Entrevista a Iván García, responsable del área metodológica y salud
El ED Moratalaz lleva años construyendo un modelo de cantera propio, reconocible y en constante evolución. Detrás de esa identidad no solo se encuentra un estilo de juego, sino también un modo de entender el entrenamiento, la salud y el desarrollo del futbolista desde sus primeras etapas.
En el centro de ese proceso está Iván García, responsable del área metodológica y salud, cuyo trabajo no suele verse desde la grada, pero se nota en cada gesto técnico, en cada partido y, sobre todo, en la formación integral de los jugadores.
“Nuestro objetivo es que el jugador sea más sano, participe más y rinda mejor”
García define su labor dentro de la cantera como una llamada continua a la mejora. “En el área de salud tenemos diferentes objetivos y tratamos de alcanzarlos con el trabajo diario. Los principales son que los jugadores potencien su salud, aumenten su participación, mejoren su rendimiento, generen hábitos de vida saludables y se preparen para las próximas etapas”, explica.
Movimiento eficiente, fuerza y diversión: la base del trabajo diario
El enfoque es claro: antes de correr, aprender a moverse bien.
“Lo primero es darles la oportunidad de moverse de manera eficiente. Lo hacemos con trabajo de fuerza y coordinación de forma aislada, fuera del campo”, detalla.
Una vez adquiridas esas bases, la preparación física se integra en las tareas con balón, algo que identifica al modelo del ED Moratalaz.
“Dentro del campo la técnica, la táctica y la preparación física tienen que ir de la mano, por eso globalizamos la mayoría de las tareas. Además, así entrenar es mucho más divertido”, añade García.
Prevención de lesiones: fuerza, movilidad y estabilidad
En fútbol base, prevenir lesiones es casi tan importante como aprender a jugar.
“La mayor prevención es estar fuerte y moverse adecuadamente”, afirma de forma rotunda.
Para ello, el club ha estructurado un calentamiento general común para toda la escuela, donde se trabajan movilidad y estabilidad articular, junto a un bloque de fuerza analítica.
“Esa es la base de nuestra prevención”, destaca.
Control de cargas desde la educación: un proyecto propio
La falta de grandes recursos tecnológicos no ha frenado al ED Moratalaz, que ha optado por innovar desde la pedagogía.
Este año han implantado un proyecto llamado “educación progresiva del esfuerzo”.
“Consiste en enseñar a los jugadores a medir el esfuerzo que hacen en los entrenamientos. Luego lo multiplicamos por el tiempo que se mueven —el índice de Fóster— y obtenemos las unidades de carga”, explica García.
El objetivo es que, una vez esté interiorizado, los preparadores físicos puedan trabajar con el ratio de carga aguda-crónica, una herramienta avanzada para controlar el riesgo de lesión y la adaptación al entrenamiento.
“Estamos creciendo y hay que ir poco a poco”, recuerda.
Las cualidades físicas: fuerza como pilar, variedad como camino
En la cantera del ED Moratalaz no hay una cualidad física aislada más importante que las demás.
“Todas lo son”, asegura Iván.
Aun así, reconoce que la fuerza es la piedra angular.
“En los calentamientos trabajamos amplitud de movimiento, y nuestras estructuras semanales tienen un día orientado a la fuerza, otro a la resistencia y otro a la velocidad”.
¿Qué distingue al ED Moratalaz? Un modelo propio construido desde dentro
García tiene claro qué hace diferente al club respecto a otros proyectos de cantera.
“Intentamos dar la máxima calidad con los recursos que tenemos. Formamos a nuestro personal para que cada día sea más profesional y eso se traduzca en jugadores más saludables y con mejor rendimiento en el campo”.
Esa combinación de metodología, coherencia y formación continua es la que sostiene el modelo del ED Moratalaz. Un modelo que no solo busca ganar partidos, sino formar personas activas, sanas y preparadas para lo que venga, dentro y fuera del fútbol.


