Carlos Cáceres: «En el Atlético de Madrid he aprendido muchas cosas que ahora puedo implantar aquí”

Carlos Cáceres: «En el Atlético de Madrid he aprendido muchas cosas que ahora puedo implantar aquí”

Carlos Cáceres, psicólogo de la EDM

“Intentaré aportar para que la Escuela siga creciendo como lo viene haciendo hasta ahora”

Este joven profesional asegura que hay que desterrar la idea generalizada de que los psicólogos tratan con locos y resalta que necesita el apoyo de jugadores, entrenadores, responsables y padres para que su trabajo se traduzca en mejores resultados de los equipos

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Alejandro Posilio

Este castellonense de 23 años y seguidor del Villarreal ya trabaja como psicólogo en la Escuela Deportiva Moratalaz. Inicialmente durante tres meses, se va a encargar de mejorar las relaciones entre jugadores, padres, entrenadores y responsables de la Escuela, e intervendrá cuando detecte algún problema de comportamiento, falta de motivación u otros aspectos que dominan estos profesionales. Licenciado en Psicología por la Universidad Jaime I de Castellón, se especializó en deportes al cursar el máster de Psicología en la Actividad Física y el Deporte en el Colegio de Psicólogos de la Comunidad Valenciana. Tras llevar a cabo prácticas en el Atlético de Madrid, ahora va a poner en práctica en la Escuela lo aprendido en el club rojiblanco. Además de gustarle todos los deportes, disfruta con el cine y la lectura.

¿Qué hace un psicólogo en la Escuela Deportiva Moratalaz?

De lo que realmente se encarga un psicólogo deportivo es de ser un apoyo más para entrenadores, padres y jugadores. Lleva a cabo intervenciones con los entrenadores, a los que pueda dar pautas de comunicación o ayudar en solucionar conflictos que pudiera haber dentro de los equipos. También puede asesorar a los padres, a los que puede dar pautas para saber tratar ciertos comportamientos de los hijos. Asimismo, se les puede ayudar en todo tipo de conflicto que pudieran tener. Y a nivel individual, a los jugadores se les puede ayudar si tienen problemas de motivación, ansiedad, estrés, o  cualquier tipo de problema psicológico a nivel básico.

En la EDM hay 35 equipos. ¿Cómo hará para controlarlos a todos?

Efectivamente, hay muchos equipos. Habrá que priorizar. Además como estamos ya más allá de la mitad de la temporada, pues no es como si fuera el principio. Una persona no puede abarcar los 35 equipos, por lo que me voy apoyar en coordinadores y entrenadores. Y, en función de la demanda, actuaré. A estas alturas ya se sabe qué funciona bien y qué lo hace mal en cada equipo, por lo que una vez que los conozca, podré ayudar en mi papel en lo que sea posible.

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Cáceres quiere tener la ayuda de todos los miembros de la Escuela.

¿Cómo ha llegado a la Escuela?

El psicólogo de la Federación Madrileña me habló de la Escuela Deportiva Moratalaz. Me contó lo bien que funcionaba y que era un escuela a la que le gusta trabajar la formación y los valores. Y eso es algo que un psicólogo trabaja mucho. Y a mí me interesa mucho. Lo que se tiene que trabajar realmente son los valores de la persona. Después me puse en contacto con el directivo Manuel Vela, le conté lo que quería, luego hablé con Jorge Vallejo, el director general, y rápidamente llegamos a un acuerdo.

¿Cuál va a ser su papel en la Escuela?

Jorge me contó que algunos equipos podrían requerir mi ayuda. También me encargaré de hacer charlas con los entrenadores para enseñarles una serie de habilidades que les sirva para ser mejores líderes de sus equipos. Eso será una de mis funciones También me reuní con el director deportivo y con los coordinadores, y nos pusimos de acuerdo en dónde se iba a focalizar mi actuación. Ahora tengo que conocer la situación del club, que me vayan conociendo los entrenadores y que me vayan informando de lo que les podría interesar.

¿De dónde viene?

Yo terminé la licenciatura en Psicología en la Universidad Jaime I de Castellón. Luego hice el Máster en Valencia, en el Colegio Oficial de Psicólogos de Valencia, y vine a hacer las prácticas al Atlético de Madrid. Allí aprendí mucho de lo que ahora puedo aportar a la Escuela. He aprendido muchas cosas que se pueden empezar a implantar aquí.

Trabajará los valores de la Escuela

¿Qué cosas concretas puede aportar?

Toda aportación de un psicólogo debe ser positiva. Puedo dar más formación en valores, trabajar aspectos de motivación, enseñar a enfocar los problemas, etc. Por lo que he visto, en esta Escuela es esencial hacerles ver a los jugadores que el resultado es importante, pero no lo más importante. Trabajare ese tipo de valores, y a los entrenadores les enseñaré aspectos de liderazgo y de una mejor comunicación, siempre y cuando lo requieran. Intentaré aportar para que la EDM siga creciendo, como lo viene haciendo hasta ahora.

¿Va a realizar un trabajo colectivo o individual?

Creo que lo principal es el trabajo colectivo. A nivel individual, cada vez es más difícil actuar. Cada uno tiene que aportar su granito de arena, y yo voy a ser uno más en esa tarea. Obviamente, sin la ayuda de entrenadores, coordinadores, padres y jugadores mi función será inútil. Simplemente voy a aportar mis conocimientos, y si trabajamos juntos, será más efectivo.

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Carlos ha realizado prácticas en el Atlético de Madrid.

¿Pueden mejorar los resultados de los equipos de la Escuela por tener un psicólogo a su disposición?

Pueden mejorar, pero la función es más trabajar aspectos personales. Pero si las personas funcionan, se crea una conexión de equipo correcta y se le da un buen enfoque, los resultados pueden acompañar. Una cosa no es causa de la otra, pero influye. Esperemos que trabajando a nivel personal y de equipo, los resultados vayan mejorando.

¿Cuál será el método de trabajo: los entrenadores o coordinadores le comentarán los problemas que vean o usted los detectará y se lo comunicará?

Lo primero que tengo que hacer es conocer el entorno. No puedo llegar y decir el problema es este y tenéis que hacer esto otro. Lo primero que hay que hacer es observar, conocer la situación y luego, con un trabajo conjunto con el entrenador, aclarar la situación, y si se requiere, se habla con padres o jugadores. A partir de ahí, implantaré una serie de estrategias y de ejercicios que tendrán que aprender y ejercitar.  La psicología no se aprende de un día para otro. Realmente, lo primero que hay que hacer es implantar una serie de ejercicios y trabajos, entrenarlos y ver cómo se van implantando.

¿Qué ejercicios pueden mejora la situación de un equipo?

Por ejemplo, un correcto establecimiento de objetivos. Muchas veces, un equipo puede estar desmotivado o a la deriva porque no tiene un objetivo claro. Un aspecto que habría que trabajar en este caso es crear uno otros objetivos realistas, que motiven al equipo. Y eso se hace conjuntamente con el entrenador. Si vemos que un equipo está en mitad de la tabla, cuando el objetivo era quedar primero, pues obviamente estamos viendo que los objetivos no están bien calibrados. Un ejercicio sería recalibrar esos objetivos para que todos los jugadores, de manera óptima y motivada, trabajasen para lograr los nuevos objetivos.

La adolescencia, edad difícil

¿Me imagino que no se trabaja igual desde el punto de vista psicológico con niños pequeños, adolescentes o adultos?

Claro. Hasta los diez o doce años, hay que tener en cuenta que la influencia más grande que tienen es la de sus padres. Cuando van creciendo, la influencia es más de los compañeros y de la televisión, al ver a jugadores de fútbol que les gusta y tienen otro tipo de influencias. Los adolescentes y adultos tiene unas ideas diferentes de lo que quieren en el fútbol, por qué se han apuntado, si para divertirse o para hacer amigos. Cada equipo y cada edad tienen objetivos diferentes.

¿Con quién cree que va a trabajar más, con pequeños, adolescentes o adultos?

Voy a intentar conocer y trabajar con todos, pero en un principio, mi intervención aquí va a ser de tres meses. La adolescencia siempre se dice que es una edad difícil, por lo que posiblemente tenga que trabajar más con ellos. Pero me da igual trabajar con mayores o pequeños.

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La primera etapa de su trabajo es observar y recabar información

¿Qué le gustaría conseguir en la Escuela?

Que esta Escuela siga creciendo y lo haga porque yo pueda aportar mis conocimientos, que los demás vean que la psicología deportiva es útil y funciona.

¿Existe la especialidad de psicología deportiva?

Es una especialización que lleva varios años aplicándose y ha cogido bastante potencia. Empezó a crecer a finales de los ochenta y ahora es una modalidad muy sólida. Para ser especialista en Psicología deportiva, lo aconsejable es que uno curse  la licenciatura en Psicología y luego se especialice con un máster o postgrado en Psicología deportiva. Eso es lo que yo he hecho. Pero hay otras alternativas, como el coaching, pero eso solo puede ser eficaz en algunas ocasiones.

¿Qué tal la experiencia en el Atlético de Madrid?

Muy gratificante. He visto chavales que tienen un nivel muy alto, son auténticas figuras, pero que tienen que saber que a la élite llegan muy pocos.  Pero son gente que les gusta trabajar y mejorar. Ha sido una experiencia muy placentera. No traté ningún problema grave, traté problemas de concentración, atención, ansiedad, con actuaciones puntuales, situaciones que me puedo encontrar aquí. Hay que desmitificar la figura del psicólogo como alguien que trabaja con locos.

¿Un psicólogo que se encuentre con un chaval que esté dudando si seguir jugando al fútbol puede ayudarle a aclararse?

Un psicólogo puede apoyarle o aclararle las ideas. Un psicólogo no va a intentar manipular a la persona para que se quede, si lo que realmente lo que quiere es irse. Si una persona duda, el psicólogo puede clarificarle los pros y los contras, habar con el entrenador y con el padre para intentar allanarle el camino al jugador, si es que tiene algún problema. Pero si la persona ha tomado una decisión, el psicólogo no puede hacerle cambiar de ideas.

¿Cómo suele ser las relaciones del psicólogo con los padres?

Hay de todo. Hay padres que lo que quieren es lo mejor para sus hijos y otros a los que les cuesta comprender que en un equipo juegan once o siete. Hay padres que piensan que su hijo es único y que tiene calidad para jugar. Es complicado al ser un juego de equipo y de decisiones, y a veces es complicado para un padre que su hijo esté en el banquillo y no disfrute de los minutos que al padre le gustaría que tuviera. Pero son figuras que hay que comprender que están para defender a su hijo. En estos casos, yo estaré aquí para ayudarles y asesorarles en lo que sea posible y para hacerles comprender las normas y los valores del club.