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Daniel Aparicio: «Que la gente de fuera de la Escuela hable bien de nosotros es un buen sntoma»
Autor: Área de Comunicación Enviado el: 2013-05-09

 

Daniel Aparicio Rodríguez, entrenador del Juvenil E y del Benjamín B

“Un síntoma de que lo hacemos bien es que la gente de fuera de la Escuela habla bien de nosotros”

Este profesor de Educación Física asegura que el resultado no es lo más importante y que se siente más satisfecho de su trabajo cuando la actitud de sus jugadores es la adecuada

Alejandro Posilio


Ligado al fútbol desde pequeño, gracias a los gustos de su familia, dedica una gran parte de la semana a entrenar a dos equipos de la Escuela, el Juvenil E y el Benjamín B. De 26 años, con novia y profesor de Educación Física, profesión que ha ejercido eventualmente en dos colegios de la capital, se muestra de acuerdo con los valores y la filosofía que se imparten en la EDM. Actualmente está cursando un máster de Investigación y Ciencias del Deporte con el ánimo de encontrar un puesto de trabajo que dé algo de estabilidad a su vida.

¿Cómo llegaste al fútbol?

Me viene de una familia de gustos futboleros que me lo inculcó desde pequeñito. Empecé a jugar en Tres Cantos, de donde soy, en el fútbol sala; luego pasé al fútbol siete y, finalmente, al fútbol once. Hasta que dejé de jugar cuando tuve una lesión grave de rodilla en el 2007. Antes llegué a jugar en el Aficionado Preferente del Pegaso Tres Cantos. Después lo hice para probarme en Segunda Regional, pero el Pegaso desapareció. Me fui a Inglaterra y allí jugué un poco, pero ya en plan menos serio.

¿Y por qué te dio por meterte a entrenador?

También empecé muy temprano, pues siempre me ha gustado. Cuando jugaba en el Pegaso Tres Cantos les dije que quería entrenar, y empezaron a darme esa responsabilidad. El camino fue el mismo, fútbol sala, fútbol siete y fútbol once.

¿Qué te gusta más entrenar o jugar?

Aunque la lesión no me retiró del fútbol, donde vivía, el equipo no estaba muy bien y me empecé a plantear otras cosas. Pero echo mucho, pero que mucho de menos el hecho de compartir vestuario y los entrenamientos.

¿Y cómo conociste la EDM?

Llegué a la Escuela de la mano de Jesús Gutiérrez, al que conocía de antes. Me habló del proyecto que tenía aquí, sabía de mi afición a este deporte y de mis ganas, hablamos y llegamos a un acuerdo. Empecé en la Escuela en febrero de la pasada temporada.

¿Qué te gusta más entrenar a los pequeños o a las mayores?

A la persona que le guste el fútbol, le gusta entrenar a cualquier edad. Soy profesor de Educación Física, y los niños y el deporte son mis pasiones. Pero son dos mundos completamente diferentes. Los mayores exigen más rendimiento, y los pequeños, más formación, aunque en ambos equipos tiene que haber las dos cosas. Es una buena manera de aprender poder estar en dos equipos tan diferentes.

¿Valen los mismos conocimientos para ambas categorías?

Creo que sí. Obviamente, los tienes que adecuar y aplicar a cada categoría, pero un mismo ejercicio lo puedes aplicar a una categoría u a otra, pero siempre con las exigencias de cada nivel.

¿Qué ventajas tiene entrenar a los más jóvenes?

Todas, porque es muy gratificante. Te vas todos días con una sonrisa a casa y con ganas de seguir y que llegue el siguiente día.

¿Las tiene también entrenar a los mayores?

También buenas, pero es otro ambiente, más distendido, más profesional, por definirlo de alguna manera. Te ves como has estado tú hace unos años, te pones en su situación y disfrutas mucho.

¿Desventajas de entrenar a los pequeños?

Desventajas es una palabra un poco dura.  Pocas o ninguna. ¿Qué diferencias hay con entrenar a las categorías mayores? Pues, lógicamente, los resultados quedan un poco más de lado, porque importan más otras muchas cosas.

¿Y desventaja de entrenar a los mayores?

Yo llevo juveniles, chavales de 16,  17 y 18 años, una edad un poco complicada. También hay ciertas veces que tienes que dejar un poco de lado los resultados y centrarte en que hagan deporte, disfruten, sean sanos y  que sean buenos compañeros. Nos es que esto sea una desventaja realmente, pero en muchas ocasiones también hay que centrarse en esto.

¿Qué se busca en los benjamines y qué en los juveniles?

En esta Escuela se busca siempre lo mismo: formación desde el inicio. Aunque en los juveniles, por su profesionalidad y empeño, hay que hacer algo más allá de la formación. En ambas categorías te gusta ganar, pero en la de los pequeños tiene menos importancia la victoria. En el Juvenil  E también pongo la formación y que adquieran conocimientos nuevos por encima del resultado. Pero con los pequeños siempre buscas formación, que aprendan muchos conocimientos y que los asimilen.

¿Tu sueño sigue siendo llegar a entrenar a un equipo profesional?

Sin duda.

¿Para quién es más complicado llegar a vivir del fútbol para un jugador o para un entrenador?

En ambos casos tienes que tener un punto de suerte y estar en el sitio adecuado en el momento indicado. Pero si te gusta una cosa mucho, no puedes pensar en la dificultad que suponga. Tienes que intentar disfrutar, y lo que venga, bueno será. Si te centras en disfrutar, creo que se puede llegar más lejos. Pero reconozco que hay mucho más jugadores que entrenadores y que este es un círculo bastante cerrado.

¿Y crees que puedes llegar a vivir de fútbol?

Trabajo con la ilusión y las ganas de que así sea. Si no se consigue, todo lo que sea disfrute bueno es, así como todo lo que aporte.

¿Características de un buen entrenador?

Ser comprensivo es muy importante, así como ser exigente y querer sacar el máximo rendimiento de los chavales. Pero siempre teniendo en cuenta dónde estás y de dónde vienes.

¿La Escuela os exige mucho?

Es exigente en la medida que debe serlo. Es exigente en cuanto a que se impartan unos valores, una filosofía y  una forma de actuar determinada, lo cual debe ser así. Más escuelas deberían ser así.

¿El hecho de que se quiera imponer un fútbol de toque limita a los técnicos la manera de entrenar?

Esa filosofía también marca qué tipo de entrenadores quiere la Escuela. Entonces, si cada uno tenemos unas ideas diferentes, puede que entre todos sí tengamos un mismo estilo o parecido, que va acorde con la filosofía de la Escuela.

Existe la opinión generalizada de que imponer este estilo de juego es más complicado de lo normal. ¿Es así?

Por supuesto que sí. No es que dificulte el trabajo, pero es la forma más completa, integral y adecuada para la formación de los chavales.

¿Cómo se forma mejor un entrenador?

A parte de los conocimientos que se adquieren en los cursos de entrenadores o en los libros que se puedan leer, es fundamental para la formación las ganas de aprender nueva cosas y de querer vivir nuevas experiencias. Y esto depende de cada uno. Nadie lo puede marcar. Hoy existen muchos cursos de entrenadores diferentes y eso es bueno, pues hay más libertad de elección.

¿Un entrenador es mejor si antes ha sido jugador?

No sé decir si es mejor o no, pero sí que ayuda el que hayas vivido el fútbol por dentro. No hace falta que sea fútbol profesional, pero sí hay ciertos automatismos y reacciones del jugador que las entiendes más fácilmente. Pero no voy a ser yo el que diga que alguien que no ha jugado al fútbol no puede entrenar.

¿La satisfacción de tu trabajo la determina al final la posición en la tabla?

No, para nada. Ni en una categoría ni en otra. En los benjamines vamos arriba, y con los juveniles, en la mitad de la tabla para abajo. Y ni en una ni en otra me voy contento si la actitud de los chavales no ha sido la adecuada. Lo que me importa es cómo se lo han tomado, cómo han respondido y cómo han actuado. Eso es lo que determina mi estado de ánimo.

¿Cuánto de técnico y cuánto de psicólogo tiene que haber en un entrenador?

En todos los deportes, pero eminentemente en el fútbol, la psicología es la parte más importante, sinceramente. Es igual en las diferentes categorías. Evidentemente, tienes que tener una preparación,  saber qué tipos de ejercicios existen, cómo hacerlos  y qué variaciones se pueden llevar a cabo. Pero si no conectas con los chavales y estos no están contigo, si no hay una comunicación buena, por mucho que sepas de técnico, no les vas a sacar el máximo a los chavales. Con los mayores y con los pequeños hay que tener mucha psicología. Hay que conocer su manera de pensar, que cambia según la edad.

¿Qué tiene que hacer la EDM para estar a la altura de los grandes clubes de la Comunidad?

La Escuela va en la línea que debe ir. Para mí, es un síntoma claro de que las cosas se están haciendo bien cuando hablas con alguien de fuera de la EDM y te dice que estamos haciendo las cosas muy bien. Fuera se habla muy bien de esta Escuela, y eso es importante. Vamos en una línea muy buena, aunque siempre se puede exigir más. Y eso también se hace aquí.  Aquí se innova y luego se maduran esos cambios, como debe de ser.

¿Qué cambiarías en la Escuela?

No llevo excesivo tiempo en la Escuela y todo lo que he adquirido y todos los síntomas de la Escuela son más que positivos. Estoy contentísimo aquí, con la gente que trabaja a nivel de directivos, con los que están en coordinación y con los demás compañeros entrenadores. También con los chicos y con los padres. El ambiente es muy bueno. Por eso no creo que haya cambiar nada. Vamos en buena línea.

¿Un entrenador al que te gustaría parecerte?

Podría decir muchos, porque no soy de seguir solo a una persona. Pero, por ejemplo, Vicente del Bosque y Rafa Benítez me han marcado mucho. Pero también me gusta el rendimiento que Mourinho saca de los jugadores.

¿Entonces, a quién prefieres: a Guardiola o a Mourinho?

No me decanto por ninguno. No me importa reconocer que soy del Real Madrid y me siento muy orgulloso de ello. Admiro muchas cosas del trabajo de Guardiola, no solo lo que ha conseguido, pero Mourinho también tiene buenas cosas y también ha conseguido cosas importantes, No me decanto por ninguno de los dos e intento coger lo mejor de ambos, que son muchas cosas, ya que tenemos la suerte de poder disfrutarlos.