Partido frente a un rival de la zona baja, pero mucho más competido de lo que reflejó el marcador final. Desde el inicio, el equipo llevó el peso del juego, combinando con criterio y generando acercamientos constantes, aunque sin ocasiones demasiado claras.
El momento clave del primer tiempo llegó cuando el árbitro señaló un penalti evitable en nuestra contra con el 0–0. Ahí apareció Isma, que detuvo la pena máxima y mantuvo el empate con una intervención decisiva. Poco antes del descanso, Charro aprovechó una buena acción ofensiva para abrir el marcador y darnos ventaja antes del entretiempo.
La segunda parte siguió con el mismo guion: dominio, paciencia y ritmo alto. En una acción a balón parado, Rivas amplió la diferencia con el 2–0, poniendo el partido más de cara. Minutos después, tras otra llegada clara, Galán firmó el tercero para sentenciar el encuentro y cerrar una victoria sólida.
Gran respuesta del equipo, que supo mantener la buena dinámica, sumar otros tres puntos en casa y seguir creciendo colectivamente.


