La ED Moratalaz firmó una exhibición de autoridad y personalidad para imponerse por 2–0 al Atlético de Madrid en un partido donde el equipo del Urumbroso dominó prácticamente cada tramo del encuentro. El plan salió a la perfección: orden, paciencia, valentía con balón y agresividad en cada acción. Un triunfo que refuerza el proyecto y confirma el crecimiento del Juvenil B en una categoría de máximo nivel.
Desde el pitido inicial, el Moratalaz impuso su idea. Circulación limpia, ritmo alto y una clara intención de organizar para progresar. Cuando el equipo conseguía atraer hacia un lado, encontraba ventaja por dentro y finalizaba por fuera, llegando con muchos efectivos. En transición, también generó peligro: menos presencia en área, pero gran verticalidad para atacar espacios con decisión.
La única fase menos controlada llegó durante unos 20 minutos de la primera mitad, cuando la ansiedad por ampliar el marcador llevó al equipo a romper el plan y buscar ataques demasiado acelerados. “Los jugadores eran conscientes de que corriendo también hacíamos daño, y apareció ese punto de ansia por marcar más”, explicaba el cuerpo técnico. Pese a ello, el equipo supo reconducir la situación y volvió a la estructura inicial.
La segunda parte mantuvo el mismo guion: dominio absoluto, lectura perfecta de los ritmos y madurez competitiva. Lejos de relajarse con el marcador a favor, el Moratalaz fue de menos a más, algo muy difícil ante un rival como el Atlético de Madrid. La diferencia pudo ser mayor: por ocasiones claras, el resultado podría haber sido un contundente 5–0.
Los nombres del triunfo
Yang, Lucho y Carlos firmaron una actuación sobresaliente, siendo determinantes tanto en tareas ofensivas como defensivas. Especial mención para Carlos, cuyo trabajo y crecimiento están siendo fundamentales para el equipo: esfuerzo, constancia y rendimiento al servicio del grupo.
Un partido para creer
Fue, en definitiva, un partido muy completo. El Moratalaz mostró su identidad, su madurez y su convicción. Un triunfo de mérito, de fútbol y de proyecto. Si el equipo mantiene este nivel, seguirá sorprendiendo y compitiendo con los mejores.
