Conoce a los porteros de la Escuela Deportiva Moratalaz

Conoce a los porteros de la Escuela Deportiva Moratalaz

Hilario Vasco “Yayo”, guardameta del primer equipo; Alejandro Linares, cancerbero del Juveni A; Roberto Monroy, preparador de porteros, y Enrique Ballesteros “Quique”, ex portero que jugó en las categorías inferiores del Moratalaz, participaron en una mesa redonda con este departamento de comunicación para hablar entre sí sobre los temas más candentes de la actualidad. Una charla cordial entre porteros que también sirvió para defender una filosofía, la del club de la cuña, donde los guardametas son piezas claves e importantes para definir el que es ya un estilo inconfundible. Si queréis saber lo que se le pasa por la cabeza a los porteros, acompáñenos en este viaje.

¿Estáis locos o lo está el resto del mundo?

Alejandro Linares: “Ambos, un poco más los porteros porque damos más que hablar sobre el campo”.

Yayo: “Nosotros indiscutiblemente. Estamos hechos de otra sangre. Al fin y al cabo, somos muy parecidos al entrenador. Tú estás en la portería, ves todo, te desvives más, tienes más tiempo de pensar las cosas”

Roberto Monroy: “Nosotros también. Evidentemente nuestro puesto es el de mayor responsabilidad de todos. Solo tienen una opción de juego. Pueden pasar 20 minutos de juego tranquilamente hasta que haya una acción en el que toques el balón. Si esa acción es buena, todo es positivo. Si es mala, pues muy negativa. Psicológicamente tenemos que ser duros de cabeza, aunque no quita que tengamos ese punto de locura de querer volver, volver y volver”

Quique: “Estoy de acuerdo con Yayo en que somos diferentes al resto, pero antes nos encargábamos de hacer ver a los demás que los locos eran los futbolistas de campo y no nosotros. Ahora, desde fuera, veo más uniforme al portero con respecto a los otros diez jugadores. Os veo como uno más”.

RM: “Yo tengo dos hijos. Si a mí me dicen que quieren ser portero, yo no me negaría, pero sí le díría que “donde se mete”.

Q: “Yo ya se lo he dicho, y ni de coña. Les digo que el portero soy yo, que si quieren jugar al fútbol conmigo que me tiren a mí, que yo no les voy a tirar a ellas”.

Y: “Estoy completamente de acuerdo. Estamos siempre aguantando altibajos, tanto en lo mejor como en lo peor. Estamos pendientes de que un delantero falle tres goles, pero eso da igual, si marca uno le van a perdonar. Si a ti te marcan uno, o te equivocas, se va a quedar eso para siempre”.

Santiago Cañizares se está mostrando muy crítico en estos últimos tiempos con los despejes de puños de los porteros en línea de gol en vez de apostar por el blocaje del balón, y estalló en redes tras el fallo de Álex Remiro en el gol postrero de Iker Muniain en el pasado derbi vasco. ¿Qué os parece esta crítica?

AL: “Blocando el balón terminas la jugada, no la continuas, y eso es peligro que le quitas a tu equipo. Al fin y al cabo nosotros estamos para dar seguridad a tus compañeros”

RM: “Hay que partir de la base que un balón es mejor blocarlo que despejarlo, pero yo se lo digo a los chavales siempre: es una toma de decisión. Hay que tener en cuenta de como viene ese balón, si hay lluvia, quién y de qué manera se ha golpeado ese esférico. Si tú no tomas una buena decisión y decides blocar, y se te escapa, has cometido un error que podías haberte ahorrado de haber despeje de puños. En cualquier caso, yo opino que depende del golpeo. El debate no es si bloco o no bloco. No es sí o no. No es negro sobre blanco. Ojalá pudiéramos blocar más”

Y: “Más allá del gol que marca Muniain, yo opino que a nivel general depende de la situación en sí. En un remate a puerta yo soy más partidario de palmear que atacar ese disparo con los puños. Pero es verdad que te puede quitar la visibilidad alguien, la pelota puede estar mojada, mil circunstancias, pero comparto lo que ha dicho Cañizares, sobre todo en esa acción en concreto del derbi vasco. Y es verdad que ha cambiado el fútbol. Antes eran más balones aéreos, más centros al área, más disputas y se despejaba más. Ahora es llegar a la línea de fondo, pase atrás, internada y combinación”.

Q: “Yo pienso que lo más ha cambiado es el balón. Antes el “Mikasa” de turno te garantizaba que te iba a destrozar la mano, pero iba dirigido a la mano sin hacerte ningún extraño. Ahora el cuero hace dos mil giros en su trayectoria a la portería que no sabes dónde vas, y vemos goles que entran por todo el centro de la portería con el cancerbero a un lado intentando rectificar, y la conclusión es: fallo del portero”.

AL: “Por lo que tengo entendido antes se golpeaba de empeine o de interior, ahora te pegan la folha seca y el balón se envenena. Nosotros podemos tener más recursos, pero también lo tienen los jugadores. Todo evoluciona y hay que ir adaptándose a las situaciones”.

Tras el análisis de la jugada, los porteros empezar a hablar sobre la forma de jugar de Santiago Cañizares saliendo de forma inevitable el nombre de Iker Casillas.

Q: “Cañizares era uno de los porteros referentes en España en una época donde había una generación de buenos porteros en España. Por ejemplo, él coincidió con Andrés Palop en el Valencia, que cuando salía lo hacía mejor que él y no le quedó más remedio que terminar saliendo”

AL: “Aunque le he visto partidos en algún vídeo, yo no me acuerdo de verle jugar en directo. Se que era un buen portero y que fue a la selección”.

Y: “A mí Cañizares me gustaba. Blocaba casi todo. Era grandote. Por arriba iba bien. Con los pies tampoco se manejaba mal. Era muy completo, aunque no era mi preferido, el mío era Iker Casillas. Sin embargo, Iker Casillas no era un guardameta completo, como lo podía ser Cañizares, Jan Oblak o Ter Stegen. A Casillas no le pidas salir por arriba o que te despeje 20 metros y te la ponga al pie. Casillas tenía un duende, era portero de estar en la línea y tírame todo lo que quieras que aquí estoy yo”.

RM: “Casillas tenía muchos reflejos, hubo temporadas con unos contra unos tremendo y luego se fue devaluando. En cuanto a Cañizares decir que era muy buen portero con los pies”

Q: “Lo malo que ha tenido Casillas es que no ha sabido retirarse a tiempo. No supo interpretar que venía otra época u otra hornada de guardametas. Haberse echado a un lado dejando como poso la leyenda que ha sido y un mejor sabor de boca que el que ha dejado estos últimos años”.

Hablando del juego con los pies, sabéis de sobra que la filosofía que intenta imprimir el Moratalaz en su estilo de juego requiere que los porteros tengan calidad para ello y su contribución a la hora de iniciar la jugada del equipo, en especial desde el punto de vista táctico. ¿Es tan necesario que el guardameta tenga esta alta participación?

AL: “Yo creo que sí, porque siempre que tengas el balón y no lo tenga en rival, no solo vas a tener las de ganar sino que además vas a evitar que te ataque y que te puedan marcar. Es verdad que tienes una mayor responsabilidad de equivocarte o de dar un mal pase que te lo pueda interceptar el contrario. Antiguamente, ese peso el portero no lo tenía. Se dedicaba más a parar y a tirar en largo. Fuera peligro y ya está. Ahora es completamente diferente”.

Y: “Yo he estado en Moratalaz hasta cadetes. Luego he pasado por muchos equipos que proponían muy poco. Quitando el San Fernando, se trataba más de jugar en largo, o volcar el fútbol sobre el lateral y el lateral ponía al extremo, se peinaba y se intentaba buscar la segunda jugada. A mí me costó mucho jugar con los pies y adaptarme un poco, pero yo soy partícipe que intentar iniciar desde atrás tiene más ventajas porque al final acumulas gente en tu zona que, con tres pases, te los has quitado de encima. Si es verdad que tienes más probabilidades de perderla o que te cueste un gol, pero si todos van a una las probabilidades de fallar son menores, porque buscas una telaraña que te facilite una superioridad que el rival no va a saber combatir”.

Q: “Yo no me consideraba en mi época un mal portero con los pies, a mí se me podía ceder el balón. Cuando yo estaba en el Moratalaz, llevábamos poco tiempo en el que la cesión no estaba permitida; y había irrumpido Francisco Molina como modelo de portero que vivía en el balcón del área. Yo os veo ahora y me siento un auténtico cojo. Estuve presente en el Jaime Mata (Foresta) de Tres Cantos y distes (a Yayo) un pase filtrado a Garcia hacia zona de banquillos que me quedé alucinado pensando que ni en mis mejores sueños. Luego me fijé en el guardameta rival, y me sentí más identificado porque las ponía todas en largo”.

Y: “Sé que acción dices. Me presionaba el delantero, el extremo se emparejó con el central izquierdo, y yo que estaba pegado a ellos abrí a banda con el exterior. Sin embargo, mira el gol que nos meten. En vez de buscar el balón largo, se la cedo a mi hermano (Vasco), mi hermano con Luismi, éste al lateral, nos las quitan y 1-0 para ellos. Y si te sale ese pase, lo mismo generas tres pasillos para una oportunidad manifiesta para ti”.

RM: “Antes por estas jugadas echaban broncas antológicas. Antes todos los entrenadores preferían el portero más alto y más fuerte que había en la liga. Los sigue habiendo, pero los bajitos, hoy en día, hemos ganado esa partida a que ahora todos los equipos intentan proponer algo más. Por lo menos de primeras, aunque a la tercera ya te están rogando que la pegues en largo”.

Y: “Yo tuve un fallo clamoroso de este tipo hace dos años en Alcorcón. Si llega a haber otro entrenador coge y me sienta. El central se la pasó al lateral, el lateral hacia mí que la dejé correr y, en vez de tocar otra vez hacia el central, salté. Me la quitaron y gol. Jorge Vallejo me animó a que hiciese 300000 mil como ésas que no va a pasar nada. Si estás arropado por un entrenador que defiende esto a muerte, te hace crecer. En 10 que pierdas, saldrás beneficiado en 1000”. 

AL: “Es lo que tiene crear superioridad y buscar al hombre libre. Tener. Atraer. Conlleva ciertos riesgos que tenemos que asumir. Este club nos propone esta idea, y es así por el estilo de este club. Yo ahora tengo a Charli y he tenido tres entrenadores más en dos temporadas han insistido en lo mismo: jugar desde atrás y todos a una. Yo siempre he sido educado así, en otros equipos igual. Nada de golpear, juego de pies y combinar con mis compañeros. Lo ves jodido”.

¿Qué le decimos a los espectadores que no entienden esta filosofía de juego y que en la grada se ponen nerviosos al ver que sus hijos, o los compañeros de sus hijos, la intentan sacar jugada y tienen fallos, aún siendo en categorías muy pequeñas?

RM: “Un benjamín, un prebenjamín e, incluso, un alevín aunque golpee el balón muy fuerte, no va a llegar. Entonces qué mejor que tener el balón tú y moverse. Toco, me muevo y domino la situación. Cuando tienes la posesión, menos ocasiones te van a crear. Los peques tienen que familiarizarse con el balón y estar cerquita. No meter el típico patadón hacia el delantero. Habrá partidos en los que tengas el balón y ganes los duelos, pero siempre vendrá un grandote que te gane los duelos y ese día el niño no se lo pasará bien. Lo que tratamos en la ED Moratalaz es de que, en categorías pequeñas, los niños se lo pasen bien. Luego llegará la competición y exigiremos rendimiento”.

Y: “No solo pasa con los pequeños, al primer equipo también se nos reclama desde la grada ser más prácticos. Yo esta metodología la defiendo a muerte y voy al 100% con ella. A la hora de competir se pierde. Se ha perdido que un niño se suelte, se divierta y se enfrente con alguien. He entrenado a porteros y a niños en el Fuenlabrada, y cada vez estoy más convencido de creer en lo que uno hace más de lo que puedas escuchar del exterior”.

¿Qué portero de élite os gusta más? ¿Y qué guardameta se adecuaría más a la filosofía del “gen Moratalaz”?

AL: “En mi caso coincide el que más me gusta, y el que mejor se adaptaría al estilo del Moratalaz es Marc André Ter Stegen; no solamente por el juego con los pies que es muy preciso, sino por los reflejos que tiene, como va por arriba. Me quedo con el alemán”.

Y: “Yo también apuesto por Ter Stegen. Jan Oblak es un porterazo pero no me convence a la hora de jugar con los pies”.

Q: “Os creéis que el que mejor juega con los pies en Europa es Ter Stegen y no es así. De hecho, yo creía que era Yan Sommer pero estaba equivocado. Keylor Navas por ejemplo le supera en precisión en el pase, también Gianluigi Donnarumma, ambos del PSG. También pienso que Yassine Bounou sería un portero perfecto para el Moratalaz. Aunque es un poco temerario, el estilo del juego del Sevilla y del Morata son muy similares”.

RM: “Para el estilo del Moratalaz sin duda que Ter Stegen; pero creo que el portero más en forma de Europa, y lo reconozco siendo yo del Atleti, sin ninguna duda es Thibaut Courtois. También es supercompleto. Él tenía un debe con el juego con los pies y cada año lo mejora. No tenía confianza y ahora se atreve incluso con los pases por alto”

Y: “En el pasado partido del Real Madrid – Rayo Vallecano hubo varias acciones de Thibaut Courtois que la podía haber jugado en corto y la despejaba, además mal. En esas decisiones pudo tener algo que ver la presión de la grada a la que está sometido. Yo prefiero al del Atlético de Madrid, aunque solo sea por la confianza que le deposita la grada”.

Q: “Otro portero que me gustaría citar es al portero de la selección: a Unai Simón, al cual le caen muchos palos de forma injusta. Yo no veo otro meta para España, porque ahora no hay la generación de porteros como en la época de Cañizares. Sergio Herrera me gusta pero habría que verle en un equipo con mayor nivel que Osasuna”

AL: “Yo tampoco veo a ninguno. Para el estilo de juego que tiene nuestra selección creo que es el adecuado. También tiene mucho que ver que viene de un club como el Athletic donde se juega pocas en corto. Le cuesta más adaptarse al estilo de Luis Enrique que si fuera Ter Stegen”

Y: “Es verdad que Unai Simón tiene algunas cosas por pulir. A la hora de jugar con los pies arriesga muchísimo y le sale muchas veces bien. Otras veces mal como hemos visto”.

RM: “El portero de España es Unai Simón. No hay debate. David de Gea el otro día te hace un partidazo contra el Manchester City, pero es uno de los que ha sufrido un poco más con los pies. A Unai Simón le cuesta, pero es joven, atrevido, no tiene tapujo con los pies. Has nombrado Quique a Sergio Herrera y me hace gracia, porque yo también soy fan de él. Me sorprende porque hablo con mis amigos y me preguntan que quién es ese y veo que no soy el único loco”.

Porque los porteros no están locos, saben lo que quieren.  Y aunque más integrados y evolucionados con respecto a unos años atrás, no pueden pasar desapercibidos para el juego colectivo que quiere especialmente el Moratalaz. Ese gen que le ha conducido a crecer como institución deportiva modélica, no solo a disfrutar de los mejores momentos de su historia sino también a ser una escuela referente en la Comunidad de Madrid.