«Tres puntos de oro en las botas de Guille De Morais y Javi García»
Nuestro 9 volvió a la senda del gol colocando con astucia y calidad un lanzamiento de falta más propia para un zurdo. Corría la hora de contienda y, cuando más negro se teñía el horizonte, Guille de Morais puso al Urbis boca abajo con el tanto que abría el camino de la victoria; más que nada porque en la recta final de partido este equipazo ejecutó a la perfección lo que hace tan bien cuando se lo propone: apretar los dientes, sacar a relucir el orgullo y tirar de casta y corazón no solo para amarrar sino para que Javi ampliase al 2-0 definitivo frente a un rival directísimo como el URJC Móstoles.
Y eso que los futbolistas del equipo visitante impresionaron. Nada más verles ya se aventuraba que ante un rival físico el encuentro se presumía tosco y áspero. Y así fue en una primera mitad con poco brillo donde predominó más el juego aéreo y los choques que la vistosidad y con el lunar de la lesión de Álvaro que, en una de las innumerables fricciones, cayó lastimado de su tobillo derecho. Para fortuna del espectador, hubo ocasiones de gol.
Más para el Cadete A que generó mucho peligro gracias al balón parado de Iker. La primera ocasión fue para Adrián Merino cuyo disparo dentro del área salió a la derecha de la portería del cuadro universitario. Acto seguido, el gol estuvo más cerca que nunca cuando Javi Quintana se sacó de la manga un gran centro por la parte derecha que no llegó a conectar con acierto el propio Adrián Merino, el balón quedó suelto a dos metros de la línea de gol pero un estorbado Guille de Morais que terminó cometiendo falta en ataque.
Dispuso de una tercera clara los de Adrián Algora en una hilvanación made in ADN Moratalaz con una gran triangulación entre Iker, Guille de Morais y Adrián Merino que finalizó el 10 verdinegro con un gran trallazo desde fuera del área donde el esférico salió muy cerquita del travesaño. Fue la última manifiesta de los nuestros en un primer tiempo muy rocoso donde el URJC Móstoles solo dio señales de vida durante tres minutos con dos acercamientos de infarto. Los dos de cabeza, Juanjo salvó la primera bajo los palos cuando Fran solo tenía que empujar; y, la segunda, de nuevo Fran cabeceando solo por encima del travesaño. Entremedias, Iker lo probó desde 25 metros sin suerte.
Tras el paso por vestuarios y como de costumbre, Max sustituyó a Juanjo y no tardó en demostrar que la seguridad en el marco estaba garantizada cuando, tirando de reflejos, repelió con el pie el intento de un Fran que continuaba dando guerra. Ese intento y un remate del también visitante Sayavera dentro del área pequeña fueron las ocasiones más relevantes en un inicio de segunda mitad bastante dinámica donde Guille de Morais avisó de sus intenciones con un remate con el flequillo antes de su ejecución maestra en el libre directo.
Los controladores aéreos se ganaron el pan en los últimos compases del encuentro. La corpulencia de los jugadores visitantes provocó que todas las acciones de estrategia fueran una auténtica tortura por arriba donde Max resultó el cloroformo perfecto para que los nervios no estuvieran a flor de piel. Es justo reseñar un travesaño de Víctor, que era el hombre que botaba todas estas jugadas.
Entre tanto asedio a balón parado y defensa stajanovista, Pedro estuvo a punto de dar por buena un gran servicio de Dani Rodríguez desde la izquierda, hasta que a cinco minutos de la conclusión, el recién ingresado Javi no tuvo piedad con un golazo después de otra buena combinación colectiva por la parte izquierda para finiquitar, en superioridad numérica, un partido que sirve para adelantar al Leganés en la clasificación y dejar al Móstoles URJC a cuatro puntos, precisamente el equipo que marca la frontera de la permanencia, ya alejada a los cuatro puntos en un necesario colchón para seguir creciendo.
A Guillermo García de Morais le gustan que le llamen De Morais y reconoció que en su gol la barrera estaba mal colocada: “Lo he visto y he pensado que le voy a pegar con efectillo para que le bote, no sé si ha botado al final o no pero mi intención en un principio era ésa. Lo he ajustado bien y el portero por eso no ha llegado a un gol que nos ha servido como si fuera un bálsamo. Nos ha cambiado el panorama por completo y el golazo de Javi nos ha ayudado mucho también para sentenciar la victoria”.
El delantero morataleño reconoció la importancia de su gol en un momento comprometido de un partido que se antojaba trascendental: “A partir de ahí, nos hemos creído que podíamos sacar los tres puntos para subir en la clasificación, de hecho estamos a tan solo tres puntos de los quintos. Era una final. Ahora le metemos cuatro puntos al Móstoles URJC y ya estamos centrados en otro rival directo como el Nuevo Boadilla contra el que jugamos la semana que viene para seguir sumando de tres en tres”.
El 9 verdinegro estuvo de acuerdo en que el progreso del Cadete A es manifiesto: “Nos están saliendo las cosas, estamos sumando puntos muy importantes” y destacó sobremanera la importancia de la portería a cero: “Quitando contra el Real Madrid que fue un partido muy complicado, llevamos dos de tres encuentros, los dos últimos en casa sin encajar goles y eso nos otorga mucha confianza”.