Olimpia – Cadete D

EL CADETE D NO PUEDE CON LA INFERIORIDAD NUMÉRICA NI CON SU MALA RACHA

No está pasando la mejor tónica de resultados el Cadete D de Adrián Atienza. Cuatro derrotas consecutivas le asolan en sus últimos cuatro partidos en una temporada que viaja por rachas. Primero en cuanto a goleadores porque si al inicio de la campaña Sebas era el hombre a tener en cuenta de cara a portería, ahora es Hugo el que parece más fino en el idilio con el gol. El buen estado de forma de ambos delata el gran rendimiento goleador del Morata, tanto es así que los verdinegros son el sexto más goleador de la categoría. Rachas, todo rachas. Si bien hasta hace un mes se recobraron ilusiones de objetivos ambiciosos con dos manitas seguidas, esta mala dinámica da pábulo a la reflexión.

En el último encuentro del domingo celebrado en los campos de La Unión, nuestros chavales cayeron derrotados por 5-3 contra el Elida Olimpia en un partido que tenía que haber servido para corregir fallos, salir centrados y mejorar en las primeras partes, la verdadera cruz de este Cadete D. Y los primeros 25 minutos se cumplió el guión de lo establecido por Adrián Atienza en el vestuario. Sin embargo, un balón a la espalda del central dejo solo al delantero rival frente a Héctor. El ariete se anticipó, el esférico golpeó en el cuerpo de nuestro cancerbero y el árbitro interpretó una mano que rompería el choque. Y más cuando en la falta de la infracción Jesús Mira, máximo goleador de esta categoría, clavaba el 1-0.

Jugar en inferioridad no era una situación extraña para este Morata. Con diez hombres disputó el equipo verdinegro en el campo del Polígono H desde el minuto 6 en un partido que terminó venciendo por 0-5. Por lo que, con el marcador adverso y con uno menos, el duelo no estaba perdido. Porque aunque vino el 2-0 poco después, José recortó diferencias tras aprovecharse de un rebote después de una jugada combinada en el que Voltas pivotase con la zona ancha.

Al descanso la euforia era máxima. Era el momento de dar un golpe encima de la mesa. La sensación de que el milagro era posible y así cortar la maldita racha era posible. Éramos mejores y había que demostrarlo a pesar de las circunstancias. Pero el golpe de realidad tras el paso por vestuarios fue fulminante. En ocho minutos de la segunda parte el partido parecía sentenciado con el 4-1, doblete de Jesús Mira, al que había que vigilar.

El Cadete D no se rindió y empezó a insuflarle cloroformo a la pelota. A pasar, tocar y trenzar. Y así solo así, llegaron las ocasiones. Si los primeros tiempos son la de arena, los segundos son la de cal. Álex pudo marcar el segundo en un buen remate desde la frontal que detuvo el portero, todo ello sin contar los múltiples balones parados que disfrutamos sin remate pero con mucha incertidumbre. El segundo estaba al caer y llegó en forma de penalti. Hugo se lo guisó y se lo comió. Forzó el penalti que quedó en castigo escaso y 4-2 al marcador. Restaban aún 25 minutos.

Nos volcamos. Había que tirar de heroica. No había cansancio pero sí ilusión y volvimos a generar acciones peligrosas pese a que sufríamos en las transiciones que el conjunto vallecano creó de forma rápida gracias a los riesgos y los huecos existentes. Sin embargo, la sentencia no llegaría hasta el minuto 68 cuando un fallo en la salida de balón pagando el peaje del ADN Moratalaz, Marcos asestó el quinto en un partido que maquilló Hugo de falta directo para el 5-3 final en otra locura de encuentro con un caudal de goles pero ningún punto en el casillero de un equipo cuya clasificación no es acorde a su potencial.

Adrián Atienza, entrenador del Cadete D, nos atendió después del partido triste por la mala racha de sus jugadores pero tranquilo porque sabe cuáles son los problemas a atajar en un futuro próximo: “La dinámica negativa en cuanto a sensación y saber competir, sobre todo en las primeras partes. Frente al Elida Olimpia le competimos durante 25 minutos a un equipo que tenía el máximo goleador de la categoría, estuvimos muy serios y eso hay que destacarlo, pero la expulsión condicionó el partido. Metemos goles pero nos meten más, el objetivo es llegar a la portería a cero. Gestionar los errores defensivos y competir sin necesidad de marcar tres goles”.

 El objetivo no es otro que encajar goles porque si se cumple esa premisa el Cadete B “tiene calidad para no estar abajo”. “Y está claro que estamos en una mala dinámica. Contra el Madrid Río te meten en las tres en la primera parte y remontar eso es muy difícil por muy bien que juguemos. Frente al Vicálvaro igual, vas 0-2 al descanso y luego remontar en la segunda parte es un mundo. Solo ha habido un partido donde no hemos sido dominantes que fue ante el Inter Promesas, en el resto hemos sido presa de nuestros fallos y ahora toca trabajar en ello para despedir bien el año y comernos el turrón tranquilos”, apostilló el técnico para finalizar.