El que fuera coordinador de la etapa de Iniciación vuelve tras un largo viaje aventurero por el mundo
Texto y fotos de A. Posilio
Madrid, 6 de enero de 2016.- El que fue coordinador de la etapa de Iniciación y entrenador del Alevín B, Álvaro Villalba, vuelve a la EDM después de año y medio de vivir una gran aventura recorriendo mundo. Este técnico madrileño de 29 años regresa a la que fue su casa durante 17 temporadas como segundo entrenador del Aficionado B y del Cadete C, con el ánimo de ayudar en todo lo posible a sus primeros preparadores, Raúl León y Quique Velasco, respectivamente.
Villalba dejó la EDM al finalizar la temporada 2013/2014 como entrenador del Alevín B y coordinador de la etapa de Iniciación. Tras trabajar en el campus de verano, se fue con el Juvenil C a Suecia para jugar la Gothia Cup, echando una mano a Nauzet Santana, el primer entreandor del equipo. Y tras regresar del país nórdico, inició su periplo mundial en Cerdeña (Italia), el 22 de julio. Su aventura se prolongó exactamente nueve meses (270 días), durante los que viajó por otros tantos países (Italia, Croacia, Grecia, Turquía, Tailandia, Malasia, Indonesia, EE.UU. y México), 54 lugares y tres continentes.
«Mi primera idea era llegar hasta Turquía, y ahí decidir si continuaba o no. Como había salido todo perfecto y me estaba gustando mucho, opté por seguir (como diría Forrest Gump) y dar el salto hasta Asia. Tenía intención de terminar en la República Dominicana o Cuba, pero me conquistaron en México y allí me quedé los últimos tres meses, en Puerto Vallarta», afirma ilusionado.
Preguntado por cómo fue la aventura, su respuesta es contundente: «Inmejorable. Salí de aquí únicamente con la idea de ver y conocer algunos lugares que, desde hace un tiempo, quería descubrir, pero realmente no era del todo consciente de lo que iba a hacer. Era tal la convicción y las ganas que tenía, que lo afronté con plena naturalidad. Así fue durante todo el viaje, como si lo hubiera hecho antes».
Los primeros meses pasaron muy deprisa
Como un viaje de ese calibre no se vive todos los días, le pedimos que nos explique más sobre el mismo: «Los primeros cuatro meses en Europa se me pasaron muy deprisa. De ahí que decidiera volar hasta Asia, donde el viaje empezó a tomar color, y yo también. He conocido a mucha gente. Algunos solamente de unas horas, otros, de un par de días… pero con todo el mundo he estado genial. Es muy agradable encontrarte gente buena en cualquier lugar. Sin duda, lo volvería a repetir, aunque está bastante complicado».
Tras regresar a España junto con la mujer que le conquistó, se trasladó a vivir a la Costa del Sol. «He estado viviendo con mi novia durante cuatro meses en un pueblecito. Estábamos muy bien allí, pero echaba de menos algunas cosas y decidimos volver a Madrid. Hablé con Jorge y Guti por si había la posibilidad de hacer algo en la Escuela, y me ofrecieron ser segundo entrenador en el Aficionado B y en el Cadete C. Acepté y aquí estamos otra vez», explica.
«Ha surgido todo muy deprisa, como casi todo lo que voy haciendo últimamente, pero me alegra mucho estar aquí de nuevo. Con permiso, aprovecho para dar las gracias a la dirección deportiva por abrirme la puerta de nuevo a esta Escuela, y a la junta directiva por acogerme tan cariñosamente», agrega de corazón
Alejado del fútbol
Después de año y medio alejado del fútbol, este técnico parece que echaba de menos esta actividad, a la que se dedicaba en cuerpo y alma antes de su episodio viajero. Por eso, asegura que su primera intención es «retomar la rutina y los hábitos de entrenamiento«. Y añade: «Para lo que queda de esta temporada, mi objetivo es ayudar todo lo que pueda a estos dos equipos y a la EDM en lo que me pida. Ha habido cambios este año y hay que adaptarse, lo primero, aunque tampoco creo que pase nada raro en este tiempo. De momento, sé que aquí voy a estar a gusto y espero que ellos lo estén conmigo.Para la temporada que viene, ya veremos qué pasa. No tengo ni idea de qué puede ocurrir en seis meses»
A un profesional que llegó a controlar 17 equipos (un chupetín, 5 prebenjamines, 5 benjamines y 6 alevines), y más de 250 niños, desempeñar la función de segundo le puede parecer poco. Pero Álvaro puntualiza que no es así: «Hoy por hoy no me puede saber nada a poco. No sería justo. Cuando uno toma una decisión como la que yo tomé, tiene que ser consecuente. Este año y medio ha sido muy bonito, pero se acabó. Ahora toca reinventarse y echarle imaginación y ganas para lograr nuevos objetivos. Es importante saber dónde está uno y en qué momento. La gente que está trabajando aquí con más responsabilidades lo está haciendo muy bien. Si en algún momento surge algo nuevo, bienvenido sea»
Finalmente, cuestionado sobre cuánto tiempo durará su nueva etapa en la EDM, Villalba no se pone límites: «Eso nunca se sabe. Yo aquí soy muy feliz, pero no puedo aventurarme a dar un pronóstico. Como he dicho, cumpliremos estos seis meses y veremos qué pasa. Me siento un privilegiado de poder haber vuelto a esta Escuela, y con eso iremos tirando. Aquí tengo a muchos amigos y compañeros que me hacen sentir estupendamente. Sólo puedo dar las gracias a todos».