Alberto Barón, nuevo psicólogo deportivo de la EDM
“El deporte está tan mediatizado que la presión por fallar un penalti o un gol es muy fuerte”
Acaba de llegar a la Escuela con la intención de mejorar el rendimiento de los equipos y ayudar individualmente a los jugadores que lo necesiten, y asegura que la preparación mental es tan importante como la física o la táctica
-
“Me ha llamado la atención que hay muy buenos entrenadores, he visto algún amistoso y me parece un club bastante grande”
-
“Voy a enseñar a manejar la presión, el estrés, la ansiedad, la concentración, y en este caso, también con los equipos”
-
“No voy a cambiar lo que funciona, simplemente voy a aportar mi trabajo y mis conocimientos.”
-
“A los entrenadores les voy a mostrar mi visión de cómo algunas cosas pueden mejorar”
-
“La cuestión no es intentar no fallar nunca, porque es imposible, sino saber manejar el fallo”
Texto y fotos de Alejandro Posilio
Este joven mallorquín de 27 años es el nuevo psicólogo de la EDM. Licenciado en la especialidad por la Universidad de las Islas Baleares, hace tres años se trasladó a Madrid a realizar el máster de Psicología Deportiva de la Universidad Autónoma. De momento, sigue en la capital poniendo en práctica lo que ha aprendido, primero en el Club Baloncesto Las Rozas, donde ha formado parte del cuerpo técnico de dos equipos de baloncesto femeninos, y ahora en un gimnasio de Torrejón, donde atiende a luchadores de taekwondo. En su ciudad natal, realizó las prácticas en el Club Deportivo Constancia, que tiene un equipo de fútbol en Tercera División. Su nueva misión en la EDM es un reto que afronta con “ganas e ilusión”. Le gustan casi todos los deportes y disfruta escuchando música y saliendo a tomar cervezas con los amigos.
¿Por qué has fichado por la EDM?
Porque es un club grande, con muchos equipos, y porque he tenido la suerte de que han confiado en mí para llevar el proyecto de psicología. Por eso tengo muchas ganas y mucha ilusión por empezar.
¿Cómo has llegado a esta Escuela?
Soy de Mallorca, como Elías García, el coordinador de Iniciación, y nos conocemos de un torneo que se organiza allí de fútbol sala. A través de un amigo común salió la idea, me contó lo que hacía aquí, le comenté lo que hago, y aquí estoy.
¿Qué puedes aportar a la EDM?
La psicología deportiva es entrenar una parte más del deporte. Hay preparadores físicos para la parte física, entrenadores para las partes técnica y táctica, y psicólogos para trabajar la parte mental. Nosotros trabajamos individualmente con jugadores y entrenadores, o en grupo, incluidos padres.
Llevas unos cuantos días en la Escuela. ¿Qué has hecho?
Pasándome por el Lili para ir conociendo a los entrenadores, ver cómo trabajan, y que ellos me vayan conociendo a mí. Les cuento lo que hago. Cuando vayamos al Urbis, todo estará más estructurado y me pondré en serio a trabajar con grupos concretos.
¿Qué te parece lo que has visto?
Muy bien. Hay un montón de equipos y me ha llamado la atención que hay muy buenos entrenadores. He visto algún amistoso y me parece un club bastante grande.
¿En qué casos vas a intervenir?
Con grupos, cuando un equipo no esté muy unido, trabajaremos la cohesión de grupo. En casos individuales, pues enseñar a manejar la presión, el estrés, la ansiedad, la concentración, en este caso también con grupos enteros.
¿Cómo mejora un psicólogo el rendimiento de un equipo?
Trabajando individualmente con cada miembro del equipo y también con el grupo. No es lo mismo un equipo en el que cada uno va a lo suyo y solo busca su interés, a un equipo que tiene un objetivo común. Individualmente, tampoco es lo mismo un jugador que comete un fallo y se tira diez minutos dándole vueltas, que otro que se olvida de él y se centra en el partido.
Se ha demostrado que un psicólogo es muy útil en el deporte profesional. ¿En el deporte base es tan necesario?
Igual o más. Yo no he trabajado en alto rendimiento, pues siempre lo he hecho en canteras, y creo que se infravalora mucho el papel que puede tener un psicólogo en los equipos de cantera. Los chicos se están formando, los entrenadores son formadores y estos chavales soportan mucha presión. Hoy en día el deporte está tan mediatizado que la presión por fallar un penalti o un gol, o que se le escape un balón al portero es muy fuerte y hace que muchos chicos no sepan manejarla.
¿Cuál es el caso que más se trata a estas edades?
Sobre todo, temas relacionados con la ansiedad en competición. Hice mi trabajo de final de máster sobre este asunto, en baloncesto, y he visto que hay muchos jugadores y jugadoras, en cualquier deporte, que cuando llega el momento de competir no saben manejar algunos aspectos, como pueden ser el fallo o la presión.
¿Cómo se trata esa presión?
No hacemos magia. Se trabaja a lo largo del tiempo normalizando el fallo, demostrando que es parte del deporte. La cuestión no es intentar no fallar nunca, porque es imposible, sino saber manejar el fallo, qué hacer después de fallar, en qué centrarse, que tiene que ser en cosas que se puedan hacer o controlar dentro del campo. No hay que pensar en qué pasará si perdemos por culpa de mi fallo, sino centrarse en lo que puede hacer dentro del campo.
En la EDM ya ha habido un psicólogo. ¿Vas a continuar su trabajo o vas a poner en práctica un proyecto nuevo?
Voy a seguir la línea de continuidad de lo que se ha hecho hasta ahora, según me explicaron los responsables deportivos de la Escuela, sobre todo a nivel de grupo. No voy a cambiar lo que funciona, simplemente voy a aportar mi trabajo y mis conocimientos. No voy a hacer exactamente lo que hizo el anterior psicólogo, pero sí voy a seguir su línea, aportando lo que pueda.
¿Cómo se entrenan las terapias o los métodos que utilizas, pensando, razonando o reflexionando?
El trabajo que yo hago se tiene que aplicar durante mucho tiempo. Y después depende de lo que esté trabajando, y se hará dependiendo de cuando sea necesario, ya sea en entrenamientos o partidos, aplicando una y otra vez lo que haya trabajado con el jugador o con el equipo, hasta que se vuelva automático. Puede haber otros casos que sí tienen que ver con alguna actividad física, como puede ser aprender a respirar correctamente, que puede ser difícil aplicarlo en mitad de un partido, pero sí en el banquillo o antes del partido. La relajación influye en el rendimiento de un jugador.
¿Vas a enseñarles algo a los entrenadores?
No vengo aquí a decirle a nadie que está haciendo mal en su trabajo. Vengo a aportar todo lo que pueda, y eso incluye asesorar a los entrenadores, que son vitales en el fútbol base. Les voy a aportar mi visión de cómo algunas cosas pueden mejorar.
Ya has hablado con los responsables deportivos de la Escuela. ¿Qué te han pedido?
Estaban muy contentos con el anterior psicólogo, por lo que la idea es seguir la misma línea. También he propuesto algunas cosas nuevas.
¿Como cuáles?
Se ha hablado de la posibilidad de incluir a un psicólogo en un cuerpo técnico, porque es una muy buena forma de trabajar con un grupo específico al que se le suele aportar más. Yo no puedo estar en todos los cuerpos técnicos, porque es un club muy grande, por lo que la idea es trabajar con quien lo necesite del club.
¿Cuándo se van a poder ver los resultados de tu trabajo?
Los resultados son difíciles de ver algunas veces. No se puede esperar que por mi trabajo un equipo empiece a ganar todos los partidos. La idea es que las personas o los equipos con los que trabaje vean mejoría en el rendimiento de las cosas que se hacen, no directamente en los resultados.
¿En qué porcentaje influye el trabajo de un psicólogo en el éxito o fracaso de un equipo?
En el rendimiento, depende del deporte, pero en fútbol le doy el mismo porcentaje que tienen los apartados técnico y físico.
En la EDM hay 38 equipos. ¿Vas a trabajar con todos?
Se va a intentar, pero está claro que con algunos trataré más que con otros. La idea es que la psicología en esta Escuela sea accesible para cualquiera, tanto para jugadores, equipos, entrenadores o padres.
¿Y cuál es tu experiencia como psicólogo deportivo?
Primero, en Mallorca, hice las prácticas de la carrera en el Club Deportivo Constancia, que tiene un equipo de fútbol en Tercera División. Allí trabajé mucho con los entrenadores. Luego me vine a Madrid y trabajé en el Club Baloncesto Las Rozas, en el cuerpo técnico de dos equipos de chicas, en los que aprendí mucho de sus entrenadores y de las chicas. El año pasado estuve unos meses también en Las Rozas, pero por el trabajo del máster, y también trabajo en gimnasio Taeguk, en Torrejón, con chicos que practican taekwondo, algunos en la élite.
“Con los niños pequeños es importante trabajar la atención y la concentración”
Asegura que el trabajo psicológico no es igual con un niño de siete años que con un adolescente o un adulto. Cada uno tiene sus problemas y sus métodos para solucionarlos..
¿Psicológicamente se trata igual a un niño que a un adolescente?
Siempre hay que adaptarse a las edades de las personas que se tratan. Por ejemplo, un niño de siete años no va a saber asimilar cosas que sí se hacen con un adolescente. Y al revés, a uno de 17 no hay que hacerle cosas que se deben hacer con uno de siete.
En la EDM te vas a encontrar desde niños de cuatro años hasta adultos de 25…
He trabajado con niños, en baloncesto, desde infantil hasta cadetes, y en taekwondo desde chicos de 7 años hasta de 19.
¿En qué puedes ayudar a un niño de 7 años?
Es muy importante trabajar con ellos la atención y la concentración. Depende del deporte, pero es importante que se centren en cada ejercicio en algunas cosas determinadas, porque no son capaces de filtrar toda la información que les llega.
¿Y a un chaval de 14 años?
Depende de su problema, puede ser el establecimiento de objetivos en diferentes circunstancias. Por ejemplo, un portero que juega contra un equipo débil que sabe que apenas le va a llegar con peligro, enseñarle cómo establecer otros objetivos durante el partido para que no se aburra y pierda interés, como pueden ser: controlar a su defensa o estar fuera de la portería por si tiene que jugar con los pies, etc.
¿Y a un joven de 22 años?
Normalmente, enseñarle a manejar la presión y la ansiedad. Y el problema que se suele producir por la intolerancia al fallo.
¿En la EDM, qué problema vas a tener que trabajar más?
No lo sé, depende de lo que me pidan y de las categorías que me necesiten. Las edades más susceptibles de trabajar con ellas son desde los 12 años para arriba. A los más pequeños les cuesta asimilar algunas cosas de las que trabajo.
¿Cómo puede ayudar un psicólogo a un chico que está dudando si seguir jugando al fútbol?
Depende de los motivos, pues si no tienen nada que ver con el tema deportivo, es más complicado. Pero cuando es porque no juegan o juegan poco o porque les insultan desde la grada y no lo llevan bien u otros muchos casos, el psicólogo les puede ayudar bastante.
“No voy a decirle a ningún padre cómo debe tratar a su hijo”
Los padres de los jugadores también pueden beneficiarse de la presencia de un psicólogo en la EDM. Está previsto que les ofrezca charlas para tratar temas de su interés.
También vas a darles conferencias a los padres. ¿Qué les vas a decir?
Los padres son una parte muy importante en el fútbol base, porque son los que tienen que traer a los niños a jugar y entrenar, y porque cuando acaban el partido, todos se van a casa. Esa parte supervital puede ser muy positiva para el chaval y, en algunos casos, no tan positiva, aunque nunca por mala fe.
¿Les vas a enseñar cómo deben tratar a sus hijos en cuestiones deportivas?
No, no le voy a decir a ningún padres cómo debe tratar a su hijo. Pero sí les voy a dar charlas a los padres que llegan nuevos a la Escuela para explicarle cómo funciona o darles algunos síntomas de una buena o mala adaptación. Por lo general, las líneas de trabajo con los padres son sobre sus comportamientos antes, durante y después de los partidos.
¿La relación más complicada es con los padres?
Por la experiencia que he tenido, no.
¿Has practicado deporte alguna vez?
Jugué al fútbol en Mallorca, en el club Santa Catalina, hasta cadete, cuando me pasé al fútbol sala. A los 17 años me operaron de la espalda, circunstancia que he sufrido otras tres veces, por lo que he tenido difícil la continuidad. No me considero retirado al cien por cien, pero tengo complicado hacer deporte.
¿Tu trabajo es igual en el fútbol que en el taekwondo?
No, porque el segundo es un deporte individual. Cada deporte tiene una estructura distinta que le hace tener peculiaridades, aunque algunas variables son las mismas y tienen similitudes.
¿Y entre baloncesto y fútbol?
Hay más similitudes, porque son deportes de equipo, pero también hay diferencias en sus respectivas estructuras.
¿Sigue existiendo la creencia general de que se acude al psicólogo porque se está un poco loco?
Sí, aunque cada vez menos. Todavía hay gente que ve al psicólogo deportivo como alguien que llega para sentarlo en un diván, y no es así, por supuesto que no. Cada vez hay más deportistas de élite que trabajan con psicólogos y demuestran que les aportamos mucho.