Álvaro del Rosario, entrenador del Infantil F y segundo técnico del Prebenjamín A
“En esta Escuela, si uno quiere, aprende muchísimo”
Tras tres temporadas como segundo entrenador, dirige por primera vez un equipo, y asegura que disfruta tanto llevando a un conjunto invicto con jugadores de talento que a otro con chicos de menor calidad pero con ganas de aprender
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“Me gusta que cuando la gente ve jugar a mi equipo, identifique que está dirigido por Álvaro del Rosario”
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“Hay muy buen ambiente de trabajo, los chicos vienen a entrenar contentos; lo noto, y eso es muy importante”
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“En el Prebenjamín A hay jugadores de mucha calidad y, además, son chicos muy inteligentes, muy listos. Y todo eso ayuda”
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“El segundo entrenador puede tener una visión más alejada de lo que es el entrenamiento, una visión más global”
Alejandro Posilio
Este madrileño de 22 años vive su cuarta temporada en la EDM, pero es la primera que ejerce de primer entrenador de un equipo, el Infantil F. Como tiene muy claro que lo que le gustaría es vivir de esta profesión, se ha sacado durante estos años los dos primeros niveles del título de entrenador. Ahora, para culminarlo con el tercero, que le daría la categoría nacional, necesita estudiar el bachillerato, situación que se está planteando. Se muestra encantado con las ganas de aprender que muestran sus jugadores y ha conseguido que un equipo que había perdido todos los encuentros la temporada pasada, ya lleve dos victorias y tres empates en la actual. Aunque también conoce las mieles del triunfo con el invicto Prebenjamín A, asegura que acude igual de motivado a entrenar a unos que a otros. Busca trabajo por las mañanas y afirma que hace unas semanas tuvo que rechazar una oferta porque le impedía ir a los partidos. El fútbol, su chica, sus amigos y la play son sus principales estímulos.
¿Cuándo empezaste tus primeros contactos con el fútbol?
Empecé jugando en la Unión Deportiva Moratalaz, uno de los clubes que fundó la actual Escuela Deportiva Moratalaz. No recuerdo bien si empecé en benjamines o alevines. Era fútbol siete y jugaba en un campo de tierra en Hortaleza. Jugué dos años y lo dejé. Años después regresé, pero ya al Urbis con fútbol once en la Escuela, en la categoría cadete de primer año. Estuve solo una temporada, porque me fui a vivir a Villarejo de Salvanés. Allí me apunté a la Escuela Municipal, pero no era como aquí, no había el mismo ambiente y no me gustaba. Aquí tenía mis amigos y gente que conocía desde pequeño. Allí no los tenía y me salí de la Escuela. Me apunté al fútbol sala en Villarejo. Estuve una temporada y me volví a Madrid. Aquí me inscribí en otro equipo de fútbol sala y ahí me picó el gusanillo de empezar a entrenar.
¿Por qué? ¿Qué pasó?
Vi que me había llegado la hora de colgar las botas y pasar a enseñar, a entrenar, a dirigir. Siempre he tenido el regustillo por eso, me han interesado los sistemas de juego y me decidí a entrenar.
¿Y cómo entraste en la EDM?
Surgió la posibilidad con Carlavilla de director deportivo. Me aceptaron y me pusieron como segundo entrenador de Juanjo Martínez. Esta es mi cuarta temporada en la Escuela.
¿A qué equipos has entrenador?
Comencé con el Cadete B. Era un equipo de primer año y acabamos bastante bien la temporada. Los chavales se lo pasaron en grande y jugamos bien al fútbol. Al siguiente año subimos de categoría, y pasamos a llevar el Juvenil B. Fue una temporada bastante buena, con un mala racha de resultados que supimos resolver. Acabamos a un punto del ascenso, lo que fue una pena, porque nos faltaron jugadores clave una larga etapa. El tercer año pasamos a los chiquitines, siempre de segundo de Juanjo Martínez. Y este año me han dado la responsabilidad de ser primer entrenador del Infantil F, además de seguir de segundo en el Prebenjamín A.
¿Pero por qué te metiste a entrenador? ¿Qué te atraía?
Porque quería enseñar lo que yo sabía y transmitir mis ideas, mis gustos, cómo quiero que juegue mi equipo, transmitir mi personalidad al mismo. Me gusta que cuando la gente ve jugar a mi equipo, identifique que está dirigido por Álvaro del Rosario.
Y después de todo este tiempo en la EDM, ¿qué tal la experiencia?
Muy buena. En estos más de tres años he tenido la oportunidad de sacarme el título de entrenador de nivel I y el de nivel II. En esta Escuela, si uno quiere, aprende muchísimo. Me gusta la filosofía que tiene esta Escuela. A un futbolista lo que le gusta es el balón, es con lo que se lo pasa bien, no corriendo detrás de él. Me atrae que queramos tener el balón.
¿Prefieres entrenar a niños o a mayores?
Cómo segundo, quizá a mayores, por la competición, por el gusanillo de competir, que los pequeños no deben perder, pero es más importante que aprendan a jugar. Como segundo, me quedo con los mayores, pero como primero, como solo he entrenador a pequeños, no sé cómo será con mayores.
La temporada pasada, estos jugadores que diriges hoy en el Infantil F perdieron todos los partidos que jugaron. En lo que va de la actual, ya han ganado dos y empatado otros tres. ¿Qué has hecho para cambiar el rumbo de los resultados?
No son los mismos jugadores exactamente, porque se han incorporado varios nuevos, por lo menos ocho o nueve. Es un equipo que se está conociendo y necesita tiempo. Pero aun así, somos un equipo que quiere competir, que intenta ganar y tiene ganas de ello. Y, sobre todo, los chicos tienen muchas ganas de mejorar, que no sé si las tenían el año pasado, porque no vi al equipo. Pero ahora sí las tienne. Tenemos capacidad de mejora, pues somos de primer año y siempre es un hándicap.
¿Cómo han reaccionado estos jugadores que no estaban acostumbrados a ganar?
Al principio estaban muy contentos, porque ahora estamos atravesando una racha de peores resultados, que espero que se corrija a la vuelta de las Navidades. Al principio estaban muy contentos, y a pesar de esta mala racha de resultados, están muy metidos y saben que lo están haciendo bien. Hay muy buen ambiente de trabajo, vienen a entrenar contentos, lo noto, y eso es muy importante. A partir de ahí, seguiremos mejorando.
¿Has notado realmente esa mejoría?
Sí, muchísimo. Este equipo está mejorando desde el primer día muchísimo, tanto futbolísticamente como en interés y en mentalidad.
¿Estos resultados son producto de la buena suerte o del trabajo bien hecho?
Sin suerte, no se va a ningún lado, porque tienes que tenerla. Pero la suerte no llega porque sí, hay que trabajarla, y si no lo haces, nunca te llega. Ambas cosas tienen que ir acompañadas para triunfar.
¿Te gustaría seguir con ellos la próxima temporada?
Sí, no estaría mal. No sería una decepción seguir con ellos. Está bien cambiar de equipo, pero también seguir con algo que conoces y puedes mejorar.
Y con el Prebenjamín A vais primeros, invictos. ¿Por qué?
Porque hay un equipazo. Hay jugadores de mucha calidad y, además, son chicos muy inteligentes, muy listos; y todo esto ayuda. Están muy bien educados, y gracias a todo esto, nuestra tarea se facilita. Todo está relacionado.
¿El hecho de que tengas que entrenar a jugadores menos dotados para el fútbol te motiva más o te desanima?
Depende de los jugadores. Si no tienen aptitudes, pero tienen ganas, compensa. Estamos en una Escuela y al principio de temporada sabes lo que tienes. Te mentalizas, te centras en tu trabajo y te marcas el objetivo de que se note la mejoría.
¿En los equipos de más nivel, el objetivo es sacar buenos resultados, y en los de menor nivel, que aprendan?
Tanto los jugadores de los mejores equipos como los de los de menos calidad tienen que aprender cosas nuevas. Si los de más nivel sacan resultados, pero no aprenden, no vale de mucho.
¿Vienes igual de animado a entrenar cuando diriges al A que al F?
Sí, sin duda. Los chicos de ambos equipos me caen muy bien. Yo vengo a enseñar, y mientras los chicos quieran aprender, me da igual el nivel que tengan. Y los chicos que dirijo ahora en ambos equipos, lo que quieren es aprender.
¿Qué diferencias hay entre el trabajo que haces como segundo y el que realizas como primer entrenador?
El segundo puede tener una visión más alejada de lo que es el entrenamiento, una visión más global. Puede centrarse más en la relación con los jugadores, en estar a los detalles, mientras que el primer entrenador tiene que centrarse más en lo táctico. El segundo se aleja un poco de eso.
¿Qué es lo que más te gusta de ser entrenador?
Enseñar a los demás, el que aprendan lo que tú les quieres transmitir y lo pongan en práctica; el que lo que les enseñas, lo absorban. Que se vea el trabajo que haces.
¿Qué es lo que más te llama la atención de los chicos a los que entrenas?
Son chicos que, a pesar de los resultados, tienen ganas de jugar y de pasárselo bien. Hay muchos que cuando pierden dos partidos, pierden las ganas de jugar. Pero estos chicos no son así. Quieren seguir jugando, seguir aprendiendo para intentar ganar.
¿Lo más difícil de enseñar a niños pequeños es como mantener su atención?
Esa es una tarea muy complicada. Creo que el entrenador se tiene que hacer notar. No vale con ir a entrenar y se acabó. Tienes que intentar ser una referencia para ellos, que te tenga en estima y crean en ti.
¿Y eso cómo lo haces?
Intento, sobre todo, llevarme bien con ellos. Si un entrenador no intentar conocer personalmente a sus jugadores, no va a poder hacer nada con ellos. A partir de llevarte bien con ellos, y que ellos te conozcan, tienen que aprender cuándo pueden hacer bromas y cuándo no. A partir de ahí, el que se desvíe, tienes una charla con él que sirva para que se dé cuenta de qué ha hecho mal.
¿La clave es que se diviertan?
Sin duda, los chicos que no se lo pasan bien, dejan de atender, pierden las ganas de ir a entrenar y lo dejan.
¿Qué tal las relaciones con los padres?
Muy bien. Son padres muy majetes y, de momento, muy bien.
¿Te presionan para que sus hijos jueguen?
No, de momento no lo ha hecho ninguno. Intento, en la media que cabe, que jueguen todos los chicos lo mismo, aunque no siempre es exactamente así. También influye que juegue el que más se lo merece, pero pongo a todos. No se meten para nada en mi labor.
“El fútbol de combinación exige más trabajo que otros estilos”
Este joven técnico es partidario del fútbol de combinación que se practica en la EDM, porque el buen manejo dal balón es lo que marca la diferencia
¿El fútbol de combinación es más difícil de enseñar que otros estilos?
No es difícil, pero sí exige más trabajo que otros estilos. No sale con facilidad, hay que trabajarlo durante muchas horas para conseguir que lo asimilen.
¿El programa informático Futboldata os facilita esa labor?
Sí, es un programa que está muy bien, nos facilita mucho el trabajo y es una mejora respecto a otros clubes.
¿Se le da demasiada importancia al toque en esta Escuela?
La que necesita. A lo mejor se necesita un poco más de otras cosas y un poco menos de toque, pero lo que marca el gol y la diferencia es el buen trato al balón, por lo que hay que darle la importancia que se merece.
¿Cuál es tu objetivo en la EDM?
Enseñar y aprender, aunque realmente no me marco objetivos. Estaré aquí hasta que el tiempo marque mi salida. No me marco metas ni límites.
¿Sueñas con vivir algún día de ser entrenador profesional?
Claro, quién no lo hace. Si te dedicas a esto, a quién no le gustaría vivir de algo que practicas desde pequeño. Me encantaría.
¿Te conformarías con llegar a ser entrenador de Aficionado A de la EDM?
Por qué conformarse con eso. No tengo metas. Siempre que esté el fútbol por medio, estaría a gusto.
¿En esta Escuela se da suficiente libertad a los entrenadores o están muy dirigidos?
Hay libertad. Dentro de unas pautas y un estilo de juego, el entrenador es libre de plantear los entrenamientos y los partidos como él quiera.
“El entrenador siempre tiene que ser el jefe”
Álvaro ejerce de madridista confeso y admira el buen trabajo que Ancelotti está realizando en el Real Madrid, pero asegura que el estilo de Mourinho también tiene cosas buenas.
¿Un entrenador es mejor si es o ha sido jugador?
Profesionalmente, no. A nivel de cantera, sí creo que te hace más completo, porque te permite conocer situaciones que si no las has vivido, no las conoces. Pero a nivel profesional, es distinto.
¿Qué entrenador profesional te gusta más?
Me gusta mucho cómo Ancelotti lleva al Madrid. Pero también me gusta mucho el carácter ganador de Mourinho.
¿Pero qué es mejor para dirigir a los jugadores la mano izquierda de Ancelotti o la mano dura de Mourinho?
Para el trato con los jugadores, prefiero el estilo de Ancelotti. Es mejor llevarse bien que crear conflictos. Ahora, también hay que valorar que el entrenador es el jefe y no por llevarte bien con ellos vas a dejar de serlo. Siempre tienes que ser el jefe.
¿Cuándo termina la temporada qué baremo utilizas para determinar si ha sido un éxito o un fracaso: la clasificación o algo más?
La clasificación, no. Hay que valorar si el equipo ha aprendido, ha trabajado y ha mejorado. La clasificación no marca si los jugadores han aprendido o han mejorado. Lo hace la evolución de los jugadores como equipo y como personas, incluso. Si han mejorado en estos dos aspectos, se ha hecho un buen trabajo.
¿Qué le falta a esta Escuela para poder competir de tú a tú con los grandes clubes de Madrid?
Es una buena pregunta que no debería ser para mí. Pero, por ejemplo, el Madrid no se ha hecho en tres días. Al fin y al cabo, esta Escuela no tiene muchos años. Es bastante joven y para llegar arriba se necesita tiempo. El Madrid se fundó en 1902. Esto quiere decir que a lo mejor con tiempo y trabajo podemos llegar algún día a ser como esos clubes.
¿Qué te gustaría que hubiera en la Escuela que no hay ahora?
Más o menos está todo bien cubierto. Yo lo veo bien.