Justa y trabajada victoria
El equipo de la Escuela controló de principio a fin, pero tuvo que esperar al último minuto para lograr el triunfo con un gol de Valle
Alineación
EDM Cadete E: Diego; Basi, Manu, Valle (cap), Ignacio (Jorge, m.46), Miguel (David, m.55), Raúl, Fran (Javi, m.43), Jacobo (Gonzalo, m.48), Rico y Nico (Ángel, m.44).
Goles: 0-1 (Valle m.81)
Arbitro: Sin problemas, muy buen arbitraje en líneas generales, en lo que colaboraron muy deportivamente ambos equipos. Amonestó con tarjeta amarilla a Rico m.27 y a Basi m.50.
Observaciones: Lluviosa mañana en el histórico campo del Moscardó, el Román Valero, en el que al que más y al que menos le soplaron 2 Euros de vellón por la patilla de entrada a la grada del campo, aunque también hay que decirlo, más de uno lo pagó con alegría al saber que se encontraba cubierto, siendo toda una garantía de no se mojaría en caso de que la mañana se metiera en aguas. La afición del Moscardó estuvo todo lo ruidosa que pudo y cantarina a la vez durante todo el encuentro, tanto que a este cronista se le puso un buen dolor de cabeza y posiblemente también a los que estaban demasiado cerca de ella. Sin embargo, termino cantando al Moratalaz una vez finalizado el encuentro. T todo un detallazo, algo desde luego se agradece y la damos un 10 como la copa de un pino a esta gran afición.
Crónica de José Luis González; foto de José Luis González y Sacha Martín
Si supierais lo que a este bichero metido a reportero le gusta contar en las crónicas las victorias de nuestro cadete… ni os lo imagináis. Parece que sale sola la crónica, con alegría y petada de emoción, aunque eso sí, a la vez mi pluma lo plasma con toda la sencillez que se merece algo que pretende recordar esos grandes momentos vividos por nuestros chicos. También he de decir, que mi optimismo siempre es alto, aunque en ocasiones reconozco que la misión puede ser macanuda y nada fácil, pero no era el caso de hoy a mi entender.
Y es verdad, este cronista daba por hecho que los tres puntos irían a parar a nuestro zurrón, pero también es verdad que no se me paso por la sesera de que estos llegaran a nuestras manos tan tarde tal y como sucedió. La mañana que se presentaba sobre el Román Valero era de esas de cielo cerrinegro, que al mirarle parecía decir ¡Como voy a descargar y como os voy a poner! Pero al final, los nubarrones no fueron para tanto y dejaron que el partido se jugara como Dios manda.
En el equipo de la Escuela teníamos una novedad en la portería, ya que la ausencia de José supuso que pasara a defenderla Diego, guardameta del Infantil C, que cumplió con su cometido sobradamente, dejándola a cero, y eso ya dice mucho sobre él. Por otro lado, Francesco puso sobre el campo un esquema de un 4-3-2-1, que pasaba casi de continuo a un 2-5-2-1, al incorporarse nuestros laterales de manera continua a la medular del campo, sistema que se mantuvo a rajatabla hasta el pitido final.
El partido comenzó con un tanteo pugilístico entre ambos equipos y con una ligera supremacía en esos minutos de los negros de la EDM sobre los rojiblancos del Moscardó. Pese a ello, el primer lanzamiento a puerta llega de parte de los locales (m.6), que no tiene problemas Diego en detener. Fueron 9 minutos los que tardamos en decir aquí estamos, con un disparo potente de Nico muy ajustado al palo, que se va fuera por muy poco. Casi acto seguido lo volvemos a intentar por medio de Raúl, y el esférico toma el mismo camino que antes.
El Moscardó se encontraba muy encerrado atrás, con prácticamente dos líneas de cinco jugadores, toda una barrera que había que ver cómo superarla. Para ello, la EDM realizaba transiciones largas de balón, controlándolo y tocando y tocando, tuya-mía, haciendo correr el balón de un lado a otro, y tras él, a los jugadores locales. Buscábamos huecos, hasta que el esférico llegaba por lo general a Basi o Ignacio, que trataban de buscar la profundidad por las bandas con Raúl y Miguel, mientras que Fran quedaba más por el centro, encontrándonos siempre con el problema de cómo hacer llegar la bola a Rico y Jacobo, casi siempre con dos rivales encima de ellos, quedando Nico como nuestro hombre más adelantado. Atrás estaban Manu y Valle, perfectos, sobrios, infranqueables y contundentes. ¡Vamos! Que solo nos faltaba abrir la lata y había que tratar de hacerlo cuanto antes.
En el minuto 13, Valle prueba fortuna tirando desde lejos, sin consecuencias cara al marcador, y poco después, el peligro llega por medio de Rico en una internada muy peligrosa (m.15), que tampoco llegó a cuajar. El Moscardó trataba de llegar a las inmediaciones de Diego de forma tímida y tirando desde muy lejos sin incordiar a nuestro portero (m.19 y 31), siempre bien protegido por nuestra línea defensiva, mientras que por nuestra parte no lo volvimos a intentar hasta el minuto 29, por medio de Jacobo, cuyo lanzamiento se va fuera.Luego es Raúl el que zapatea con el mismo resultado (m.33).
Pero es Nico quien tiene la más clara ocasión de esta primera mitad, cuando se queda solo ante el portero mandando el balón fuera (m.34), y en ese momento pensé que no nos tuviéramos que acordar más adelante de esta ocasión. Ahora sí, ahora la presión de nuestros chicos era como la de una olla exprés sin pitorro, rapidez, fluidez en el pase… se olía que podía llegar el gol ante un Moscardó totalmente embotellado, pero no desarbolado en su área. Y Raúl se saca un trallazo que olía a red, pero el portero rival realiza un paradón, frustrando un gol que ya se cantaba por nuestra parroquia (m.38), para que seguidamente, un testarazo de Valle lo desvía el cancerbero rojiblanco nuevamente con muchos problemas (m.39).
Con este buen sabor de boca, pero algo amargo por no haber llegado ese gol, nos marchamos al vestuario. Francesco no tiene mucho que cambiar de nuestro juego, lo estamos haciendo bien, por lo que tan solo es ver la manera de perforar de una vez el marco rival, que no es poco, visto lo sucedido en este primer tiempo.
Después del descanso, el segundo episodio empieza como el primero, con un disparo de los locales tras un lapsus defensivo (m.42). Francesco da entrada a gente fresca, pisando el campo Javi y Ángel, por Fran y Nico (m. 43 y 44), y vuelve a suceder otro despiste que pone en riesgo la integridad de la puerta de Diego (m.44), algo que desde luego encrespa el míster italiano. Jorge entra por un renqueante Ignacio (m.46) pasando a ocupar el carril derecho, y Basi pasa al carril izquierdo.
Miguel también se apunta a intentar abrir la lata con un disparo a puerta, que como casi todos, se nos vuelve a ir fuera (m.47). No logramos una profundidad clara, no rematamos desde cerca, viéndonos obligados a probar siempre desde lejos. Jacobo deja su sitio en el campo a Gonzalo (m.48), mientras que Valle se emplea a fondo con otro disparo que llevaba veneno y termina en córner (m.49), algo que entra dentro de la lógica debido a la muralla rojiblanca que se defiende con uñas y dientes achicando balones una y otra vez ante la presión negra de la EDM.
David entra al césped por Miguel (m.55), y es el propio David quien al poco de salir prueba suerte, pero el balón se va fuera una vez más (m.57). Si la pelota corría por el mojado césped del Román Valero, más lo hacía el reloj del árbitro, y no lográbamos marcar. Las prisas empiezan y las prisas en ocasiones no son buenas, por lo que hay que ser precavido sin llegar a descomponerse. Pero tan solo faltaban 20 minutos para que este partido fuera historia y era necesario intentarlo de todas las maneras posibles y, a su vez, tener la cautela suficiente de no recibir un susto en la retaguardia que nos amargara la mañana.
En el minuto 61, Raúl ve hueco y lanza con fuerza, pero lo detiene el portero sin problemas. Poco después, es Valle el que hace lo propio, pero el balón, que ya se conoce el camino por donde ir de otras veces, vuelve a marcharse por la línea de fondo (m.63). El Moscardó se presenta en las cercanías de Diego (m.65) en una internada por nuestra banda izquierda, que afortunadamente no pasa a más, algo que en nuestra parroquia trajo algo de intranquilidad.
Tras la botadura de un córner, el balón se pasea por delante de la portería local sin que nadie acierte a tocarle (m.72), y otra vez Raúl atiza con fuerza a la pelota y otra vez que no encuentra los tres palos. Valle tampoco se queda atrás, y en el momento que logra ganar metros, carga con trilita su pierna derecha y encañona hacia el marco del Moscardó, pero nada, no hay forma y otra vez el balón se marcha fuera (m.76). Sin salir de este minuto, la ocasión llega por medio de una falta… y otra vez fuera.
Estaba claro que la portería era muy pequeña o era algo que se nos hacía a nosotros al mirarla… y el partido entraba en sus últimos suspiros. Botamos un córner con toda nuestra artillería preparada dentro y en el borde del área rojiblanca, pero no hay suerte, sin consecuencias (m.79). El tiempo se acaba… se agota y la sombra de otro empate (sería el cuarto en esta temporada) se cierne sobre los chicos de la EDM. Nuevo ataque sobre el marco local con el miedo de que el colegiado de por finalizado el partido en cualquier momento, el balón llega a Raúl, lo controla y la pega con el alma y con el corazón a la vez y con una potencia endiablad,a mandando el balón al travesaño, el cual estuvo a punto de ir a parar a Santa María de la Cabeza. ¡Griterío en nuestra parroquia! Desilusión, mala suerte, yo que sé… (m.80). Y tras golpear el balón en el madero, según cae le pilla a traspiés a Rico, sin que pueda lograr rematar.
Entramos en el tiempo añadido y otra vez hacia arriba y a la desesperada. Conseguimos una falta, lejana a la portería del Moscardó (m.81). Es el último cartucho que nos queda, la última oportunidad. Valle coloca esmeradamente el balón, tan solo le falta besarle y lo deja en el suelo. No toma demasiada carrerilla, lo que indica que va a centrar o templar el balón, buscando altura entre los tres palos. No mete los caballos de potencia en su pierna derecha, tal y como ha hecho otras veces. Se va hacia el balón y golpea, el balón sube de manera que nadie puede llegar a rematar, pero empieza a caer… la parroquia mantiene la respiración… cae el balón y bota con fuerza y sigue su camino superando al portero alojándose en la red. La parroquia de la EDM salta, se pone en pie con un solo grito ¡Gooool! Las palmas echan humo, nuestros jugadores todos apiñados sobre Valle, que aguanta abrazos y collejas, nuestro banquillo en pie con los brazos levantados y dando saltos… era ese momento que se nos había negado en partidos atrás. El fútbol había devuelto a la EDM ese último minuto que en otras ocasiones fue tan cruel con nosotros. No había tiempo para más. Soplido del árbitro al pito segundos después del saque de centro por el Moscardó y final de este agónico encuentro, que al final hizo justicia.
Buen partido del equipo de la Escuela, en un choque que se controlo de cabo a rabo, sin dejar hacer su fútbol al Moscardó, que se paso casi todo el partido enlatado en su área y en el que tan solo faltó que el gol llegara antes. Oportunidades hubo, desde luego, la de Nico, la de Raúl, por citar de las más claras, y buen planteamiento de Francesco, que bloqueo perfectamente el juego del equipo rival. Hoy hemos visto esfuerzo, mucho esfuerzo, insistencia hasta el último segundo, concentración, buena colocación en el campo. En fin, muy buen partido, en el que la incertidumbre del marcador lo hizo apasionante hasta que Valle la rompió para alegría de compañeros, técnicos y desde luego, de la parroquia.
Por último, decir a Diego que no todos los porteros debutan en una categoría superior a la suya con una victoria y, sobre todo, dejando su marco a cero. ¡Enhorabuena chaval! ¡Buen partido! Y bueno… como siempre, quiero terminar con esos gritos de ánimos que este cronista pone siempre aquí, y desde luego son la voz de esa incondicional parroquia que tiene este gran Cadete E. Y aunque no tengamos bombo ni gargantas gritonas, si necesitáis un golpe de ánimo en un momento dado, solo tenéis que mirar a vuestra afición y con sus miradas lo tendréis.
¡Enormes chavales! ¡Vamos que podéis! ¡A ganar! ¡Estamos siempre con vosotros!
Fotos de José Luis González
Fotos de Sacha Martín