Segunda derrota de la temporada del Moratalaz a manos del CDB Paracuellos por 1-0. El primer Equipo estuvo a remolque por una acción solitaria y a balón parado, los nuestros perdonaron oportunidades de todos los colores en un duelo frenético y de mucha intensidad
La primera mitad siguió los mismos canones de siempre. El fútbol control se imponía con inercia a pesar de que la primera parte estuvo presidida por una batalla descomunal en el centro del campo.
El CDB Paracuellos se adelantaría en el marcador en una jugada puntual, aislada y de estrategia que Solomon enviaría al fondo de las mallas tras un buen testarazo. Mazazo que pudo ser peor porque acto seguido Cano no acertó a definir completamente solo dentro del área.
Al Primer Equipo le costó reaccionar pero lo hizo. Mereció el empate antes del descanso, algo que no obtuvo. En primer lugar, Cristian Mora cabeceó con peligro pero forzado un saque de esquina. En segundo término, la más clara en un zurriagazo de Rubén Ramiro desde tres cuartos que se estrelló en el travesaño y que, en la jugada posterior, Juanchi perdonó tras combinación con Adnan. Y por último, un centro chut a lo «Goikoetxea en el Mundial 94» del propio Adnan no se coló en la portería de Diego de milagro.
La segunda parte comenzó con reestructuración del sistema del equipo, el Primer Equipo inició la búsqueda del empate con varias ocasiones en el inicio del segundo tiempo. Un centro medido de Corchón al segundo palo fue cabeceado por Rubén Ramiro al que solo le faltó leer el bote previo. Un sensacional remate de Cristián Mora que provocó la intervención de la noche de Diego con la yema de los dedos. Y otro remate de cabeza del capitán a la salida del córner que no obtuvo la dirección correcta. No se habían cumplido ni el cuarto de hora del segundo tiempo y está claro que no quería entrar.
Ya por entonces había saltado al terreno de juego el goleador ante el Pozuelo. Un Luismi que pretendía ser ilocalizable para los defensores contrarios y lo primero que hizo fue servir un gol en bandeja a Rubén Ramiro que no culminó una jugada colectiva de tiralíneas de muchos kilates. El Moratalaz estaba lanzado pero llegó el citado cansancio, los cambios, la gresca y las interrupciones que dieron beneficio al Rayo Majadahonda.
Solo faltaba una genialidad para equilibrar la balanza, pero no pudo ser. El Primer Equipo lo intentó hasta el final. Un 1-0 que deja a nuestro Primer Equipo en la parte media baja de la tabla, en un día donde la noticia positiva fue el adiós de la mascarilla al fútbol madrileño.