VELOCIDAD DE CRUCERO
Nuestro segundo equipo de aficionados se impuso por 2-0 al Aravaca con goles de Marcos Talavera y de Sorin en la agonía de cada uno de los dos periodos. Una victoria que supone que el filial verdinegro se aúpe a una cuarta plaza muy interesante después de seis partidos disputados. Un bagaje que es consecuencia de tres victorias consecutivas como respuesta al punto de nueve posibles de sus tres primeros compromisos y que no hacían justicia a los méritos contraídos.
La noche al este de Madrid transcurría anodina en un partido que comenzó con algo de retraso. Los de Hugo no se sentían cómodos en un encuentro feo donde sufrían en cada balón aéreo, en especial en una salvada bajo palos y en un remate de cabeza de Marcos Alonso que solo no acertó entre los tres palos. A los verdinegros les costaba. Vivieron de una acción individual de Cope que Pepe no finiquitó, o de una gran acción por banda izquierdo entre Cruz y Cobos en una acción que terminó en corner en el cual David Ortega la mandó a las nubes.
Cuando el 0-0 era una realidad al descanso y los nuestros, de forma imperceptible, empezaban a disfrutar del balón, una jugada por el centro recayó en las botas de Marcos Talavera que, con el orgullo henchido por su doblete en Sanse y su veteranía de forma calidad, dijo que ésta era la mía. De espaldas a portería porfió con los centrales del Aravaca para revolverse cual pivote de balonmano y, a la media vuelta, cruzar ante Álex deshaciendo un entuerto más atascado que Fuente Carrantona en hora punta.
Las fricciones y el dolor de cuello continuaron a la orden de una noche en la que terminó refrescando. Pero el Moratalaz B ya era otro tras el paso por los vestuarios y con el marcador a favor. Controlaba una situación que podría haber sido más favorable si Cope no hubiera rematado demasiado centrado tras individualidad de Pepe por la izquierda, si a Cruz no le hubieran sacado de forma rocambolesca un gol a puerta vacía o si, otra vez, David Ortega no se hubiera topado con el guardameta visitante. A Hugo le tocó mover ficha y acertó.
Los blanquiazules sufrieron la desgracia de la lesión grave de rodilla de Adrián García al que la ED Moratalaz le desea una pronta recuperación y tan solo inquietaban en acciones aisladas a balón parado. Pero el segundo estaba al caer. Era de justicia vivir los últimos compases con tranquilidad. A diez para la conclusión, Cope, el mejor del partido y con la velocidad de crucero que ha adquirido su equipo, se escapó por enésima contra para dejar de tacón a Fiol, que reapareció en el verde después de un mes lesionado, y éste en bandeja a Sorin para marcar su tercer gol en su tercer encuentro consecutivo. Premio para un trabajador y premio para un segundo equipo que, con dos victorias y un empate, ha hecho del Urbis un auténtico fortín.
Hugo, entrenador del Moratalaz B, se mostró muy contento al término de los 90 minutos con los nueve puntos de nueve en el bolsillo y realizó la siguiente valoración del encuentro: “El partido ha sido típico de Preferente, un partido complicado ante un equipo que traía buena dinámica y en el que el gol de Marcos Talavera nos ha dado la vida para tener la segunda parte más controlada. Hemos salido en el segundo tiempo con más confianza. Nos han dejado espacios y con espacios somos muy buenos. Hemos generado situaciones para crear ocasiones. Con el 1-0 no solo hemos mejorado a nivel de cabeza sino que, gracias a esos espacios, nosotros tenemos jugadores determinantes para afrontar el partido de forma más cómoda”.
El preparador del filial del equipo morataleño explicó el cambio de dinámica radical como “esto es el puñetero fútbol” sosteniendo siempre que “quitando el partido de la Concepción, nos hemos merecido ganar todos los partidos porque hemos sido superiores, porque generamos un montón de ocasiones que no materializábamos y ahora tenemos esa fortuna de cara”. Y para finalizar se jactó del segundo gol puesto que los protagonistas del mismo fue su doble cambio: “Hablamos sobre posibles jugadas justo antes de que ingresaran en el terreno de juego, que se buscasen entre ellos, que combinasen, mejor juntos que separados. Sorin es un fenómeno, nos aporta muchísimo, cada día ofrece un 200% y su gol es más que justo. Fiol se ha venido a abrazar conmigo. Es un jugador superclave para nosotros después de estar lesionado un mes y podía haber marcado, pero ha decidido correctamente cederla. Es un gol de equipo que simboliza alegría