Empate justo en un partido lleno de emoción hasta el último minuto

El choque fue como una jornada de febrero en la que se viven las cuatro estaciones: los primeros 20 minutos fueron el verano, el final de la primera fue el otoño, el segundo tiempo fue la odisea del invierno, para resurgir con la primavera en el último suspiro

Alineaciones:

Vallecas CF.:  Dionisio Antonio Castiñeira Pascual, Raúl Martínez Alonso, Adrián Rodríguez Sánchez (Alejandro Cano Romero, m. 75), Alejandro Giménez Alcocer, Roberto Hernando Monje, Cristian Romero López, Daniel Martínez Chamarro (Óscar Ortega Mate, m. 40), Miguel Menchero Graca (Ovidiu Oint Rusanda, m. 64), Adrián Lara Díaz (Adrián Pérez Blas, m. 35), Pablo Andrés León Orea (Sergio Saldaña Gutiérrez, m. 40) y Ladislao Morante Pérez Cejuela.

EDM Cadete B: Sergio, Nacho, Marc (Kike, m. 45), Purito (Adrían, m. 57), Marcos, Javi, Miguel (Mario, m. 57), Jorge, Álex (Nico, m. 46), Antonio (Pablo, m. 54) y Jordi.

Árbitro: Javier García Carazo

Goles: 0-1 (m. 21): Jordi, en jugada individual; 1-1 (m.32): Adrían Lara, al aprovechar un fallo en defensa. 2-1 (m.76): Adrían Pérez, en boca de gol y 2-2 (m.80): Jordi, de falta directa a la escuadra.

Crónica de José Manuel Llorente 

Una tarde calurosísima en Vallecas y un césped espectacular para la práctica del fútbol acompañarían un partido vibrante, con una parte para cada equipo. El encuentro empezó muy bien para los visitantes, pues los morataleños jugaron 20 minutos de escándalo, con superioridad en el centro del campo y eligiendo muy bien cada jugada en busca del gol, haciendo sufrir y de qué manera a los locales.

Un gol que se resistió y a la postre nos penalizaría, dejando patente que el fútbol no son ni oportunidades ni balones al área ni córneres a favor ni pases acertados, el fútbol son goles y nosotros no tuvimos la suerte necesaria para irnos con tres trofeos al descanso. En el minuto 3, el Morata empezó a mandar, y así, Marc saca una falta al área perfectamente tocada desde el medio campo, para ponérsela en la cabeza a Jordi, que remató marcando los tiempos y  girando el cuello, estrellando el esférico en el larguero.

En el 7, Miguel aprieta en el medio la salida de balón de los locales y roba ya orientado hacia la portería, juega en profundidad con Jordi, que la deja correr primero y después recorta, para por bajo obligar a Dionisio a pegarse un paradón cuando todos cantábamos gol.

En el 10, Jordi recibe un pase en la frontal de espaldas a la portería y la aguanta, esperando a que se genere el espacio y encontrando a Antonio por dentro, que una vez más se encuentra con Dionisio por bajo, otro paradón y marcador inmóvil.

En el 15, tras una jugada al área del Morata, el cuero sale rechazado por la defensa, describiendo una parábola que Javi ,más allá de la frontal, lo engancha con un voleón que fue a estrellarse en el palo izquierdo e hizo temblar la portería rival.

Jugada inventada

Y en el 22, por fin Jordi se inventa una jugada para adelantar a su equipo, en carrera y como a él le gusta, primero se cruza por delante del defensa sin perder de vista el balón, lo que le permite hacerle un sombrero al portero en su salida, y como si el campo estuviera inclinado hacia el cementerio, toca lo justo para que esférico entre suave, acariciando las mallas de la portería local y adelantando a su equipo en el marcador (0-1).

Como si el gol hubiera costado un esfuerzo sobrehumano, el Morata empezó a perder fuelle justo después de ponerse por delante en el marcador. El equipo empezó a partirse y el Vallecas olió a sangre, adelantó al grupo y comenzó a jugar en campo rival, dificultándonos mucho la salida de balón. Y en una de esas nos cazó saliendo, en el 32, Adrián Lara aprovecha desde el suelo un pase entre líneas en un desajuste defensivo(1-1). Se llegó al descanso 1-1, un resultado injusto visto lo visto en los primeros 40 minutos. Pero esto es fútbol y en la reanudación el Vallecas mejoró y mucho.

Esta vez, el carrusel de cambios les dio más fuelle a ellos que a nosotros y empezamos a perder el  centro del campo. Ellos no creaban demasiado peligro, pero tampoco nos dejaban crearlo a nosotros. Aún así, en el minuto 76, una jugada por la derecha de los vallecanos, un poco embarullada, llega al área pequeña, donde Adrián Pérez estuvo listísimo, para batir la portería de Sergio y dejar el partido casi resuelto.

Último esfuerzo

Pero como si al Morata no le pareciera bien el resultado después del juego realizado en el primer cuarto de hora, los de negro hicieron un último esfuerzo. Otra vez Jordi le gana la espalda por la derecha al central y pisa área, donde Alejandro Giménez hace el gesto con el brazo de desplazar a nuestro delantero y el árbitro concede la falta y expulsa al defensa. Rigurosa la roja en mi opinión y desacertado en la falta, ya que para mí fue penalti.

Pero no importó, porque Jordi está con ángel, no dudó, depositó el balón con mimo en ese césped precioso, dio tres pasos atrás y no dejó de mirar la escuadra, ajustó su mira telescópica y 10 segundos más tarde, y tras susurrarle al esférico a través de su bota derecha donde tenía que dirigirse, quitó las telarañas de dicha esquina, con un disparo maravilloso, lleno de calidad y fe, para hacer justicia y poner el 2-2 en el marcador y la apoteosis en sus compañeros y en la grada, cerrando el encuentro con unas tablas más que justas.

Y así se llegó al final de un partido, donde fuimos a empujones, pero en el que no tuvimos un buen ritmo de competición, constante y fluido. Donde pudimos resolver en un primer cuarto de hora impresionante y donde también pudimos perder después de partirnos por la mitad toda el segundo tiempo.