Crónica | Cadete B – Atlético de Pinto

Crónica | Cadete B – Atlético de Pinto

PUNTO AGRIDULCE EN LA BATALLA DEL VIENTO

Se escapó el Atlético de Pinto. Se escapó vivo. Se escaparon dos puntos. Era lo justo, pues sí. Una parte para cada uno en un encuentro donde el viento influyó de manera decisiva. En la primera un amigo, en la segunda un enemigo. Pero la victoria estuvo ahí. A falta de 10 minutos, 2-0 a favor. Y, a falta de dos, un 2-2 que no saca al Cadete “B” del atolladero, aunque sigue puntuando en un mes de cambio estacional donde se han cosechado 8 de 15 posibles, un bagaje que, sin duda, invita al optimismo de la salvación.

El encuentro se encarriló a los 20 minutos gracias al tanto de García y de un gol en propia puerta, y gracias a la alianza inicial del Dios Eolo que provocaba hacer las cosas más fáciles. Las transiciones, la circulación, las fricciones y, sobre todo, los duelos aéreos son más sencillos cuando el aire supone una barrera para el rival A pesar de ello, el ADN Moratalaz no pudo ejecutarse de forma adecuada a pesar de que nuestra defensa en la salida de balón insistiera una y otra vez en rasear el cuero.

Con la confianza de nuestro lado en estos albores de la primavera, fuimos efectivos de cara a portería. Los morataleños harían daño al Atlético de Pinto a balón parado y ahí brilló César Alonso a la hora de poner los centros con música. Pasado el minuto 5, colocó un saque de esquina al área para que García, tras rechace, rematara a placer y allanara la mañana. Poco después, pasado el minuto 20, una falta lateral botada por el 22 provocó que Cermeño, intercalado entre Fali y Jonessy, se introdujera el gol en su propia portería. 2-0 y a gestionar.

En el resto de la primera parte, el Cadete “B” se dedicó a presionar tras pérdida, a luchar cada balón y a tocar desde la defensa, sin miedo a perderla, con el fin de generar jugadas combinativas con el fin de crear peligro pero el esférico se mostraba intratable. Por lo que la principal baza volvió a ser la pizarra y, en el minuto 26, César Alonso, después de un córner, volvió a centrar al segundo palo y el viento quiso que marcáramos el tercero. Pero no fue así porque el cancerbero visitante Iker sacó una mano salvadora.

Por su parte, el Atlético de Pinto despertó a la media hora y ahí los de la cuña supieron frenar la embestida de su rival antes del descanso e, incluso, Álvaro Huete en pared con García se estampó con el poste en una jugada anulada por fuera de juego. Álex salió providencial a los pies de José Carlos, Jonessy estuvo salvador bajo palos a disparo cruzado del rojillo Michelanelo y el propio José Carlos remató a las nubes un balón suelto tras un saque de esquina en contra evidenciando que el Atlético de Pinto terminó volcado los primeros 40 minutos.

Siempre hay un tramo del partido donde hay que sufrir y éste se superó con nota, nada que ver con el tramo final de partido. Es más, se consiguió que, tras el paso por vestuarios, el agobio no fuera tal en un inicio de periodo protagonizado por la incertidumbre de la gran cantidad de acciones a balón parado para uno y otro contendiente y de un juego aéreo destroza cervicales. 

Pero la paz duró lo que tardó el viento a volver a ser decisivo. Ahora le tocaba al Atlético de Pinto beneficiarse de las condiciones meteorológicas y, si bien no sufrimos jugadas de peligro, se hizo muy complicada salir de nuestro cuarto de campo aparte de sufrir el asedio en forma, como no, de balón parado. No obstante, la mejor ocasión cuando cruzábamos el ecuador de este segundo tiempo fue nuestra en un uno contra uno errado por un luchador Álvaro Huete que se benefició, en fuera de juego, de un servicio de ensueño de Fali, que empezaba a destacar con su innegable calidad al contar con más espacios. Lo probó desde lejos pero el meta rival atrapó seguro. Faltaban 12 minutos. A partir de ahí, tragedia.

Cuando el partido estaba controlado, un barullo dentro del área fue resuelto por José Carlos con la zurda para darle emoción a la parte final donde tocó apretar los dientes. Solo había que sufrir 10 minutos. Pero no se hizo. Fuimos incapaces de salir de la trinchera porque el rival nos ganaba en intensidad, ni atisbo de los duelos que vencíamos tan bien en el primer tiempo y nos dedicamos a defender de manera aturullada intentando hacernos amigos de un reloj que no avanzaba. La revolución en los cambios tampoco ayudó más que a perder tiempo. Y el viento también apretó.  

Faltaron solo dos minutos cuando el forastero Marqueta en, como no, una falta lateral, peinó hacia atrás dentro del área para llevar el balón al fondo de las mallas. Ver para creer. Y pudo ser peor. Providencial Sergio Évole al rebañarle un balón a José Carlos cuando éste, con el tiempo cumplido, se disponía a fusilar a Álex. También pudo ser mejor. 

En la última del encuentro y tras otra falta lateral, Daniel empujó con la cabeza cerca, suave, en parábola, por encima del portero, pero la parábola no cayó lo suficiente para encontrar los tres palos y dar una victoria que se escapó en la fría mañana de sábado en el Urbis, y que hubiera sido providencial para distancia una zona de peligro que, con siete partidos para la conclusión, hay que evitar como sea tras la Semana Santa.

César Alonso, futbolista del Cadete B, se mostró compungido nada más finalizar el encuentro. Era consciente que se les había ido tres puntos en los últimos 10 minutos de juego. Con muy pocas ganas de hacer declaraciones nos atendió con semblante tristón para reconocer que “fue una pena porque hemos empezado ganando, tendríamos que haber controlado el partido y no permitir que nos empatasen. Es verdad que ha habido una parte para cada uno condicionada por el viento”. 

César Alonso tuvo un papel importante en el desarrollo del encuentro al estar en las dos jugadas que finalizaron en gol para los suyos pero quiso restarse mérito: “El viento no ha influido por abajo pero sí por arriba. Es verdad que soy el encargado de botar los balones parados pero en un gol participamos todo el equipo. Estos goles nos podían haber dado la victoria, nos ha faltado intensidad al final, pero, si luego lo piensas, un punto no está mal”.

En otro orden de cosas quiso destacar la buena dinámica del equipo en esta última parte de la temporada y finalizó con un mensaje más optimista: “Estamos jugando mejor. Vamos a sacar nuestro objetivo. Cada día vamos a más, la semana pasada ganamos y ha sido una lástima que no hayamos podido darle continuidad”.