UNA DERROTA DEMASIADO ABULTADA PARA LO QUE FUE EL PARTIDO
El equipo Juvenil I de la E.D. Moratalaz sabía que se iba a enfrentar a un partido duro en Rivas desde el primer minuto. En 13ª posición en el campeonato de liga y todavía sin ninguna victoria a favor sabía que su enfrentamiento contra el Rivas Fútbol Club D podría haber sacado un resultado positivo, sin embargo, la historia no sucedió como el conjunto de José Javier González esperaba, en un día en el que todo salió del revés.
El equipo en todo momento se le veía incomodo en el campo, sin conseguir una salida clara de balón y en muchas ocasiones perdiéndolo en una zona peligrosa después de una presión muy alta del equipo local, incluso el primer gol del partido, en el minuto 9, vino de esta forma. Aunque la mejor oportunidad del encuentro hasta el momento la había tenido Carlos García tras un uno contra uno que por desgracia mandó a las nubes tras quizás precipitarse en su decisión de chutar y no acercarse a la portería.
A pesar de ello, la fortuna le sonreiría en el minuto 13 tras una jugada algo afortunada donde el portero y el defensa ripense no se entendieron chocando entre ellos y que él mismo aprovecharía para rematar a puerta vacía consiguiendo el empate a 1.
En los minutos siguientes, y a pesar del tanto del conjunto morataleño el equipo seguía con problemas en defensa y fue en el minuto 19 cuando otra pérdida en la salida de balón precipitó el segundo gol del equipo local. A partir de este momento el partido parecía dormirse después de que el árbitro parara el encuentro en numerosas ocasiones. Y cuando parecía que al descanso llegaríamos con este resultado, un jarro de agua fría le cayó a nuestro equipo cuando de nuevo los locales marcaban y aumentaban su ventaja a 3-1.
En la segunda parte el equipo salió más enchufado, con ganas de comerse a sus rivales, sin embargo, la fortuna otra vez se alió con los de Rivas cuando el minuto 54 y con tan solo 10 jugadores nosotros en el campo consiguieron el 4-1.
Pero el equipo en ningún momento se vino abajo como en la primera parte, y los problemas que habían aparecido en el primer periodo terminaron desapareciendo. También fue vital algunos cambios de José Javier González, que sacó al terreno de juego entre otros a Ghavami que fue en toda regla un revulsivo. Precisamente con su salida sal campo el equipo tuvo varias oportunidades, tres en total en dos minutos, para al menos acortar el marcador, la más clara una volea desde el punto de penalti en el minuto 67 que se marchó rozando el larguero.
Es por ello que escuece aún más cuando en el 69 de partido el equipo de Rivas metió el sexto gol del encuentro, no sin polémica, después de que el delantero rival se quedará solo contra nuestro portero después de un claro empujón a Daniel Valdavida que dejó al defensa en el suelo y que el árbitro no consideró oportuno señalar.
Al final un partido para el olvido, pero donde el equipo tiene que pensar en positivo, y que en la segunda parte del encuentro el equipo encontró la manera de hacer daño a los rivales, pero donde faltó seguramente la recompensa del gol. Toca pasar página rápidamente, y es que este fin de semana el equipo se enfrenta contra el E.M.F. Orusco, quienes actualmente tampoco saben lo que es ganar.
