El equipo de la Escuela sigue creciendo como equipo

Un gran derroche físico y un excelente trabajo de conjunto dan una merecida victoria en un campo muy complicado

Alineación:

EDM  Alevín B: Daniel (30´), Alejandro  (30´), Ignacio, Pablo (34´), Javier, Juan, Diego, David, Rodry (38´), Guille (38´) y Ferrer.

Suplentes: Jorge (30´), Raúl (30´), Mario (30´), Marcos (34´), Jose (38´).

Goles: Mario (47´).

Crónica de Juan Martín

El encuentro se presentaba como un partido entre dos equipos que tras dos jornadas permanecían invictos y que querían continuar con la racha y mantenerse en lo más alto de la clasificación.

El partido se presentaba desigual. Con un Alameda de Osuna de segundo año, equipo muy fuerte físicamente y además con experiencia en la categoría, y enfrente nuestros chavales, equipo todavía en construcción y, además, en su primer año en una categoría tan exigente.

La estrategia inicial del Morata”parecía sencilla, mantenerse muy juntitos, evitar que el contrario estuviera cómodo y presionar, presionar y presionar, evitando que pudieran crear juego en el centro, y si las fuerzas lo permiten, tocar y salir rápido, buscando una oportunidad, que tarde o temprano aparecería.

Con este objetivo, Álvaro puso en el campo un once muy competitivo, construyendo a partir de una defensa muy sólida, un centro del campo muy organizado y con una delantera con potencia y recorrido para ayudar en la presión y crear alguna ocasión.

En la primera parte, el partido se desarrolló tal y como se esperaba. Un Alameda volcado y fuerte, pero sin ocasiones claras de gol. Los nuestros presionaban y corrían, el trabajo físico de nuestros chavales tenía al público entregado, simplemente espectacular, iniciando la presión y cortando la salida del balón con los extremos,  pasando por un centro del campo que no dejaba pensar y tocar fácilmente y, si superaban la segunda línea, una defensa siempre colocada y transmitiendo una seguridad y confianza al resto del equipo impropia de un equipo con solo tres partidos en esta categoría.

Las oportunidades del Alameda llegaban: un par de tiros lejanos y, sobre todo, una falta que salió rozando el larguero. Era imposible que el Alameda pudiera mantener el ritmo, y una vez pasados los primeros quince minutos de agobio iniciales, nuestro equipo comenzó a quitarse la presión y a jugar de tú a tú, buscando sus oportunidades. Y a punto estuvimos de dar la sorpresa.

Primero, en una jugada en pared por la banda izquierda, pero la rapidez del defensa evitó que, tras una jugada al primer toque por la banda izquierda y control de espuela de Rodry, muy combativo durante todo el partido, pudiera rematar a gol; y luego, con un par de ocasiones más de Guille, menudo partidazo de nuestro hombre punta, fue una pesadilla para toda la defensa contraria. Primero, con una jugada al contraataque que finalizó en una vaselina, y luego, en una jugada personal provocando lo que en la distancia al público le parecía penalti.

Al descanso se llegó con un esperanzador empate, que nos permitía seguir soñando con un buen resultado…  si las fuerzas nos acompañaban.

La segunda parte comenzó como la primera, con un Alameda que no terminaba de creerse que tuviera tantos problemas y volcado al ataque, y con un Moratalaz aguantando el chaparrón.

El acertado carrusel de cambios permitió seguir manteniendo la presión. Todo iría bien mientras que nuestra defensa siguiera manteniendo su solidez por el centro, y tapando las entradas por banda, con nuestros laterales, Javi y Ferrer, muy rápidos e inagotables durante todo el partido.

Pasado el empujón inicial, el equipo volvió a buscar sus oportunidades, con Marcos y Raúl frescos y muy luchadores, buscando la ocasión.

Corría el minutos 47, cuando en una  jugada personal por la derecha del propio Marcos, soltó una excelente volea, que ya de por sí sola merecía ser gol, pero que acabó en el larguero para disgusto del público que ya estaba celebrando el tanto. Mario, que siempre está dónde se le necesita, recogió el rebote, y tras driblar a un contrario, acabó anotando y desatando la locura de los chavales y del público.

Los últimos 10 minutos fueron un asedio constante de los locales, pero con un Moratalaz muy ordenado en todas sus líneas y dándolo todo en el campo, no consiguieron marcar. Con el pitido del árbitro, el Moratalaz acabó dando la sorpresa en el campo del líder, sumando 3 nuevos puntos, que sin duda serán vitales al finalizar la temporada y permiten al equipo seguir creciendo y ganando confianza en su juego.

Nueva victoria, que desató la alegría de los chavales. El partido acabó con un fuerte aplauso de todo el público a los dos equipos por el vibrante partido, pero, sobre todo, a todos nuestros campeones por su entrega y lucha durante todo el partido.