Crónica | Cadete A 1-3 Atlético de Madrid ‘A’

Crónica | Cadete A 1-3 Atlético de Madrid ‘A’

Pájara inicial y recuperación final en la derrota del Cadete A ante el Atlético de Madrid en Urbis

Cuando un ciclista de élite afronta una etapa reina de una gran vuelta tiene que ser conocedor de hasta donde puede llegar. Saber recuperar en el descenso, encontrar tu ritmo tanto en el llano como en las pendientes más llevaderas del puerto, subir piñones y apretar los dientes cuando las rampas son más duras, y regular para encontrar de un punto de vista óptimo que te ayuden a superar esa jornada. Aunque parezca un suplicio, ese ciclista tiene un objetivo que quizás no tenga nada que ver con la general, la victoria de etapa o el maillot de la montaña. Se trata de saber atravesar lo más duro para, quizás, en otro día o en otro momento, sacar lo mejor de sí y lograr lo que se propone.

La SUPERLIGA Cadete es esa gran vuelta de tres semanas que parece un infierno pero que, según se van cumpliendo tramos y según se va volviendo la vista atrás, se aprende, se olvida o, de lo que se trata, se disfruta. Nuestro Cadete A supo encontrar su ritmo en el segundo tiempo, e intentó encontrar la cadencia en el primero pero unos pinchazos le separaron de gozar de una tarde como la que paladeó dos semanas atrás frente al Atlético Madrileño. A pesar de la disciplina y de la concentración, los detalles marcaron el partido hasta un descanso donde el resultado fue de un 0-2 en contra en el Urbis, símbolo de la superioridad de una cantera poderosa y de jugar mejor sin balón que con él.

Por lo que había que enmendar. Tras el paso por vestuarios, había que activar el “gen Moratalaz” para revertir la situación y tener otro sabor de boca. Un toma y daca de penaltis dejaron el tanteador en 3-1 (gol de Adrián Merino), el cual sería el resultado definitivo. Sin embargo, los verdinegros en la parte final de la contienda supo interpretar la situación y mereció, al menos, darle emoción a la mañana morataleña. Poco después, a cinco minutos del final, después de una gran salida de balón, segundas jugadas y balón muerto, Guille de Morais, tras recorte, golpeó con la izquierda para que entre el portero y el defensa le pusieran más suspense a la jugada. El esférico se aproximaba con lentitud y emoción al fondo de las mallas hasta que fue salvado bajo palos evitando un 3-2 que cualquiera sabe lo que hubiera provocado a tan poco del ocaso.

Una lástima que la buena imagen mostrada durante 40 minutos no se extrapolase a 80. Que los pinchazos del comienzo de la jornada empañen el nivel mostrado en la parte final. Ello está evitando puntuar a un Moratalaz que convive en la parte baja de la tabla pero que si logra el objetivo de puntuar todos los encuentros conseguirá salir del atolladero; sobre todo si logra superar con buena cara los “Tourmalet” de turno. Próxima etapa: “el Alpe d’Huez”. Otra cantera como el Leganés que está muy fuerte en casa, pero que ello no debe detener a los de Adrián Algora para corregir, aprender y encontrar su punto óptimo para cuando los días sean más llanos que escarpados como el calendario que se está atravesando estas semanas.

Para el propio Adrián Algora, entrenador del Cadete A, la clave estuvo sin duda “en los pequeños detalles que ha dado pie a que el Atlético de Madrid impusiera su calidad”. Y se justificó argumentando: “Los detalles en la primera parte han sido la clave del encuentro y ahí nos han sentenciado. Después de la reanudación, la actitud ha sido muy positiva para intentar levantar un 2-0 en contra. Tras los penaltis, acortamos diferencias. Me quedo con que, a partir de ahí, contra el mejor equipo de la categoría hemos jugado mucho más a lo que queríamos y de tú a tú en una segunda parte super competida. Un segundo tiempo de 1-1 donde se ha demostrado que, sin esos errores, podemos plantarle cara a cualquiera”.