Gran parte de los equipos de la Escuela desfilaron e hicieron pasillo a los conjuntos campeones o que ascendieron
El domingo pasado, la Dehesa acogió el homenaje a la cantera de la Escuela Deportiva Moratalaz. Desde primera hora de la mañana, cientos de jugadores de la Escuela se fueron acercando al antiguo Urbis para disfrutar del campo donde minutos después iba a jugar el primer equipo de la Escuela su penúltimo partido de liga. Los primeros en salir fueron los integrantes del Cadete A, con su nueva camiseta que les acredita su brillante ascenso a la división Autonómica. Luego, desde los chupetines hasta el resto de categorías, excepto los juveniles, que no han terminado sus respectivas ligas, fueron desfilando por el césped ante los continuos aplausos y gritos de ánimos de los aficionados, que acudieron en gran número a presenciar el acto.
Una vez que todos los equipos hicieron el pasillo, fue el momento de que los campeones del Benjamín A y los ascendidos del Cadete A pasaran entremedias de los cientos de jugadores recibiendo las felicitaciones por su brillante temporada. Cuando todos tuvieron sus correspondientes tandas de aplausos, salieron a disputar su penúltimo encuentro de liga los integrantes del Aficionado A, quienes recibieron los gritos de ánimo antes de su encuentro frente al siete Picos Colmenar. Aunque el equipo de la Escuela no se jugaba nada, cayó derrotado por 0-3.
Y antes de que comenzara el duelo, llegó el momento más llamativo de la jornada. Los directivos de la Escuela dijeron a los chicos que debían acercarse a las oficinas del campo para recibir un refresco y una paquete de chucherías. Y la bandada de cientos de niños cruzando el campo a la carrera sorprendió incluso al equipo arbitral que salía en esos instantes. El colegiado no tuvo reparo en esperar a que el césped quedara libre para dar inicio al choque.
En resumen, un grata jornada para todos los presentes, en un acto en el que los jugadores de la EDM volvieron a ser los grandes protagonistas.
