Álvaro Cabezuelo, entrenador del Infantil C y del Benjamín D
“Cada temporada que los chicos trabajan con nuestro estilo mejoran muchísimo”
Este profesor de Educación Infantil en ciernes es un fiel producto de la Escuela: joven, bien preparado y con ganas de seguir aprendiendo para poder llegar a vivir de una actividad relacionada con el fútbol
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“Tras diez victorias consecutivas en la primera vuelta, tuvimos tres derrotas seguidas que nos bajaron de la nube”
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“Hablando con entrenadores de otros equipos, lo que más destacan de nosotros es nuestro juego y cómo hemos mejorado”
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”Simplemente hay que intentar que los niños hagan cosas razonables, que sean chavales normales, no hay que inculcarles mucho más”
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“Los benjamines no dan ningún problema a nivel de comportamiento; los infantiles son casi hombres y el trato con ellos tiene más aristas”
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“Aquí se aprende muchísimo; prácticamente todo lo que sé cómo entrenador de fútbol lo he aprendido en esta Escuela”
Alejandro Posilio
Este madrileño de 24 años es el típico producto de la EDM, pues ha mamado el fútbol en esta Escuela, donde empezó jugando a los cinco años en uno de los clubes originales. Fue pasando por todas las categorías, hasta llegar al Aficionado B, momento en el que decidió que había que probar fuera. Siendo juvenil, comenzó a dirigir a niños, y tras siete temporadas al mando de los banquillos, con el nivel 2 de entrenador, asegura que cada vez le gusta más ejercer de técnico. En diciembre obtuvo el título de Grado Superior de Educación Infantil, y como no ha encontrado trabajo, ha decidido matricularse el curso que viene en la Universidad, para ampliar sus conocimientos en Magisterio de Primaria. El fútbol y sus amigos son sus principales pasatiempos, pues está soltero y sin compromiso.
El Infantil C que diriges va en mitad de la tabla: séptimo de catorce, a cinco puntos del segundo, que es el ascenso. ¿Es la posición que merecéis?
En realidad, creo que por juego podíamos estar un poco más arriba, pero hemos tenido algún partido que se nos ha complicado y que nos ha hecho estar donde estamos.
¿Era lo que esperabas cuando empezastes la temporada?
La verdad que siendo un equipo de segundo año y habiendo un buen grupo como el que tengo, es donde esperaba estar al inicio de temporada, más o menos.
¿El ascenso es todavía posible?
Después de las diez victorias consecutivas que conseguimos en la primera vuelta, íbamos segundos y jugamos el último partido contra los primeros, y todos nos veíamos muy arriba. Pero encadenamos tres derrotas consecutivas que nos bajaron de la nube.
¿Por qué ese cambio tan drástico en los resultados?
Fue un poco de mala suerte, porque en el partido contra el Palestra, los líderes, íbamos cero a cero hasta falta de siete minutos, que nos hicieron el primero y acabamos tres cero. Fue un golpe muy duro para el equipo.
¿Tienes equipo para terminar segundo, porque el Palestra está muy alejado?
Quedan pocos puntos por disputar como para lograrlo, pero equipo hay para poder estar ahí. El problema es que hay muchos equipos en medio y es muy difícil superarles a todos para lograr el segundo puesto. En esta categoría hay algunos equipos de primer año, pero bastante fuertes.
¿En general, cómo se ha desarrollado la temporada?
Bastante bien. A diferencia de la pasada, en esta estoy bastante contento y he disfrutado bastante.
¿Qué pasó la temporada pasada?
Que por una serie de circunstancias ajenas al fútbol se dio mal.
¿El calendario que resta es complicado?
No, excepto la última jornada, que jugamos contra los primeros, nos quedan tres partidos asequibles, en los que deberíamos sacar los nueve puntos posibles.
Cuando un equipo se encuentra en mitad de la tabla, que no va a subir o bajar de categoría, ¿cómo se motiva a los jugadores?
Siempre hemos estado enganchados al grupo de arriba, por lo que no me ha hecho falta motivarles, porque siempre hemos estado con la posibilidad de ascender.
Y de cara a estos partidos que restan, ¿con qué les animas?
Intento dar el último empujón y que sea lo que Dios quiera. Si pincha alguno de los de arriba, le pasaremos. Pero estoy seguro de que vamos a pasar a varios equipos de los que ahora tenemos por encima. Aunque no sé si tendremos tanta suerte como para terminar segundos.
¿Hay tanta diferencia entre el Palestra y el resto, porque al segundo le saca nueve puntos?
No, es un equipo también de segundo año y, sobre todo, tiene jugadores muy corpulentos, que creo que es lo que marca las diferencias en los partidos.
¿Estás contento con la actitud de tus jugadores?
Sí, hay de todo, pero estoy bastante contento de cómo se está desarrollando la temporada.
¿Han progresado?
Sí, sí. Sin ninguna duda. Cuando empezamos la temporada éramos un poco desastre. Y a medida que ha ido avanzando, hemos ido jugando partidos en los que hemos tenido muchísima posesión. Hablando con entrenadores de otros equipos, es lo que más destacan de nosotros, nuestro juego y cómo hemos mejorado.
¿Cuándo y cómo llegaste a la EDM?
Llevo toda la vida aquí. Empecé jugando en La Morataleña con cinco años, luego seguí en la Unión de Moratalaz, y ahora en la EDM. Jugué hasta hace dos años, que formaba parte del Aficionado B, y lo dejé para probar fuera. Esa temporada lo tuve que dejar por los estudios, la pasada jugué en San Blas y está comencé en el Celtic Castilla y ahora estoy en el Vallecas, en Segunda Regional.
¿Y cómo entrenador cuántas temporadas llevas en la EDM?
Esta es la séptima. Empecé a entrenar cuando jugaba en los juveniles. Comencé con los chupetines y luego pasé a prebenjamín y benjamín, y ahora llevo dos años con infantiles.
¿Qué tal la experiencia después de tanto tiempo aquí?
Muy buena. Cogí lo de entrenar por probar y la verdad es que cada año que pasa me va gustando más, disfruto y aprendo mucho más. Aquí se aprende muchísimo. Prácticamente todo lo que sé como entrenador de fútbol lo he aprendido aquí.
Aunque no has entrenado en otros clubes, sí has jugado fuera. ¿Qué diferencias ves con la Escuela?
Principalmente, a parte del modelo de juego que intentamos seguir, a nivel organizativo y de recursos, la EDM está muy por encima de muchos clubes de la ciudad. Esta Escuela está muy bien estructurada y hay mucha gente involucrada, que se preocupa y organiza todo con interés.
¿Para ti que es lo mejor de la Escuela?
La cantidad de equipos que hay, porque hay pocas que tengan más que nosotros.
¿Y lo peor?
Esto que he dicho antes también tiene su lado negativo, y es que tenemos más problemas de campos y horarios, que actualmente no se pueden evitar.
¿Qué prefieres jugar o entrenar?
Siempre se disfruta mucho más jugando. Pero después de todo este tiempo entrenando, la verdad es que cada vez le cojo más el gusto y me lo paso mejor, sobre todo ahora, con chicos más mayores, que van viviendo el fútbol con más entereza.
¿Hasta dónde te gustaría llegar en la EDM?
Nunca me lo he planteado. No me he puesto un objetivo. Quiero ir creciendo año a año, que creo que es lo que estoy haciendo, y deseo ir ascendiendo e ir cogiendo equipos más mayores, de mayor categoría, y ya se verá hasta dónde puedo llegar.
¿Te gustaría terminar dirigiendo al Aficionado A?
No me importaría. Estaría muy bien.
¿Sueñas con vivir de esta profesión?
Por su puesto, sueño con seguir y en un futuro poder trabajar con algo vinculado al fútbol, que es lo que más me gusta. Si puede ser de entrenador, sería perfecto.
¿Qué tiene que pasar para que eso ocurra? ¿Qué claves tienen que cumplirse?
Se tienen que juntar muchas cosas, tener la suerte de encontrar algún equipo que te pueda ayudar a llegar más arriba, que el momento sea el adecuado, influyen muchos factores. Pero es muy difícil, porque hay mucha gente que se dedica a esto y tiene el mismo objetivo. Y realmente llegan muy pocos. Pero estoy dispuesto a hacer todo el esfuerzo que sea necesario para lograrlo.
¿También eres un fan del fútbol de toque?
Sí, soy muy guardiolista. Siempre me ha gustado, pero en la Escuela te lo inculcan mucho más. Y trabajándolo día a día, vas viendo que es como realmente se disfruta.
Algunos compañeros tuyos han declarado que practicando este estilo, los chicos se divierten más. ¿Realmente es así?
Es lo que intento transmitirles, porque pienso que es así. Si en vez de jugar un fútbol combinativo lo haces al pelotazo, al final los que tocan el balón son dos jugadores, el que golpea y el que corre. Al tener esta idea de juego, intentamos combinar que todos jueguen y sean un bloque, un conjunto.
¿Pero si fuera así, todos los equipos intentarían jugar de la misma manera, porque sus chicos se divertirían más?
Lo malo de nuestra forma de juego es que juegas con pases cerca de tu portería, es un riesgo que corres y que muchas veces te hacen goles por ello. Hay clubes que no quieren correr este riesgo. Por eso, el que algo quiere, algo le cuesta.
¿El Barcelona se ha impuesto los últimos años por su estilo o porque tenía los mejores jugadores?
Por una mezcla de las dos cosas. Con este estilo de juego, si no tienes unos jugadores como los que tenía el Barça, es muy difícil llevarlo.
¿Este estilo de fútbol vale tanto para los equipos A como para los F?
Sobre todo a nivel formativo, que es lo que importa en esta Escuela, sí que les viene muy bien a los chicos practicar este estilo de juego, porque aprenden más y se forman mejor. Los primeros años que llegan los chicos a esta Escuela, les cuesta mucho aprenderlo, pero a la larga se termina notando positivamente.
¿Da igual el nivel de calidad que tengan los jugadores?
No da igual, pero, evidentemente, pasa como en el Barça, que estoy seguro de que más tarde da sus frutos.
¿Ganaríamos más partidos jugando de otra manera?
Se podría ganar a corto plazo, pero al final, como se aprende realmente es como nosotros trabajamos.
¿En esta Escuela tenéis libertad suficiente para entrenar como queréis y ponerle vuestro sello al equipo?
Aquí te marcan unas pautas a seguir, que para mí van bien dirigidas, pero luego cada entrenador marca su camino y elige las cosas que quiere meterle al equipo.
¿Notas que los chicos que llegan a tu equipo tienen asumidos los conceptos que aquí se imparten?
Sí, y cada año que pase se va a ir notando más, porque cada temporada que los chicos trabajan con nuestro sistema, mejoran muchísimo.
Aquí se da mucha importancia a la formación personal de los chicos, no solo a la futbolística. ¿Te ves preparado para impartirla?
Si, por su puesto. Simplemente hay que intentar que los niños hagan cosas razonables, que sean chavales normales, no hay que inculcarles mucho más. Son un grupo de personas que, al final, miran por sí mismos, y dentro de los distintos egos que existen, hay que manejarlos como crees oportuno.
¿Suelen hacer caso de lo que decís?
Sí, en la mayoría de los casos suelen estar de acuerdo y no suelen poner problemas. Alguno se puede salir de esta norma, pero no suelen dar problemas.
¿Hay que ser un buen psicólogo para tratar con ellos o hay que saber más sobre cómo enseñarles a jugar al fútbol?
Hay situaciones en las que hay que tener un poco de psicólogo. Yo ahora trato con niños de 8 y 9 años y con chicos de 13 y 14, y cada niño y edad tiene su situación, su vida y sus problemas. Todo esto hay que tenerlo en cuenta para manejarlo de la mejor manera posible.
¿Qué diferencia hay entre entrenar a un equipo benjamín y a un infantil?
Los benjamines no dan ningún problema a nivel de comportamiento. Son más inquietos y más movidos, pero no dan problemas. Los infantiles son casi hombres y el trato con ellos tiene más aristas.
¿Qué te gusta más entrenar a pequeños o a adultos?
La categoría benjamín me gusta mucho. Pero este año es el segundo con infantiles y también me encanta. Me gustaría seguir subiendo de edades.
¿Por ejemplo, un juvenil?
Quizá llevar a un juvenil sería un paso muy drástico, quizá sería mejor pasar a un cadete. Sería una buena oportunidad.
¿Qué te llama la atención de los chicos?
Que al final acabas teniendo un vínculo y casi una amistad con ellos. Pasas muchas horas con ellos y algunos te acaban llegando. También ves que tú le llegas a alguno. Esto es lo que más me satisface.
¿Crees que entrenar a adultos es muy diferente?
Sí, más que nada, porque cada adulto tiene una visión distinta y puede que su prioridad ya no sea el fútbol. Temas de trabajo, estudios u otros pueden impedir que presten al fútbol la atención que necesita.
“Los padres ven mucho más las virtudes de sus hijos que sus defectos”
Tras siete años de relaciones con los padres, asegura que no puede hablar mal de ninguno, aunque no todo ha sido maravilloso.
¿Qué tal la relación con los padres?
Bastante buena, no he tenido problemas. Solo el año pasado hubo alguno que otro, pero hay ocasiones en las que hay que darles menos bombo a los padres.
¿Te ayudan o te presionan para que sus hijos jueguen más?
Este año me ayudan bastante. Si alguna vez te comentan cualquier cosa, son constructivos, cosa que vienen bien al equipo.
¿Y otros años?
Con el tema padres siempre he estado muy contento, pues he tenido buena relación con ellos, excepto el año pasado. No puedo hablar mal de ningún padre.
¿Los padres creen que sus hijos son futuros profesionales del fútbol?
Hay que ponerse en la situación de los padres. Están viendo a su hijo jugar y les gusta disfrutar de ellos, por lo que ven mucho más sus virtudes que sus defectos. Pero no creo que vean en ellos a un Messi o un Ronaldo.
¿Dan más problema que los niños?
Por la experiencia que tengo, no. Suelen mantenerse al margen y dejar trabajar al entrenador.
“Si te aburres cuando vienes a jugar al fútbol es que algo va mal”
A este madridista que tiene como referente a Guardiola le gustaría que sus jugadores le recordaran como un amigo.
¿Qué características debe tener un buen entrenador?
Básicamente, ser razonable y hacerlas cosas con sentido, y sobre todo, dar explicaciones de por qué hace las cosas que hace; también hay que ser flexible.
¿Cómo te definirías como entrenador?
Nunca lo he pensado, pero me considero flexible. A lo que más importancia le doy es a que los cicos disfruten. Eso es lo que me ha gustado como jugador y es lo que intento darles a los chicos. Hay que pasarlo bien, si te aburres cuando vienes a jugar al fútbol es que algo va mal. Esto es lo que intento demostrarles e inculcarles.
¿Un entrenador que ha jugado al fútbol es mejor entrenador que uno que no?
Creo que sí, tanto para ser jugador como para ser entrenador. Si compaginas las dos cosas, vas mejorando en ambas, porque unas te sirven para mejorar en las otras.
Tu entrenador referente es Guardiola, por lo que me has dicho.
Soy muy madridista, pero en la forma de jugar es el que más me gusta. De Mourinho no me gusta nada. Ancelotti también lo está haciendo muy bien en el Madrid, está sabiendo llevar muy bien un grupo con muchos egos.
¿Qué porcentaje de culpa tiene un entrenador en los éxitos o fracasos de un equipo?
Tiene influencia, pero los que más influyen son los jugadores. El entrenador puede introducir unos incentivos que, en situaciones igualadas, pueden marcar la diferencia.
¿Cómo te gustaría que te recordaran estos chicos?
Que me vean como un amigo. Pasamos muchas horas juntas y disfrutando de lo que más nos gusta: jugar al futbol.