Crónica | Cadete A 3-1 Atlético Madrileño A

Crónica | Cadete A 3-1 Atlético Madrileño A

TRABAJO, CASTA, CORAJE Y CORAZÓN

El “nunca dejes de creer” del Cholo Simeone en el Atlético de Madrid, el “hasta el final, vamos Real” de la afición del Real Madrid, el “dicen que nunca se rinde” que reza el icónico himno del Sevilla” o el “Jo ta ke irabazi arte (dale duro hasta la victoria)” de los athleticzale en San Mamés son frases de batalla enraizadas en el sentimiento de estas hinchadas para expresar un incansable aliento de fuerza y honor con el fin de obtener un resultado mejor, en especial, durante el transcurso de los encuentros. Habría que inventar otro slogan para el Cadete A del Moratalaz, el cual se sobrepone a todos los varapalos habidos y por haber para incorporarse de la lona, levantar la cabeza, rebelarse ante lo que le está pasando y responder. Solo así se explica su victoria por 3-1 contra el Atlético Madrileño.

Todo se le puso en contra al Morata cuando el árbitro decretó un penalti surrealista por manos de Óscar Saéz en el minuto 40. Jugador amonestado, protestas de todo el Urbis, Adrián Algora expulsado, transformación de Pablo Muñoz y otra vez por detrás en el marcador tras el paso por los vestuarios después de una primera parte competida. La cara de tontos era antológica, pero había que mirar a la realidad de frente y eso es lo que hizo el Cadete A. Coger de la pechera a la situación, y por qué no, voltear el marcador. ¿Por qué no? Cambio de sistema, plan B y a funcionar.

El segundo tiempo no pudo ser más primoroso. El Moratalaz se “zampó” al Atlético Madrileño. Al orgullo se le sumó el buen juego, y a estos dos, los goles que combinaron tesón y buena factura. Si Opta hubiera analizado el partido, su base de datos se habría llenado de recuperaciones, intercepciones, tackles y, sobre todo, duelos ganados a favor de los verdinegros, tanto por tierra como por aire. Las repercusiones no tardaron en llegar. En el minuto 49, una acción iniciada en saque de banda la continuó un genial taconazo de Samu sobre Guille de Morais. Al “olé” de la grada le continuó otro después de que el propio delantero se revolviera sobre si mismo en una “zinedina” que eliminó a dos rivales para, de inmediato, marcar un golazo por alto digno de pañuelos blancos. Guille de Morais se apuntaba su tercer tanto de la temporada.

Entonces, el Morata se volvió loco. Se fue a por el encuentro y los rojiblancos no sabían donde meterse. Un vendaval pasó por el norte del barrio y, hasta pasado el ecuador de la segunda mitad, no llegaron lo que todos los presentes barruntaban: los goles de la victoria. En el minuto 70, no marcó Samu, marcó el corazón, el gen Moratalaz; ése que hizo que tras tres remates y tres rechaces, el 8 morataleñoempujase el cuero para soltar de una tacada toda la adrenalina acumulada. A la fiesta se sumó tres minutos después Alex, quien cayéndose soltó un zurdazo bombeado que se coló por la mismísima escuadra atlética. Un tanto donde gran parte del mérito fue de Javi Garralón en un robo de balón crucial en la presión. Otro más del Cadete A en la segunda mitad. Diego y Javi Garralón, emblemas de esa revolución de los suplentes, que desprendieron frescura y energía positiva infinita, claves para el añorado triunfo de los de Adrián Algora.

Y es que el Cadete A no solo encadenó su segunda jornada consecutiva sin perder en la exigente SUPERLIGA, sino que además, estrenó el casillero de victorias en el sexto capítulo de esta ilusionante temporada 2021/22. Un triunfo que, por cierto, le saca momentáneamente de los puestos de descenso en el que se hallaba sumergido. Un aliciente más para tranquilizar los ánimos, asentar la confianza y, acompañado de esa fe inquebrantable, traducir el buen juego del equipo en los siempre requeridos resultados. Algo que ya se vislumbró en la segunda parte ante el Rayo Majadahonda el anterior fin de semana, que se confirmó frente al Atlético Madrileño y que hay que materializar, sin esconderse, ante el calendariovenidero. Getafe, Atlético de Madrid y Leganés están a la vuelta de la esquina y hay que ir a por ellos a base de trabajo, casta, coraje y corazón.

Para terminar, Adrián Algora, entrenador del Cadete A,quiso lanzar las siguientes palabras de agradecimiento, aparte de a los jugadores, sobre todo a su cuerpo técnico: “No hay palabras para definir el trabajo realizado en unos días en los que he estado fuera, por haber estado ahí en una segunda parte en la que no he estado. Además, van a ser más importantes si cabe en esta semana porque estoy expulsado y no me sentaré en el banquillo. Muchas gracias”.