José Manuel Llorente, directivo encargado de la relación con los patrocinadores

“Hay que seguir trabajando en ser lo más profesional posible, dentro de lo aficionados que somos”

Este joyero patrocinador de la EDM considera una limitación que Moratalaz no tenga industria, lo que restringe la consecución de patrocinadores al pequeño comercio; tiene claro que lo mejor de esta organización es la gente que la integra

• “Me parece asombroso que a través de pequeños esfuerzos se pueda mover algo tan grande como esta Escuela”

• “El grado de comunicación que hay en la EDM con los padres es brutal”

• “Me gustaría dedicarle más tiempo a la Escuela para hacer mejor mi labor, porque no la hago todo lo bien que podría”

• “Con el estilo de toque que practicamos se compite peor en ciertas edades, pero posiblemente aprendan mejor a jugar al fútbol”

•  “Si logramos que los chicos tengan un sentimiento de pertenencia a esta Escuela para que no salten la valla, sería genial”

Texto y fotos de Alejandro Posilio

Este comerciante de Moratalaz lleva camino de cumplir once temporadas relacionado con la EDM como padre de un jugador y, además, la seis últimas como miembro de la junta directiva encargado de la relación con los patrocinadores. Nacido hace 42 años en Madrid, estudió hasta la selectividad, para luego entrar a trabajar con 20 años en la Joyería Llorente de su familia, hoy propiedad suya y de sus hermanas, donde se ha formado como relojero y gemólogo especialista en diamantes y piedras de color. Le gusta decir que comenzó barriendo la calle y que 23 años después hace de todo menos barrer la calle. Casado y con dos hijos, se declara muy madridista y se entretiene jugando al pádel y nadando, tras haber sido casi profesional del tenis, al que le dedicó más de seis horas diarias durante seis años. Su pasatiempo favorito es disfrutar de su mujer y de sus hijos.

¿Cuál es tu función en la junta directiva de la EDM?

Soy el encargado del tema de la publicidad, de los patrocinadores. También apoyo a Lolo Silvosa, sobre todo con los equipos aficionados, que es el grupo deportivo que me han asignado. Pero mi función básica es lograr más patrocinadores y recaudar más dinero para la Escuela a través de la publicidad en todo lo que se pueda.

¿Cuántos patrocinadores o empresas colaboradoras tiene ahora la EDM?

Unos doce, casi todos pequeños comerciantes. Estaría bien contar con algún patrocinador más potente. Este año, incluso, algunos directivos hemos tenido que aportar con nuestras empresas.

¿Qué les ofrece la Escuela?

Una masa social fiel para poder publicitar su imagen, su marca o sus productos.  Nada de buzoneo o repartir panfletos, sino que pueden dirigirse a una masa social específica para comunicar el mensaje que deseen. Son 700 jugadores, con sus padres y madres, más familiares y amigos, que son potenciales clientes. A partir de ahí, pueden ser desde la farmacia de la Escuela a la óptica de la Escuela o la joyería de la Escuela. Es una publicidad muy específica y directa que creemos que funciona muy bien.

¿Cuesta mucho mantener a los que ya están y sumar nuevos patrocinadores?

Cuesta muchísimo. Moratalaz tiene muchos habitantes, alrededor de cien mil, pero no hay industria, no hay marcas a las que poder animar para que estén metidos en el fútbol base y hagan aportaciones. Al final, nos movemos con pequeños comerciantes, lo que limita las aportaciones. Funciona mucho a través de conocer a alguien.

¿Cuánto puede llegar a aportar un patrocinador pequeño? ¿Son cantidades que echan para atrás?

No. La media está entre 500 y 700 euros anuales. Con esto se garantizan meter anuncios en la web, anunciar sus promociones, aparecer en camisetas o en cualquier acto en el que participe la Escuela.

¿Cuál es la manera de llegar a ellos?

Creo que prácticamente todos los comerciantes de Moratalaz conocen la existencia de la EDM y que pueden patrocinarnos si lo desean. Incluso hemos recibidos llamadas de gente interesada en anunciarse y patrocinarnos. Pero cuesta muchísimo conseguir ingresos. Teníamos una persona que ejercía el año pasado de comercial, que lo tuvo que dejar, y hay otra que puede sustituirla. Mi función es ir puerta por puerta diciéndole a los comerciantes lo buen escaparate que es la EDM para anunciarse.

¿Da la sensación de que en este asunto influye bastante la amistad?

Siempre es más fácil conseguir un patrocinador si se conoce al comerciante y se tiene confianza con él. Mi empresa es patrocinadora de la EDM y siempre les digo a los comerciantes que esto funciona. A nosotros nos ha funcionado. Siempre hay un retorno que, aunque es difícil de medir, existe.

¿Por qué Joyerías Llorente es patrocinador de la EDM?

Empezamos a patrocinar tres o cuatro años antes de que yo entrara en la junta directiva. Mis hermanas y yo quisimos huir de la publicidad que hace todo el mundo. Llego al coche y veo un panfleto y lo tiro directamente sin verlo. Y lo mismo con la publicidad que llega al buzón. Por eso buscábamos un escaparate más específico. Y por eso somos uno de los patrocinadores de la EDM.

¿Qué le cuesta a un comercio que un equipo de la EDM lleve su publicidad en las camisetas durante una temporada?

Por solo 700 euros le damos el equipo que quiera, siempre que esté libre, para poner la equipación personificada. Además, este año la nueva ropa ha quedado muy bonita y los patrocinadores han quedado muy contentos.

¿Por dónde pasa el crecimiento de la Escuela? Si es que se quiere seguir creciendo.

En mi opinión, nuestro crecimiento no pasará por tener más alumnos, porque aunque consiguiéramos de nuevo gestionar los campos, tendríamos el mismo espacio y no caben muchos más equipos. Es decir, no podríamos duplicar el número de conjuntos. Creo que hay que seguir trabajando en ser lo más profesional posible dentro de lo aficionados que somos. Es decir, qué escuela no profesional tiene recuperador de lesiones, muy pocas, pues nosotros lo tenemos. Hay que intentar poner la estructura más profesional posible, sabiendo las limitaciones como amateur que tenemos.

¿Por qué formas parte de la junta directiva de la Escuela?

Al entrar en la Escuela no tenía ninguna intención de ser de la junta. Pero Manuel Vela, que era directivo, me lo ofreció. Me dijo que como yo había hecho deporte a alto nivel y conocía muy bien el barrio, podía aprovecharlo para echar una mano. Y a mí, que soy muy colaborador en todo lo que puedo, me pareció una idea genial. Y una vez que te metes en esta Escuela, te engancha.

¿Cómo comenzó tu relación con la Escuela?

Mi hijo Marc, que está ahora en el Cadete A, comenzó en el prebenjamín de primer año. Entramos de una forma muy curiosa, pues he sido casi profesional del tenis y quería que mi hijo jugara a este deporte. Teníamos una pista en un chalet de la sierra y llevaba a mi hijo con cinco años a jugar al tenis. Pero él siempre iba con una raqueta y un balón de fútbol, que dejaba al lado de la puerta de la pista. Aguantaba la hora de tenis que yo le daba, pero cuando él calculaba que ya había pasado ese tiempo, me pedía que jugáramos al fútbol. Al poco me di cuenta de que lo que le gustaba realmente era el fútbol, y le apuntamos a fútbol sala en el colegio.

¿Y luego que pasó?

Con seis años, se enteró de que en el barrio había una escuela donde enseñaban a jugar al fútbol siete, que es lo que quería. Se enteró por mediación de un amigo suyo de cuánto costaba, donde había que ir para apuntarse y con quién había que hablar. Y no nos quedó más remedio que apuntarle a la EDM.

¿Jugaste al fútbol algo?

Jamás. Con 14 años, mi padre decidió que podía jugar al tenis porque se me daba bien, y me mandó a un centro de alto rendimiento en Barcelona, donde estuve hasta los 20 años. Por eso nunca he jugado al fútbol. Jamás pensaba que iba a estar metido en este mundo.

Tras diez años en la Escuela, ¿cómo definirías la experiencia?

Apasionante. Cuando entré como padre, nuestra sede era Mar Abierto, donde hacía un frío tremendo y solo teníamos una equipación. Yo, como padre, no percibía nada más, salvo buenas intenciones y gente maravillosa. Hemos crecido muchísimo, o por lo menos esa es la sensación que he tenido en estos seis años que llevo en la directiva.  Me parece asombroso que a través de pequeños esfuerzos se pueda mover algo tan grande como esta Escuela. Es maravilloso.

¿La mayor diferencia que existe con la Escuela de hace diez años es el tamaño?

Al no estar al principio en la junta directiva, no sabía cuántos equipos había. No tenía mucha conciencia de lo que había más allá del equipo de mi hijo. Recuerdo que el entrenador era lo único que se veía. No estaba todo tan bien estructurado ni se aprovechaban tanto los recursos. Ese es el cambio mayor que he visto en estos más de diez años.

¿Qué es lo mejor de la Escuela?

Las personas que hay dentro trabajando. Siempre digo que las entidades o empresas no las hace la política global de las mismas, que influye, sino que las hacen buenas o malas las personas que hay dentro. Un ejemplo, Bankia puede tener una buena o mala política, pero si en tu oficina hay gente que te cuida, funcionará bien independientemente de la política de la empresa. En la EDM pasa igual, independientemente de la política que tenga la Escuela, que creo que es acertada, la gente que hay dentro es la que hace que esto funcione. Los pequeños esfuerzos de cada uno de los integrantes de la Escuela es lo que hace que esto marche.

¿Qué es lo peor o qué hay que mejorar?

No sabría decirte que es lo que hay que mejorar, pero creo que hay que seguir trabajando sobre todo en una línea de comunicación. Creo que ya lo estamos haciendo, pues el grado de comunicación que hay en esta Escuela con los padres es brutal. Desde hace cinco o seis años que se dio la primera charla en el Torito hasta ahora, todos los años se hacen y es fenomenal. Aquí los padres saben en qué invierten el tiempo sus hijos y dónde va a parar el dinero que eso les cuesta. Es de lo mejor que tiene esta Escuela. Y creo que hay que seguir trabajando en esa dirección.

¿Qué es lo que más te gusta de lo que haces aquí?

El trato con la gente. Soy comerciante y me encanta tratar con la gente. Me gusta poder llegar a la gente y decirle que esto funciona y que lo que se invierte aquí, revierte en los chavales de la Escuela. Eso me llena de agrado. Que un patrocinador aporte 700 euros y que ello le suponga un beneficio y, además, valga para que la Escuela tenga un recuperador de lesiones o un psicólogo deportivo o que todos los equipos tengan segundo entrenador, me llena.

¿Hay algo de lo que haces que no te guste?

Lo que menos me gusta es no poder dedicarle más tiempo a lo que hago en la Escuela. Esto me tiene un poco lastrado. Tengo un horario comercial y, como autónomo, me lo tengo que hacer todo. Esto me tiene turbado, pues me gustaría dedicarle más tiempo para hacer mejor mi labor, porque creo que no la hago todo lo bien que podría.

¿Cuál ha sido la mayor satisfacción que has tenido aquí?

A nivel deportivo, como padre, un torneo que jugamos en Zaragoza y lo ganamos. Era un sábado por la mañana y mi hijo se fue con otro padre porque yo trabajaba. Llamé por teléfono y me dijeron que se habían clasificado para cuartos. Cuando cerré a las dos, me fui con mi mujer a Zaragoza, y vimos los cuartos, las semis y la final, que ganamos. Fue increíble, me aventuré a ir y salió bien.

¿Y como directivo?

Ha habido varios momentos buenos. El ascenso del primer equipo hace cinco años supuso una gran alegría para todos. Hace dos años logramos tres ascensos en la misma temporada. Y estas cosas, aunque decimos que nos son importantes, al final son la única forma de medir si deportivamente las cosas funcionan o no.

¿Cuál es el mayor berrinche que te has llevado?

Que bajara el año pasado el Infantil A me dio mucha pena, y sobre todo, el día que nos quitaron los campos. Lo recuerdo como un mal momento. Estaba en Barcelona y  me llamó Paco casi llorando para comunicarme que nos los habían quitado. Llevaba poco tiempo en la junta directiva, pero recuerdo que según hablaba con los diferentes directivos, sentía la dureza del momento.

¿Qué imagen tiene la EDM fuera?

La que exportamos es muy buena. Me ha pasado una cosa curiosa hace dos semanas. Tengo una amigo que lleva un club de fútbol sala en un pueblo pequeño de Barcelona, de unos 12.000 habitantes. Es seguidor de la EDM en las redes sociales. Y hace unos días le visité,  me dio la enhorabuena y me dijo: ‘Lo vuestro es increíble. Estáis constantemente subiendo información, imágenes y cosas de todos los equipos’. Esto es una de las cosas que más me gusta de lo que estamos haciendo a nivel de imagen. Hace unos años solo se hablaba de los equipos A, pero ahora aparecen todos los equipos en la web y en las redes.

 

 

“Una vez que la directiva vota, el resultado va a misa”

Señala que los directivos suelen tener opiniones diferentes sobre los temas, pero que una vez que se vota, el resultado es compartido por todos. También resalta que la EDM es una escuela que avanza continuamente.

¿Es una Escuela innovadora  o le cuesta hacer cambios?

Nos gustan los cambios, siempre que sean para mejorar. Esta temporada, el director general, Jorge Vallejo, nos ha presentado un plan deportivo nuevo porque consideraba que nos habíamos estancado y que éramos poco operativos para el volumen de gente que teníamos, por lo que había que agilizarlo. Creo que hay que moverse. En mi negocio acabo de hacer una reforma. Puede que no sea el mejor momento, pero lo que tienes, ya lo tienes. Hay que mirar siempre un poco más adelante, y aquí estamos constantemente moviéndonos.

¿También eres fan del fútbol de toque que se practica en la EDM?

Creo que hay muchos registros y todos son válidos. Vengo del mundo del tenis y cada uno jugaba con sus herramientas, y todas eran válidas deportivamente si se ganaba. Nosotros hemos apostado por este modelo, porque hay que hacerlo por alguno. Creemos que es la mejor manera de que los chavales aprendan a jugar al fútbol. Evidentemente, se va a competir peor en ciertas edades, pero posiblemente aprendan mejor a jugar al fútbol con este sistema que con otros.

¿Está un poco sobrevalorado en España este estilo?

Quizás, pero no usaría esa palabra. Diría que está de moda y no lo están otros sistemas que son igual de válidos. Creo que hay que jugar en función de los jugadores que se tiene, en los equipos de competición. Pero también creo que si desde abajo se juega de una manera, cuando se llega arriba es más fácil que todo el mundo haga lo mismo.

¿Es una junta directiva homogénea o hay muchas divergencias?

Cada uno de nosotros tiene su opinión y hay temas en los que nos cuesta más ponernos de acuerdo. Pero llegamos a ellos en pos del buen funcionamiento de la Escuela. Es verdad que al hablar con los directivos, cada uno puede dar una opinión distinta sobre un tema. Pero a la hora de ponernos de acuerdo, es muy fácil. En los temas más importantes, siempre miramos por el bien de la Escuela. Como somos gente muy distinta, que venimos de ámbitos distintos,  cada uno se suele poner en la situación de una parte distinta de la Escuela. Al final, todos damos nuestra opinión y, hablando, llegamos a acuerdos que creemos que son lo mejor para la Escuela. Y una vez que se vota, el resultado va a misa.

¿Cuántas horas le dedicas a la semana a la EDM?

Menos de la que quisiera: tres o cuatro.

Cómo la compensación no es económica, ¿qué te recompensa?

Muchas cosas. Solo asomarte por los campos y ver a los chavales y entrenadores, me compensa. Que chavales de 20 años se levanten tan temprano los domingos por una cantidad de dinero mínima, me da satisfacción. Con los padres del equipo de mi hijo siempre decimos que es mejor estar a este lado de la valla del Urbis,  que en el lado del parque, en el que están los botellones, los porros, el tabaco y las malas compañías. Si podemos lograr que los chicos tengan un sentimiento de pertenencia a esta Escuela para que no salten la valla, sería genial.

¿Esta actividad te da más alegrías que quebraderos de cabeza?

Seguro. No te quepa la menor duda. Sí, sí.

“Los problemas que nos encontramos suelen ser de convivencia”

Asegura que las críticas que recibe de los padres son principalmente deportivas, porque todo español lleva un entrenador dentro, y que la mayoría son constructivas.

¿Cómo es la relación con los padres?

En general es muy buena. Creo que tenemos muy pocos problemas con ellos. Siempre hay padres que solo miran por sus hijos y no entienden una visión más global. Pero generalmente, todos los correos que recibimos son para alabanzas o críticas, que las hay, pero siempre constructivas. Y los problemas que nos encontramos de manera puntual, intentamos atajarlos lo antes posible, sobre todo, porque estamos hablando de menores y no queremos que las cosas vayan a más. Los problemas que nos encontramos suelen ser de convivencia, porque que un niño pierda o gane no es importante para la vida diaria.

¿Qué críticas suelen hacer los padres?

España tiene una tradición futbolística tremenda y en cada padre hay un entrenador. Todas las críticas que oigo en la grada son deportivas: es que no tiramos para adelante, o no ocupamos los espacios, o no chutamos a puerta o que físicamente no aguantamos. Son este tipo de comentarios. Es cierto que yo estoy muy expuesto, porque mi negocio está en medio de Moratalaz y conozco a muchos padres. Cada uno cuenta su experiencia, pero son historias muy normales.

¿Tienes que aguantar mucho?

A mí me gusta, me va la marcha.

¿Animarías a los padres a formar parte de la junta directiva o a colaborar de alguna manera con la Escuela?

Sí, invitaría a cualquiera que lo desee a que venga a una reunión de la directiva y vea cómo afrontamos los problemas y cómo los resolvemos. Nos hace falta gente. No está de más que la gente se implique. Cuando entré en la junta, me encontré un poco desbordado por la situación. Pensaba que esto se llevaba fácil entre cuatro, pero me di cuenta de que había una estructura muy bien formada y que mi aportación no iba a ser instantánea. Esto no funciona así. Me vi un poco cohibido. Era tan grande lo que había, que me di cuenta de que las cosas aquí se hacen poco a poco.

¿Hasta cuándo aquí?

Me gustaría estar mucho tiempo, pero es verdad que lo laboral merma mucho. Todos los directivos trabajamos más horas que hace cinco años. Y esas horas que trabajamos de más, son menos que dedicamos a la Escuela, quitando Paco y Lolo, que viven aquí. Yo antes disponía de más tiempo para pasarme por la oficina o visitar clientes y proveedores, pero ahora prácticamente no tengo tiempo. Por eso no sé hasta cuándo. Aunque, repito, me gustaría que fuera mucho.

¿Cómo te gustaría que te recordaran el día que no estés aquí?

Como una persona que va de frente, que no tiene atajos ni recovecos, que ayudó a la EDM a seguir siendo lo que es o a mejorar, como ha hecho toda la gente que ha pasado por aquí durante un montón de años.  No soy ni más ni menos, simplemente uno más, pero que iba de frente.